La hoz, el martillo… y ahora las espigas

iii congreso turismo rural avila«No creo en el turismo rural », fueron mis primeras palabras en la ponencia que tuve ocasión de presentar en el recientemente celebrado III Congreso de Turismo Rural de Castilla y León. El denominado congreso de la provocación, bajo el lema Reinventar la Realidad Rural, tuvo lo que su convocatoria reclamaba: una llamada de atención el actual impasse en que se mueven los negocios turísticos ante la irrupción de Internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, el fin de las subvenciones públicas provenientes de la Unión Europea, la manifiesta obsolescencias de numerosos alojamientos turísticos, la confusión provocada por la masificada oferta de alojamientos rurales, la supuesta ilegalidad de al menos un tercio de la oferta turística en Castilla y León, el creciente intervencionismo de la Administración pública tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la ausencia de grandes canales de distribución en este subsector turístico y el atávico corporativismo de quienes se sienten pequeños y vulnerables en la soledad del agro castellanoleonés.

No creo en el turismo rural concebido como una categoría desligada de la problemática general del turismo y elevada a modelo sobre el cual se sostiene la política turística de algunas comunidades del interior peninsular, tal es el caso de Castilla y León. No puedo creer en ese modelo categórico porque no me cuadra que se rija por una ley específica que distinga entre hotel, hotel rural, casa rural, posada y posada real como únicos atributos de su condición. Se cae del anteproyecto de Ley del Turismo que pretende aprobar la Junta de Castilla y León la categoría de Centro de Turismo Rural (CTR). Según parece, el retraimiento se debe a la omnipresencia en todo el territorio autonómico de indicadores CTR: Centro de Tratamiento de Residuos. Tampoco me cuadra que el hotel Ávila Golf sea considerado un hotel rural, como tampoco me cuadraría que Andalucía reglara como hoteles rurales a los paquebotes hoteleros de la Costa del Sol solo por el hecho de estar apartados de los núcleos urbanos. O que la condición de rural pueda ser atribuida a un municipio de 3.000 habitantes, mientras que si posee 3.001 es ya un municipio urbano.

El caso es que este congreso organizado por la patronal Acaltur (Federación de Asociaciones de Turismo Rural de Castilla y León) y apoyado por Asetur (Federación Nacional de Turismo Rural) ha sido bastante movidito, pese a la escasa participación de sus asociados y al boicot no declarado de los empresarios de turismo rural de la sierra de Gredos, más cómodos a lo que parece con su propia asociación y con la central de reservas promovida por la Diputación de Ávila, cuyo presidente es a la vez propietario de varias casas rurales (sin de ello quepa sospechar ninguna colusión). Francisco Javier Herrera, responsable máximo de Acaltur, quiso un congreso revulsivo que pusiera de manifiesto la escasa calidad de una gran parte de la oferta turístico rural de Castilla y León… Y vaya si se revolvió en su silla. Sin arredrarse ante el tsunami dialéctico de este crítico hotelero, escuchó estoica y democráticamente un discurso en contra de su idea del turismo rural, su iniciativa en favor de los sistemas clasificatorios oficiales y su actual apoyo al anteproyecto de Ley del Turismo en Castilla y León.

Públicamente debo reconocer y aplaudir el talante del presidente de Acaltur que, conociendo de antemano mi postura disidente a la suya, ha tenido la valentía, el coraje, el sentido común y la inteligencia política de invitarme a su congreso para decir lo que tenía que decir. Lejos de todo sectarismo, el señor Herrera ha tratado de conciliar posturas y tener oídos y ojos bien abiertos a otras opiniones distintas a la suya.

En una línea opuesta, la directora general de Turismo de la Junta, Rosa Urbón, inauguró el congreso con un triunfalismo propio de quien siente la ambición política como un paso hacia mayores objetivos en la vida. Cuando muchos países y comunidades autónomas están de vuelta de regulaciones absurdas e ineficientes –Canarias ha paralizado esta misma semana su proyecto de ley turística, y los canarios no son precisamente unos advenedizos en esta materia– resulta que Urbón proclamó que Castilla y León será «pionera en España» gracias a la nueva Ley de Turismo… que establecerá «cinco categorías de establecimientos rurales» por espigas y esta «Comunidad lo puede hacer porque cuenta con una oferta de más de 3.400 alojamientos rurales». Ufana, declaraba a los medios que si los hoteles cuentan con estrella los alojamientos rurales de Castilla y León serán los primeros de España en contar con espigas.

En mi intervención tuve que expresar abiertamente mi conocida postura antisoviética. Son los clientes quienes asignan las categorías. Son los prescriptores y los líderes de opinión quienes puntúan. Son las redes sociales y la inteligencia colectiva quienes informan de las bondades o maldades de un establecimiento turístico. Nunca la Administración puede hacerlo con parámetros subjetivos, pues tal condición no está registrada en el espíritu de ninguna ley. Y si se usan únicamente los parámetros objetivos, ¿cómo se puede cometer la atrocidad de reventar un castillo por dentro para instalar un ascensor preceptivo por ley, como fue el caso del parador de Alarcón? ¿Cómo se puede exigir a un hotel rural o una casa rural instalar un polibán si una ducha es más actual, más higiénica y más ahorrativa en zonas de sequía? ¿Cómo obligarle a un empresario el ofrecer peluquería si hoy el verdadero servicio de cinco estrellas es insonorizar su hotel? ¿Cómo destacar por estrellas o espigas a una casa con pasillos anchos que se caen de viejos sobre una casa limpia y nueva con pasillos más estrechos? ¿Cómo recomendar a las casas rurales de este país que se modernicen colocando monitores de plasma en lugar de comprar paisaje y abrirle puertas al campo? ¿Por qué reglar las dimensiones cinco espigas de una casa y no la calidad cinco zapatos de una zapatería?

