Si una imagen vale 60.000 palabras, un vídeo de un minuto de duración (60 segundos) valdría (60 segundos x 25 imágenes/segundo x 60.000 palabras) la friolera de 90 millones de palabras, lo que equivaldría aproximadamente a unos 225 libros de 200 páginas. Por supuesto que éste es un cálculo a ojo de buen cubero y, por seguir con los redichos, haciendo las cuentas de la abuela. Lo importante no es pensar que ver un minuto de vídeo equivale a leerse 225 libros. Lo importante es saber que el vídeo, el cine, la imagen en movimiento y las historias que hay detrás de este medio de expresión puede afectarnos mucho en la vida.

Si gestionamos en un negocio turístico no podemos desdeñar el vídeo como formato de comunicación eficiente e incluso trascendental. Porque esto que sabe todo el mundo no lo practica todo el mundo. Me he pasado horas revisando los vídeos publicados por establecimientos hoteleros en Youtube y puedo asegurar que el resultado ha sido decepcionante. Salvo excepciones, la industria hotelera mundial no sabe comunicar con vídeos. Lo poco que hay publicado es un tostón difícil de digerir, cuanto imposible de sugerir, convencer o ganar clientes.

Analicemos ahora las cifras reales del marketing videográfico según los principales consultores del mundo en la materia.

• El 60 por ciento de las personas que visitan una página web (el escaparate digital del negocio) buscan intuitivamente un vídeo antes de ponerse a leer una sola letra, afirma la consultora norteamericana Diode Digital.
• El 56 por ciento de los usuarios piensa que si un establecimiento está presente en la web debería incluir algún contenido de vídeo, añade la firma Animoto.
• Youtube se ha convertido en el segundo buscador de contenidos en la red, después de Google, y por encima de Bing, Yahoo y AOL todos juntos.
• El común de los usuarios mira vídeos online durante 16 minutos y 49 segundos al mes, según Youtube.
• El resultado de una búsqueda de vídeos logra 41 por ciento más de clics que el resultado de una búsqueda de texto, continúa informando Animoto.
• Una página web tiene 50 veces más posibilidades de aparecer en los primeros resultados de una búsqueda en Google si incluye algún contenido de vídeo, asegura Forrester Research.
• El 50 por ciento del tráfico web ya es videográfico y se espera que alcance el 60 por ciento en los próximos meses, dice Cisco.
• El 63 por ciento de los entrevistados en una reciente encuesta de Animoto afirma que las compañías que utilizan el vídeo como medio informativo son las mejor preparadas para convencer a sus clientes de la bondad de sus productos.
• El tiempo de estancia en una página web se prolonga durante más de dos minutos si contiene un vídeo, concluye ComScore.

Y ahora nuestros datos para la industria hotelera. El pasado mes de julio hicimos un experimento en la página de Hoteles con Encanto en Facebook. Colgamos un vídeo promocional del hotel Casa do Batan aprovechando su presencia en la cabecera de la página como Hotel del Mes. Antón Vázquez, propietario de este pequeño establecimiento familiar gallego, nos había advertido que esperaba lograr unas 1.000 reproducciones del vídeo desde unas 3.000 visitas a su ficha en esta página. Desde el primero momento, el vídeo enganchó a nuestros seguidores y las reproducciones de aquellas bellas imágenes se fueron acumulando, para sorpresa del hotelero. «A ver si llegamos a las 5.000 reproducciones del vídeo», me escribía enardecido. Dos días después recibí otro correo suyo: «ni de coña contábamos con llegar a las 10.000 reproducciones, y menos a las 15.000». Según Google Analytics, el desvío de visitas que este vídeo le produjo desde la página de Hoteles con Encanto en Facebook hacia la web del hotel se incrementó una media… ¡¡¡ del 300 al 350 por ciento !!!

A fecha de hoy, el vídeo de la Casa do Batan en la página de Hoteles con Encanto arroja unos resultados ilustrativos de lo que venimos pregonando: 15.665 reproducciones y un total de 42.216 visitas. Nada desdeñable para un hotelito de solo cuatro habitaciones, como muchos de los que pueblan el paisaje turístico de la España interior.

Con estas cifras en el tablero cabría preguntarse cuántas miradas no han sido despreciadas por aquellos establecimientos —miles— que todavía no se han esforzado en contar su propia historia a través de imágenes en movimiento. Cuántos internautas no seducidos. Cuánta clientela no conquistada. Cuántos recursos no aprovechados. Y cuántos mensajes en favor del vídeo no vistos.

Un grito de guerra mueve ya a toda una generación de viajeros que consumen historias. Un grito de guerra al que nadie debería hacer oídos sordos:

— Dale al play !

Fernando Gallardo |