
Los conserjes de hotel, ya lo hemos señalado varias veces, son un relicto de hospitalidad obsoleta incluso en la industria del gran lujo. Es verdad que cuando nos topamos con un verdadero profesional de la librea dan ganas de reconciliarse con la edad pretérita e incluso gastarse un perú en dejarse aconsejar por este monumento de la sapiencia y la elegancia hotelera. Pero ni modo cuando el acelerón tecnológico está dejando en desuso un oficio tan romántico como Sigue leyendo