Diferentes medios de comunicación se han hecho eco de mi ponencia en este congreso como la nota discordante del mismo, curiosamente defendida por el organizador del congreso y gran parte del auditorio: «con una ley que es de obligado cumplimiento y que impone un modelo de clasificación se está haciendo un flaco favor al turismo». Quienes defienden la ley utilizan un único argumento, repetido hasta la saciedad en estos foros: el turismo rural está necesitado de calidad, y una ley así normaliza la calidad; el turismo rural está necesitado de información, y una ley así propicia que el viajero sepa qué es lo que va a encontrar en una casa rural.

Mi réplica no se hizo esperar. El discurso de la calidad es el que hoy día tienen países como Turquía, Egipto, Perú y Ruanda. En Castilla y León, la calidad ya se debe dar por entendida y superada. Ahora debemos entrar en una nueva etapa aún más exigente: la de la innovación. Como señaló el arquitecto Jesús Castillo Oli, autor de La Ruina Habitada y ganador del premio Fitur 2010 por su no stand de Castilla y León, «el turismo rural vive todavía de hacer copias de modelos tradicionales y no tiene que ser un remedo de lo que hubo en otros tipos de edificaciones que no tienen nada que ver con la hostelería, por lo que debemos hacer una propuesta del siglo XXI, alternativa e innovadora». Respecto a la necesidad que tienen los viajeros de una información de mayor alcance me parece que los defensores del argumento acreditan demasiada fe en las normativas y muy poca en los medios de comunicación y en las redes sociales, que es donde hoy todo el mundo comparte el conocimiento a un nivel muy superior y más exacto que el que pueda tener el funcionario inspector de turno.

¿Por qué digo además que toda ley de turismo es mala? Si algo distingue teóricamente a una casa rural de un hotel de 500 habitaciones es precisamente el contacto directo con su propietario, la relación personal que se establece entre anfitrión y huésped, un ámbito íntimo y personal donde cada uno expone lo mejor de sí mismo, el territorio natural de lo singular, lo cercano, lo exclusivo, lo único. Por tanto, el futuro del turismo en general y del llamado rural en particular está en la liturgia personal, la diferenciación, la unicidad. Justamente lo opuesto a la normalización que toda ley pretende en su espíritu. No hay nada más contradictorio que dos casas rurales únicas con el mismo número de espigas.

Se acabó este III Congreso de Turismo Rural de Castilla y León, pero otro nuevo comienza ahora: el de la evolución permanente, el de la innovación, el del ingenio personal. Me alegro de que un político castellanoleonés, durante la cena de gala en que fui galardonado por sostener esta postura antireglamentista desde 1980, repitiera por todo el salón mi máxima:

«En la nueva economía post crisis, la competencia no será por ser el mejor, sino por ser diferente. Así se dibujará una nueva sociedad en la que nadie estará obligado a pisarle a nadie el callo por ser mejor que el otro, sino que cautivará a sus clientes por ser distinto al otro».

Fernando Gallardo |

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45 comentarios en “La hoz, el martillo… y ahora las espigas

  1. La categorizacion de los alojamientos rurales es casi una obligacion precisamente por la personalizacion de todos ellos, son muchos los que incumplen las normativas y por ello debemos destacar los que si las cumplen, si cumplimos normativas para conducir, para trabajar, para estudiar, o sea para que haya un orden tambien debemos tener las nuestras, pero siempre dentro de nuestras realidades, las espigas no es una manera de destacar aunque si una manera de dar a conocer una serie de factores que posee un alojamiento, hablamos de estrellas y me pregunto que seria de los hoteles sin ellas, todos los hostales y pensiones deben ser hoteles? tienen los mismo derechos, por que un hostal solo puede tener dos como maximo por que los apartamentos tienen llaves… por que la gente escoge segun lo que desea entre unas categorias y otras, sabemos que hay hoteles peores que hostales o pensiones, pero con la clasificacion decidimos o elegimos, por que los alojamientos rurales no se pueden clasificar? es cierto que esta nueva normativa no es adecuada 100×100, no se han estudiado todas las necesidades y no se ha tenido en cuenta las peculariadades de cada uno y que ademas nos han englobado en una burbuja que seguro nos estallara, pero quizas sea el principio, la imposicion de los puntos en trafico se dijo que no servia para nada pero a fecha de hoy hay estan y todos lo sabemos, se necesita un cambio pero conservando el espiritu de convivencia y ofreciendo lo que consideramos dentro de nuestro negocio necesario para ello.

