El genoma ayuda a viajar

El pasado 1 de marzo, en la Fundación Botín de Santander, me tocó dar una conferencia al hilo de la presentación oficial de la recién creada Oficina de Transformación Digital a cargo de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, presidida por Ángel Cuevas y gestionada por Pedro Vega, que han comprendido inteligentemente la necesidad de que los empresarios cántabros superen la actual brecha digital entre la aceleración tecnológica que vivimos y la lentitud en la adaptación de los negocios a un mundo digital y globalizado.

La disertación tomaba como punto de partida el escape entrópico formulado por el astrónomo británico Arthur Eddington con la paradoja gráfica de la flecha del tiempo, a la que ya nos hemos referido aquí en alguna ocasión. Estos puntos de escape me animan a proyectar hacia la próxima década las tendencias que encuentro más relevantes desde la óptica de la industria de la hostelería y el turismo. Algunas constituyen mi actual ciclo de seminarios por diversas ciudades españolas y latinoamericanas. Una de ellas concierne, en pura lógica, a la alimentación en hoteles y Sigue leyendo

La paradoja de la flecha del tiempo

Fue en 1928 cuando el astrónomo británico Arthur Eddington publicó su libro The Nature of the Physical World en el que hizo una inteligente referencia a la paradoja de la flecha del tiempo.

Dibujemos una flecha del tiempo arbitrariamente. Si al seguir su curso encontramos más y más elementos aleatorios en el estado del universo, en tal caso la flecha está apuntando al futuro; si, por el contrario, el elemento aleatorio disminuye, la flecha apuntará al pasado. He aquí la única distinción admitida por la física. Esto se sigue necesariamente de nuestra argumentación principal: la introducción de aleatoriedad es la única cosa que no puede ser deshecha. Emplearé la expresión “flecha del tiempo” para describir esta propiedad unidireccional del tiempo que no tiene su par en el espacio.

Cuando Robin Hood, siglos atrás, disparaba sus flechas contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra el recorrido que seguían los dardos podría ser el mismo que siguiera el arquero de Sherwood si hubiera preferido un combate cuerpo a cuerpo. Con la única e importante diferencia de que a Robin no le habría costado nada recular ante la adversidad y emprender el mismo itinerario de vuelta. Las flechas, no. Las flechas solo tienen un vector, sin ninguna posibilidad de retorno. Igual que un plato al romperse contra el suelo o un líquido al mezclarse con otro. No hay involución posible.

flechaDerecha

Una flecha es el vector del tiempo. Y su dirección es entrópica, el movimiento hacia el desorden, la uniforme distribución de la energía por todo el espacio. La senda y no la huella. La tendencia… Conocer su sentido es entrar en la cuarta dimensión, apuntar al futuro, colimar el objetivo inmediato, el pasajero y el definitivo.

Por eso tenemos apuntada esta flecha en la dirección correcta: las encuestas del Clúster de la Ruina Habitada. Una información objetiva, un conocimiento sustantivo. Contribuye con tus datos a que la flecha siga apuntando hacia la diana del turismo de los sentidos.