Me sorprende que a estas alturas del siglo XXI todavía haya hoteleros cuyas ideas sobre el acceso inalámbrico a Internet —la wifi, en lenguaje coloquial— se asemejen a la innovadora propuesta de César Ritz de engastar un cuarto de baño en la habitación. Ese lujo pasaría hoy por el sarcasmo de una pensión de mala muerte, pues no es concebible la categoría de hotel sin esa pieza fundamental para las abluciones de los huéspedes. ¿Tendremos que esperar un siglo a que se demuestre que la wifi gratis, es decir, incluida en el precio de la estancia adquiere la misma importancia que el cuarto de baño? No podemos imaginarnos en la actualidad un hotel de cierta consideración que cobre un plus —por ejemplo, 12 euros la hora— por el uso de la ducha. Es algo que resulta difícil de argumentar.
«Hombre, no se puede equiparar el servicio wifi con el servicio de agua caliente en la habitación», me responde un directivo hotelero en Twitter. En efecto, dentro de nada no será comparable. El agua caliente tendrá menos importancia que la wifi. A nadie le agrada ducharse con agua fría, a no ser que lo prescriba un facultativo o persiga un ideal de superación personal. Pero las personas sanas no mueren en el intento. La reciente campaña del Ice Bucket se ha saldado, afortunadamente, sin una sola víctima.
Sin wifi, en cambio, no se podrá vivir. Más de 60.000 norteamericanos subsisten hoy con un marcapasos conectado a Internet vía wifi, lo que les provocaría la muerte en aquellos establecimientos no dotados de la infraestructura de conectividad pertinente. Pero es que el Internet de las Cosas está ya encima, viene sin que lo veamos venir. Apple nos da una pista con su app Health incrustada de serie en el nuevo sistema operativo IOS 8. ¿Cómo abriremos la puerta de nuestra habitación mediante el celular, cómo controlaremos la temperatura ambiente, la iluminación, el entretenimiento, la ecualización del sonido, la dosificación del oxígeno en el aire y tantas otras utilidades sin acceso a wifi? Porque muchas de las nuevas funciones robóticas que se están implementando ya en la hotelería requiere de una red inalámbrica para funcionar. Porque el equipamiento hotelero de los próximos años será gestionado enteramente desde la nube. Porque la rapidez y eficiencia en la atención dependerá en buena medida del Big Data, y éste requerirá de grandes volúmenes de información vomitados y procesados desde la red.
No hay tiempo que perder. Los millennials exigirán wifi en sus próximos destinos. La tercera edad dependerá de la wifi para no morirse. Las personas en edad de trabajar no harán distingos entre su ocio y su actividad profesional. Se me dirá que en el futuro no habrá wifi porque cada uno llevará consigo su propio sistema inalámbrico, cada uno será una prolongación virtual de su entidad real.
Cierto. Lo dudoso es que los hoteleros renuentes a esta actualización cultural de sus negocios lleguen a ver el futuro como muchos nos lo imaginamos ya.
Fernando Gallardo |
Es tan obvio Fernando que realmente no hay debate. Por cierto, lo de la conexión wifi con los marcapasos me ha sorprendido. Saludos.
Como arquitecto llevo la vigilancia de las medidas de seguridad de un edificio declarado en ruina pero en el cual persiste una inquilina que se niega a abandonar el edificio. Tal es el caso que hasta que esto no se produzca tengo que garantizar la seguridad estructural y las condiciones mínimas de salubridad. Esto es, que tenga agua, y funcione el saneamiento.
Cuento esto porque hasta ahora el Ayuntamiento no incluye el funcionamiento del wifi entre sus requisitos para obligar a la propiedad a restablecer la red a fin de garantizar las condiciones mínimas de habitabilidad, bajo pena de que en caso de no instalárselo, actuar por ejecución sustitutoria.
Por supuesto que estoy de acuerdo en que el wifi no debe ser un extra en un hotel, como no lo es el ajuar textil, pero yo no lo pondría al mismo nivel que el agua.
Hace unos treinta años, las TV en las habitaciones prácticamente eran un elemento de lujo. Eran de 14″ y sin mando a distancia. Hoy en día es impensable un hotel sin TV plana con docenas de canales. Estoy de acuerdo, en este caso, con Fernando respecto al wifi. No solamente en los hoteles, en la hostelería en general, es «obligatoria».
Excelente señor Fernando. Saludos desde Santa Marta Colombia
Pues han pasado casi 2 años de este post, y efectivamente… hoy en día es impensable una opción de alojamiento sin WIFI para nuestra generación. El WIFI es innegociable. ¿Aún no sabes si eres millennial? http://tonydavisontheroad.com/2016/03/10/millennial-lo-sabes/