  2. Hola Fernando,

    Gracias por este planteamiento antisovietico/antidogmático.
    Comparto en gran parte tus opiniones, pero con matizaciones. Creo que un viajero o un turoperador, como soy yo, no sólo tiene que encontrar información en las redes sociales, donde sabes que lo busco, pero también en las normativas. Si hay en Casilla y León 3.400 alojamientos rurales, ¿cómo un cliente o un turoperador encontrará la(s) casa(s) que él está buscando para sus vacaciones o para su oferta como turoperador? Y más problemático se pone la cosa si el cliente o el turoperador está buscando oferta en toda España. No va a encontrar su casa con sólo mirar en las redes sociales, cuan importante que son por cierto. Yo como turoperador busco mi oferta en un cierto segmento del mercado. Igual lo hace un turista. Si busco para mis propias vacaciones un hotel en Tripadvisor, lo busco dentro de un cierto de nivel de hoteles. Para mi oferta de casas rurales, yo también busco un cierto nivel de casas. Lo mismo hace un viajero. Y en este sentido puede ser muy útil de tener una clasificación de las casas rurales. Si tiene que ser por espigas o si se tienen que llamarse las ‘mejoras’ casas rurales de Catalunya las ‘Gîtes de Catalunya’ es otra cosa. A mí me parece que perfectamente se podría buscar alguna clasificación con un símbolo más español que las espigas o un nombre mejor que los ‘gîtes’. Pero esa es otra discusión.
    Igual otra discusión es cuales parámetros se tiene que usar para los diferentes niveles y cuales instalaciones un alojamiento tendría que tener (polibán o ducha p.ej.). Sobre los servicios que tienen que tener los diferentes noveles de alojamientos se puede discutir. Pero el hecho de que no estás de acuerdo con algunos criterios y de que has visto atrocidades hechas a base de tales criterios, como las he visto también yo, no significa que no debe haber criterios de calidad para diferentes niveles de alojamientos.
    Y creo que perfectamente puede haber dos casas rurales únicas con el mismo número de espigas (o aceitunas o uvas o lo que sea) como también puede haber dos hoteles únicas con la misma cantidad de estrellas y con la misma puntuación tuya.
    El cliente, a base de esa clasificación o puntuación y a base de lo que lee en los medios sociales, escoge un hotel o una casa rural, donde cree que va a tener una experiencia única.
    Y tampoco creo que clasificación automaticamente significa normalización. Significa que una casa o un hotel tiene que cumplir ciertos criterios. Pero un hotel o casa rural que cumple esos criterios/esas normas perfectamente podría mantener su unicidad, su relación personal con el viajero y ofrecer una experiencia única al huesped. Y perfectamente puede mostrarse distinto al otro con la misma clasificación.

    Henk van Holsteijn

  3. Absolutamente de acuerdo con tu ponencia. Las leyes que pretenden estandarizar y homogeneizar los alojamiento turísticos (los rurales o los urbanos) así como aquellos certificados de calidad tipo Q, ISO… Hacen acaso que el cliente valore su estancia como de ensueño? Permiten realmente que relacione su estancia con la emoción de sus sentidos? Que se fundan en el entorno?
    Sinceramente no creo que lo que yo pretendo sembrar en la retina de mis huéspedes se pueda valorar a través de una calificación estandarizada que sirva tanto para Libardón como para cualquier otro hotel del mundo. Creo que la diferencia nos enriquece y aspiro a ser diferente. Cómo calificar las emociones? No creo que la solución sean espigas, trisqueles… son los propios huéspedes quienes deben calificarnos.

  4. Magnífico artículo, Fernando. No se puede pretender la verdad y defender lo indefendible. Un abrazo grande y recuerdos a la princesa, espero que tu familia de Chile esté remontando el desastre.

  5. Fernando, darte las gracias por poner palabras al trabajo y tesón diario que mantenemos algunos empresarios en nuestro establecimiento.
    La situación actual está muy difícil, pero aún así, desde que un cliente pasa el umbral de la puerta de nuestro hotel, estamos y vivimos para que se sienta lo más comodo, tranquilo y atendido posible, si necesita una farmacia de guardia, lo llevamos en nuestro coche, si le apetecen unos dulces artesanos, como los que pueda tomar en el desayuno, al día siguiente tiene esos dulces empaquetados para llevarselos, no es un trato simple, se establecen lazos y posturas muy diferentes a las que se puedan encontrar en un hotel urbano, no porque no sean competentes estos hoteles, sino porque somos nosotros los propietarios y gestores de nuestro establecimiento los mediadores de nuestros clientes, y eso de por sí ya es una gran diferencia.

    Saludos cordiales
    AGUAS DEL NARCEA HOTEL RURAL

  6. Es paradójico que un hotel o una casa compartan el mismo número de estrellas o de espigas y, sin embargo, uno esté sucio y el otro limpio, la una nos reciba vacía porque su propietario esté labrando el campo y en la otra se nos reciba con la mejor de las sonrisas, unos te ignoren durante la estancia y otros se esfuercen por ir a la farmacia de guardia a comprarte los remedios que necesitas, como acostumbra Consuelo Fdez-Hijicos en su establecimiento. Es injusto, desde el punto de vista normativo; inmoral, desde la óptica hospitalaria; y desinformativo para el cliente que, como dice, Henk no sabe adónde va.

    Por eso no puedo estar de acuerdo con la idea expresada por Montse, que pide una norma «porque hay muchos establecimientos que incumplen las normativas». Y le pido que reflexione sobre el argumento utilizado. Si no hay norma, ningún establecimiento podrá nunca incumplirla. Por tanto, ninguno será ilegal.

    El otro argumento que señala la necesidad de normas «para conducir, trabajar o estudiar» se cae por su propia evidencia. No existe ninguna norma clasificatoria de escuelas, ni de empresas o puestos de trabajo. Desconozco la existencia de una sistema clasificatorio (¿por pupitres?) de los colegios públicos o privados. Desconozco también si el ministerio de Interior clasifica a las autoescuelas con de una a cinco señales de stop. No tengo noticia de que las empresas tengan obligación, al inscribirse en el registro mercantil, de acogerse a uno, dos, tres, cuatro o cinco martillos u hoces. Las normas que deben cumplir en puridad cualquier establecimientos turístico, como cualquier empresa, son las que afectan a la higiene, la seguridad, las medioambientales… Y ninguna de ellas está afecta a la autoridad turística, ni por mucho que se lo propusieran los directores generales de turismo lo conseguirían. La obsesión legisladora de los responsables turísticos de muchas CC.AA. no encuentran parangón en casi ningún otro sector de actividad. ¿Alguien sabe si hay una dirección general de zapaterías? ¿Los hospitales poseen acaso un sistema de clasificación por fonendoscopios? ¿La Administración puntúa la calidad de los quirófanos? ¿Hay médicos de una, dos, tres, cuatro o cinco aspirinas?

    La defensa que hace Henk de las clasificaciones oficiales me despista porque él no es un turoperador convencional. Conozco bien su trabajo y su prestigio, y me extraña que opine como lo ha expresado aquí arriba. Porque Henk viene a decir, contradiciendo su trabajo, que la Administración facilitaría mucho el trabajo de los TO con una clasificación que les evitara a ellos desplazarse y reconocer las casas con las que trabajan. Me aturde porque yo sé que Henk hace bien su trabajo y su organización o sus delegados realizan un seguimiento continuo de las casas que venden. Me niego a creer que una organización de tanto prestigio como la suya delegue en un inspector de turismo de una autonomía el «sensible» material de dar el visto bueno a la casa que habrá de comercializar. Si así fuera entraría en una debilidad extrema. Cualquier inspector podría colarle un gol de campeonato y su prestigio verse resentido.

    Por tanto, la única información en la que Henk debería confiar es aquella que él personalmente o su receptivo de confianza le proporcione. Es él y no la Administración quien pone las espigas seguras a su actividad. Igual que son los mayoristas de viajes quienes puntúan los hoteles que aparecen en sus folletos. O las cadenas hoteleras las que valoran mejor a sus propios hoteles, gracias a su valor de marca. O los prescriptores que escriben y puntúan sobre lo que experimentan. O las editoriales que actualizan año a año sus guías. Ya nadie se fía de las estrellas que concede la Administración.

    De muestra, un botón. ¿Cuántas estrellas tiene el hotel Los Monteros, de Marbella, por ejemplo? Si se le pregunta a la Administración del ramo responderá probablemente 5GL. Mentira. Los Monteros tiene 0 estrellas, pues está cerrado. La información, la garantía de calidad, reside en las marcas, en las organizaciones que trabajan cada día, y siempre sometida al escrutinio de los clientes. Ora en origen, ora en destino.

    Abogo por que la Administración turística deje de clasificar a los alojamientos como antes hicieron con los restaurantes y nunca con las agencias de viajes o las compañías de transporte. Abogo por que se promueva el marquismo como sello de garantía por parte de cualquier ciudadano o empresa que lo emprenda, de libre adscripción y regido según las garantías del libre mercado. Abogo por que sean las empresas quienes asuman toda la responsabilidad del servicio frente al ciudadano y no hagan dejación de esa responsabilidad en favor del Estado. Abogo por que ningún ciudadano tenga que pedir permiso a la Administración para trabajar o crear empleo, en línea con lo expresado por la reciente Directiva europea sobre servicios. Abogo por que la Administración turística desregule por completo el sector y se convierta en el aglutinador de los esfuerzos colectivos, en el canalizador de las actuaciones conexas al turismo de otras Administraciones públicas y en el dinamizador de la innovación empresarial en todos los sentidos.

    Me gustaría un turismo más libre, más abierto, más innovador, más emprendedor y más humano. Me gustaría un país con menos instituciones y más personas. Me gustaría una España con más alma.

    • Que bueno que el III congreso de turismo rural organizado por Acaltur, este suscitando esta controversia, era uno de los objetivos y que contentos estamos pues lo hemos conseguido, sabiamos perfectamente los ponentes que teniamos que llevar para conseguir que el congreso fuese el inicio de un IV congreso virtual, aplicando las tecnologías de la información,y la capacidad de motivación de los participantes.
      Una vez conseguidos los objetivos, sabemos que de este encuentro virtual, podemos poner el nombre que cada uno de nosotros queramos, reinventar la irrealidad rural, el turismo rural pervertido, y todos los calificativos que cada uno de nosotros queremaos manifestar a traves de los medios.
      No se debe despreciar la labor tan importante que han realizado algunos de los propietarios que en su día con muy pocos recursos apostaron por algo que ahora lo llamamos T. Rural y que en estos momentos está de moda, moda a la que se han apuntado muchos neorurales, empresarios, medioempresarios, que no hace muchos años, consideraban a muchos promotores de turismo rural, como de segundo nivel. Que facil es apuntarse al carro, cuando el carro esta ya en marcha, lo dificil es hacer que el carro inicie el camino. No debemos olvidar nunca de donte partimos para mejorar lo nuestro.
      Como me dijo en una ocasión mi padre el SR. JESUS, a una apreciación mía, » sobre la destrución de ciertos elementos o de cierts habitos del medio rural» SUS MANIFESTACIONES FUERON: NOSOTROS HABREMOS DESTRUIDO ELEMENTOS O HABITOS QUE NO DEBIERAMOS HABER DESTRUIDO, PERO NOSOTROS HEMOS SIDO LOS QUE NOS HEMOS QUEDADO EN ESTE MEDIO DEFENESTRADO DURANTE MUCHOS AÑOS, PARA QUE VOSOTROS, AHORA PODAIS PARTICIPAR DEL TURISMO RURAL, COMO PROMOTORES Y COMO TURISTAS.
      Creo que no le faltaba razón, por lo tanto, los que están llegando en estos momentos deberían al nemos respetar lo realizado hasta este momento,aún reconociendo que se han cometido errores, pero, quien no ha cometido errores? o es que cada uno de nosotros estamos en posesión de la verdad; nada es escluyente, todo es complementario. Lo importante es ser respoetuoso con el territorio y lo que es más importante con los habitantes del mismo. si queremos aplicar la arquitectura de los sentidos y otros valores que todos estamos manifestando despues de este congreso debemos aplicar criterios de rentabilidad económica, rentabilidad social,rentabilidad medioambiental, patrimonial y cultural.
      He observado alguna apreciación sobre que el turismo rural tiene los años contados, discrepo de esta opinión y no solo discrepo, sino que además, apostillo que el turismo rural, tiene futuro, bueno como se quiera llamar, turismo rural, turismo en el medio rural, turismo en espacio natural, turismo en pueblos de menos de 3000 turismo de interior y más y más…….
      Hay una realidad tangible, y no es otra que la económica, sino hay rentabilidad económica, los alojamientos del tipo que sean, con espigas, con estrellas, clasificados, no clasificados, de arquitectura de los sentidos, de arquitectura pervertida, de arquitectura rural, con trato humano, con trato único, diferente como se quiera, iran cayendo comohan caido otros empresarios que se las prometían muy felices hace poco tiempo.
      Lo idílico, lo fascinante, lo liberal, lo guay, lo bucólico,lo que a mi como promotor y empresario de turismo rural me gustaría, es que todos fuesemos libres para desarrollar cualquier negocio, aplicando el sentido común y la responsabilidad, sin documentos, sin papeles, sin permisos, que el mercado lo regule todo, pero la realidad me dice que es utopia, por lo que dejemos que cada persona aplique su utopia dentro de su megocio, pero dentro de unos parametros que todos entendemos como sentido comun
      Reitero considero que clasificar los alojamientos es necesario en estos momentos y hablar de utopias es otra cosa, no todos los alojamientos pueden ser la Posada del Agua de mi compañero IBAN JAEN, si todos fuesen iguales se perderia lo que estamos manifestando en estos momentos, por cierto a mi me gusta mucho, es muy bonita, pero lo mismo dentro de 10 años, ya no es tan bonita, entonces que diran los nuevos promotores,
      La clasificación no es incompatible con otros conceptos, que por supuesto les aplico en mi establecimiento rural y en mi museo privado de la harina y la miel, y que no dejare de aplicar tenga 2,3 4 o 5 espigas. Pero mis clientes sabran que tipo de establecimiento es el que han elegido, luego de la experiencia en el lugar dependerá de muchos factores.
      La clasificación será un éxito en el turismo rural, y el turismo rural se seguirá imponiendo con los nuevos conceptos. que por supuesto serán valorables.

      • Por supuesto que la clasificación no es incompatible con otros conceptos. A mí me gusta clasificar, como está reconocido públicamente. Lo vengo haciendo durante 23 años ininterrumpidos. Y sigo clasificando.

        Lo que intelectualmente rechazo es una clasificación oficial. Porque, dada mi experiencia como clasificador, sé que toda clasificación es subjetiva. La mía, de hecho, es subjetivísima. Y por esta razón considero intolerable que la subjetiva clasificación de un funcionario o de un político ocasional sea de obligado cumplimiento para alguien que sostiene un negocio, a veces contra viento y marea.

        Porque, en efecto, no todos los establecimientos pueden ser como la Posada del Agua. Es decir, no todos los alojamientos rurales son tan lucidos como la Posada del Agua, has querido decir, Javier.

        Y por eso me parece un absurdo y un mal muy grande que el patrón clasificatorio de los alojamientos menos lucidos que la Posada del Agua condicionen en sus parámetros la lucidez de la Posada del Agua.

        Es absurdo, injusto, inmoral y hasta intervencionista, soviético.

        Me encanta el sistema de clasificación por espigas que tú apadrinas, Javier. Me parece original, claro y bonito. Me encanta, de verdad. Pero no puedo aceptar que sea impuesto a todo el mundo por ley.

    • No sé si conoces -imagino que sí por lo que dices- el sistema de clasificación que Asetur ha implantado en nuestro país. Actualmente están clasificados unos 600 establecimientos, de ellos 200 en Castilla y León. El sistema es voluntario y un mismo propietario puede autoevaluarse antes de solicitar la tan hablada clasificación por espigas, lo que ha supuesto un plan de mejora en estos 600 establecimientos para conseguir el mayor número de espigas posible. Porque es evidente que todos decimos que lo que importa son los valores que hemos defendido durante el congreso y, por supuesto, fuera del mismo. Pero lo que puedo manifestar en este comentario es que de los 600 establecimientos clasificados, solamente un propietario manifestó que en lugar de 5 espigas quería 4 espigas, argumentando que las 5 espigas, nivel máximo, le iba a suponer un nivel de exigencia superior y que no sabía si él y su alojamiento cumplirían con las expectativas que los clientes se harían con este nivel. Esto significa que los demás 599 propietarios estaban de acuerdo con la clasificación obtenida o bien hacían alegaciones para conseguir un nivel superior.
      El sistema de clasificación, cuya marca de garantía la tiene reconocida Asetur en la Oficina de Marcas y Patentes, es el de cinco niveles y como símbolo las espigas. Nadie más tiene reconocida esta marca y este sistema, y como bien sabes es un sistema voluntario y subjetivo, porque en la subjetividad está la diferenciación, la unicidad, la garantía de éxito de este sistema. Es nuestro patrimonio emocional, el que tiene que primar, lo subjetivo es bueno bien aplicado y bien entendido.
      Fernando, creo que los pasos se están dando hacía el camino correcto y estoy convencido que este congreso que hemos celebrado ha sido el punto desde donde se iniciaran multitud de caminos hacia el éxito del turismo rural auténtico, recogiendo todas las tendencias y todas las corrientes.
      Lo importante es crear ilusiones a los promotores y a los turístas, a través de mecanismos emocionales.

      • Espero que mi establecimiento no se llegue a clasificar por espigas. Los clientes son los que han clasificado, clasifican y clasificaran, y además son los que durante 20 años que llevamos en el turismo rural han hecho que funcione nuestra cuenta de resultados (que al final es lo que importa). Y nosotros no tenemos una actividad complementaria..

  7. Hola Fernando,

    Mi planteamiento necesita una elaboración, ya que en lo que comentas tienes toda razón. Si trabajase como lo describes, yo mismo me criticaría y duro. En mi planteamiento me había limitado a las clasificaciones por las administraciones de un lado y la inteligencia colectiva de los medios sociales del otro.
    No hablé de mi manera de escoger las casas y hoteles, ya que creí que eso se podía deducir de lo que estaba escibiendo sobre la utilidad de tener una clasificación visto el deseo de un turoperador o un cliente de querer una casa rural o un hotel de un cierto nivel y visto la imposibilidad de conocer uno mismo toda la oferta de turismo rural de toda España.
    ¿Cómo puedo escoger entre las 3.400 casas de Castilla y León las casas que quizás quisiera incluir en mi oferta? Sólo tomando como uno de mis bases una clasificación de las casas (no necesariamente la clasificación de la administración). A base de tal clasificación y, desde varios años, también del contenido de los medios sociales puedo hacer una primera selección de casas que me podrían interesar para mi oferta. Y para saber si realmente lo son, claro que necesito visitar esas casas y lo hago y lo continúo haciendo.
    Cuando empecé, p.ej., trabajar con la RAAR en Andalucía, decidí en algún momento de querer ofertar casi exclusivamente las casas con tres aceitunas. Y cada año, después de una primera selección de casas y mi visita a esa selección, siempre había casas, donde mi opinión no concordaba con la clasificación de la RAAR y que por ende no entraban en mi oferta. Y también había casas que caían de la oferta por no cumplir con mis criterios de calidad.
    Es decir que nunca las clasificaciones han regido mi trabajo. Sólo han sido una base. Y lo han sido más que todo en mis primeros años de ofertar el turismo rural español a mis clientes holandeses y belgas. En este momento claro que me fío más que todo en mis receptivos de confianza.

    Un comentario sobre una otra observación tuya de que no existen sistemas clasificatorios en educación y salud. En Holanda sí existen o se empiezan a hacer por el deseo de los usuarios de tener suficiente información antes de entrar en una universidad o en un hospital. Para las diferentes carreras universitarias hay comisiones que dan una puntuación a una carrera en las varias universidades en que se da tal carrera. Y también para los hospitales hay una clasificación por puntos de las diversas especialidades en los diferentes hospitales. En una página web del ministerio de salud puedes encontrar en cual hospital tienen la mejor puntuación en la especialidad que necesitas para curarte del problema que tienes.

  8. Quien califica al mejor cirujano?, sin duda alguna, sus pacientes, ellos son los que dicen si el cirujano es excelente y así se lo transmitirán a sus amigos,que hace la Administración? cualificar como Medico especialista en cirugía, por que ha superado los estudios requeridos, pero no lo califica como cirujano 5 estrellas. En general esto es lo que sucede en todas las profesiones o negocios, las Administraciones homologan en función de la superación de la cualificación exigida, la calificación corresponde a los clientes en función de otros muchos elementos que tienen en cuenta, satisfacción, atención, pericia en la profesión, trato, servicios prestados, aptitudes ante el cliente, simpatía, empatía, etc. Creo no existe ningún organismo capaz de calificar a profesionales, empresas o servicios teniendo en cuenta estos parámetros, solamente las personas libre y subjetivamente califican a médicos, cocineros,hospitales, clínicas, agentes comerciales, mecánicos, restaurantes y por supuesto lugares donde alojarse, disfrutar de una escapada o celebrar un aniversario especial. La satisfacción obtenida, sera su calificación y la forma de transmitirlo a otros, no cambia, antes el boca a boca, hoy el boca a boca con una diferencia la amplificación potentísima que ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación. El papel de otros profesionales del sector turístico, prescriptores, críticos, guías de viajes, portales, agencias, el de siempre, prospectar y hacer su calificación, para ofrecer una buena información a los clientes que les ayude donde encontrar ese lugar ideal para cumplir sus deseos. Todos los que tenemos algún interés en este sector, deberíamos hacer lo posible por cooperar e innovar para generar ilusión a nosotros y a nuestros clientes, o acaso alguien es capaz de llevar un negocio sin ilusión?

  9. Llevamos años y años observando que la categoria nos la ponen los clientes y la Admon insiste en querer categorizandonos sobre el papel y con tecnicos que no saben lo que es un hotel,una posada, un restaurante, etc, etc. Dice la sabiduria popular…..esto no sabiendo es muy muy dificil…

  10. Nunca más de actualidad este refrán que dice: «Dios los cría… (oferta y demanda) y ellos se juntan.
    Todo ello de forma natural, sin clasificaciones y ahora más rápido via internet.

  11. Es cierto que la categoria la ponen los clientes ante eso nadie pone duda, pero no es cierto que un porcentaje de esos clientes para llegar a nosotros a visitado distintos medios o a ido a una agencia a buscar el alojamiento que creen se adapta a sus necesidades o buscado en redes, y no es menos cierto que cuando buscamos hotel siempre usamos unas indicaciones sobre nuestras necesidades utilizadndo sus clasificaciones…

    • Efectivamente, siempre busqué los alojamientos para visitar a través de la guia «Pequeños Hoteles con encanto», mi referencia era el criterio de un profesional que visitaba los hoteles y los calificaba segun su criterio,describia detalles que resaltaba y decía aquellos otros que no le gustaban, criterio que compartía y que nunca me defraudó en mis visitas. Quien califica en la Guia Michelin a los restaurantes? que confianza ofrece a los futuros clientes?, creo que son respuestas faciles…..

  12. No puedo estar más de acuerdo contigo, Fernando. En mi caso tengo un establecimiento que podría estar mejor clasificado por su condición. Sin embargo, esto cada día me preocupa mucho menos porque comparto esos valores que comentas.
    Lástima no vinieras al congreso de Turismo Rural en Navarra.

    • Los valores que se propusieron el el congreso los compartimos la mayoría de las personas que somos promotores de turismo rural. Estos valores no son incompatibles con un clasificación. ¿Por qué tanto miedo a una clasificación?

      • ¿Cómo que miedo? Todo lo contrario, tiene miedo quien quiere tutelas, miedo a enfrentarse libremente con sus clientes y decir quién es uno y qué desea para ellos. No es miedo, es una necesidad de quitar barreras, de quitar burocracia, de salir a pecho descubierto al mercado. ¿Es esto miedo? ¿A qué?

      • No entiendo qué es eso de salir a pecho descubierto al mercado. Todos estamos en el mercado, y no hace falta salir a pecho descubierto. Hace falta estar con rigor, con profesionalidad, con honestidad y con legalidad. Clasificación no es sinónimo de tutelas ni miedo. Todo lo contrario, es sinónimo de transparencia profesional.

  13. Estimada Montse:

    Con todos mis respetos por tu opinión, pero creo que en este país nos perdemos entre la maraña de la burocracia, tenemos leyes para todo, son tantas que es imposible conocerlas sin el recurso a varios expertos, sin embargo cuando tenemos conflictos, estos se eternizan en esa maraña, lo que hace poco efectivas tantas normativas. Y digo yo, no es mas fácil una normativa clara y sencilla de mínimos, seguridad, habitabilidad y responsabilidad y una buena inspección en defensa de los intereses de los usuarios, todo ello exigible en un proyecto de negocio y dejar los calificativos y calificaciones y clasificaciones a la libre competencia y criterio de los usuarios?. Seguramente se agilizarían los tramites y los emprendedores podrían llevar a cabo sus proyectos en tiempo real y tendríamos una clase empresarial mucho mas dinámica y comprometida y los clientes saldrían beneficiados de esas iniciativas.

  14. Los clientes no clasifican, los clientes dan su opinión y seguramente que será subjetiva, o relativa como todo en la vida.
    Para que puedan dar su opinión, al menos tendrán que ir a tú establecimiento, que no dudo que merecera una buena opinión.

    • Si, si, Francisco, los clientes te califican y clasifican, en que grado de satisfaccion obtienen en tu establecimiento y ademas se lo hacen saber a otros, a sus amigos, compañeros de trabajo, etc, a ese proceso se le llama «referencias» y es el mas eficaz de los medios para que los clientes acudan a nuestros alojamientos, junto con las guias especializadas y los portales especificos de turismo y viaje,las opininiones de huespedes y prescriptores profesionales en dichos medios, junto al esfuerzo en Marketing.En ninguno ha sido importante la clasificación oficial y me han dado muchos clientes y la única guia oficial de turismo en la que obligatoriamente estamos, no nos ha dado ni una sola reserva, donde está entonces la historia?

  15. Muy interesante el debate y muy interesante el contenido principal. Fernando, una vez más gracias. Creo que el debate se refiere en concreto al turismo rural, cuando el problema es más amplio, parte de los fundamentos de una sociedad y los pilares económicos que la sustentan. Estamos en un momento de economía de mercado, libre mercado. Los paradigmas del intervencionismo, el control, la clasificación burocrática etc. están ya más que obsoletas y fuera de juego en la economía mundial actual (a excepción de algún lugar en el mundo como China o Cuba, aunque es este un debate fuera de nuestro alcance actual). Pero eso son argumentos macro económicos de un modo de vida actual, que se pueden y deben extrapolar, en nuestro caso, al gremio del turismo rural (incluyendo en este a los que realmente nos dedicamos a ello y por tanto nos interesa mucho su desarrollo, que haría el primer filtro importante dentro de la masa de lugares que hoy día ofrecen una cama para dormir en España). A la gran mayoría de establecimientos de mi comarca por ejemplo (Sierra de Gata, al norte de Cáceres) les aseguro que no le importa todo esto de que hablamos, es más, ni siquiera serán conscientes de los argumentos y diálogos aquí vertidos. Únicamente prestarán atención si un burócrata les ofrece «obtener espigas» para tener mejor calificación dentro de cara a la Junta correspondiente (no tengo claro ni dónde se publican esas calificaciones ni quién las utiliza ni para qué, la verdad). Pero la pequeña minoría que efectivamente prestamos atención a foros como estos, creo que tenemos superada la fase en la que el inspector de turno nos ponga nota y valore si somos «mejores» que los de al lado, en base siempre a sus criterios, claro. Por lo menos en nuestro caso, ya que ni vivimos de esas «notas oficiales» ni nos supone beneficio económico alguno (gran razón por la que estamos aquí, además de otras). Todo lo contrario que una buena crítica en un medio de prestigio, unos buenos comentarios en un buscador de turismo o una importante red de fans en Facebook.

    Creo que todo esto último debería ser lo realmente importante para nosotros, siempre es el mercado el que dictamina quién sobrevive y quién no, y es el mercado el que decide quién es bueno y quién no, aunque ayuden mucho críticas, reseñas en prensa etc. Pero desde luego creo que a nadie ayuda en demasía la espiga oficial, ya que no tengo claro que los clientes las busquen (jamás ningún cliente me ha preguntado cuantas espigas tiene nuestro pequeño hotel, aunque si me han preguntado acerca de la página de facebook, sobre los cometarios en buscadores etc.). Ese es el modelo económico en el que vivimos, y así debería extrapolarse a la realidad del turismo rural, en mi humilde opinión.

    • Totalmente de acuerdo con tigo Alfonso, ese es el verdadero espiritu, lo que realmente importa es lo que hacemos por nuestros huespedes y como ellos lo recepcionan y a partir de ese momento empieza la sinergia huesped-anfitrion que generará un circulo de amistad cada vez mas amplio en función de ese ambiente que se crea, si tuviera que empezar de nuevo, pediria la calificación de pensión, en la categoria de 1 diligencia, menos burocracia, menos impedimentos y mas capacidad y libertad para hacer eso tan sencillo, que tus huespedes sean tus amigos.

  16. El Congreso Fantasma

    Supongo que el congreso pretendía reunir a todos los empresarios de turismo de interior ubicados en zonas no urbanas, sin exclusiones de pertenencias a asociaciones u otra organizaciones. Si es así, lo han comunicado muy mal, ya que los empresarios de la zona norte de Gredos que no pertenecemos a asociaciones de turismo rural, y somos muchos, nos hemos enterado un par de días antes por la prensa local que este congreso se iba a celebrar, y desde luego no hemos recibido notificación o invitación directa por Acaltur o Asetur para participar en el congreso; otra cosa es que el congreso solamente fuera para asociados y por eso no hemos sido convocados, pero me temo que no es este el caso ya que en su pagina web ponía bien claro que la cuota para asistir al congreso era de una cantidad y si no eras asociados era otra.
    Así que un cero a Acaltur en comunicación, aunque esto no nos exime a los empresarios de turismo de estar más al día por otros medio para la asistencia a estos actos.
    Y como todos sufrimos las leyes anticuadas y absurdas, la burocracia inamovible, el politiqueo partidista y cerril, cómo no voy a estar de acuerdo con lo que dice y predica Fernando Gallardo desde hace milenios.
    Por eso desde hace mucho tiempo arrié las banderas que las instituciones me enviaron para que las pusiese en mi local, e izé la bandera negra con la calavera y las tibias cruzadas.
    No os rompáis el coco mientras haya energúmenos y energúmenas con poder que crean que las hoces, martillos, espigas, aceitunas, chimeneas son unas ideas cojonudas para poner en su sitio a los ignorantes empresarios de turismo. El panorama está claro: mi consejo es que vayáis a vuestra delegación de turismo de la zona y exijáis que queréis recalificar vuestro establecimiento a no tener clasificación, tienes derecho a ello, y así se les crea un conflicto intelectual y un cruce de cables que con un poco de suerte se les fríe el cerebro y dejan de darnos la barrila…

    • Ves… Por aquí en Aragón se invita a todo el mundo y siempre es gratis… Eso si, nunca se aceptan ni invitan a ponentes que no sigan las directrices marcadas desde el departamento de turismo, ni mucho menos, con ideas nuevas. Tan solo asesores que, bien pagados, nos venden razones para seguir en el redil.

      Triste.

      Ahora que lo pienso, a lo mejor es por eso que a unos cuantos del Matarraña nos suelen invitar tarde, para ver si no vamos, no sea que demos nuestra opinión, libremente, como hace Fernando en su intervención…

  17. Caramba, 25 intervenciones ha provocado ya este artículo sobre el turismo rural. Iba a ponerme hoy mismo a escribir otro artículo, pero vista la fecundidad de éste me resisto a abandonarlo y dejar que otro ocupe la primera plana.

    A juzgar por el último comentario que firma Javier Herrera, presidente de Acaltur, interpreto que esta reflexión de los últimos días le ha animado a aceptar que la Administración no imponga ningún sistema obligatorio de clasificación y sea Asetur quien otorgue las espigas a los establecimientos que voluntariamente lo decidan.

    «Fernando, creo que los pasos se están dando hacía el camino correcto y estoy convencido que este congreso que hemos celebrado ha sido el punto desde donde se iniciaran multitud de caminos hacia el éxito del turismo rural auténtico, recogiendo todas las tendencias y todas las corrientes», dice el presidente de Acaltur y creador del sistema de clasificación de casas rurales por espigas.

    «El sistema de clasificación, cuya marca de garantía la tiene reconocida Asetur en la Oficina de Marcas y Patentes, es el de cinco niveles y como símbolo las espigas. Nadie más tiene reconocida esta marca y este sistema, y como bien sabes es un sistema voluntario y subjetivo, porque en la subjetividad está la diferenciación, la unicidad, la garantía de éxito de este sistema. »

    Si es así, si como sugerí en el congreso la asociación Asetur transcrece de sus actuales funciones sectoriales y eleva el sistema de clasificación por espigas -de la que es propietaria- a una marca de garantía de adscripción voluntaria, yo apoyaré firmemente esta decisión y los pasos que se sigan en la promoción y extensión de la marca. Así será viable convertir la parametrización por espigas en un sistema garante de confiabilidad en las casas rurales por parte de los viajeros. Y quienes prefieran la vía de la independencia y la diferenciación no estarán obligados a comulgar con las ruedas de un molino subjetivo impuesto por la fuerza de la ley como de dudosa objetividad.

    Si es así, Javier Herrera, nada eclipsará un proyecto de renovación libre del turismo rural en España. Tu organización está situada en la mejor de las posiciones para iniciar este largo y esperanzador camino.

    • Es impresionante el debate que está causando esta tontería de las espigas que un día unos locos del turismo rural, asociados a Asetur, decidieron poner en marcha en contra de los criterios de las administraciones de nuestras respectivas comunidades. Me estoy dando cuenta de que es posible que sea más interesante de lo que yo pensaba y que a lo mejor algún día a algunos de los empresarios que nos les gustan las espigas les empiezan a gustar. Una pregunta: ¿se conoce el sistema de clasificación para opinar con tanta alegría? El sistema de clasificación por espigas es solamente para alojamientos rurales. Los hoteles tienen la clasificación por estrellas, y algunos un montón de placas en la puerta para diferenciarse. Pero yo manifiesto que las Q, las espigas, las ISO… hay que llevarlas en el corazón, además de en la puerta del establecimiento, sea del tipo que sea.
      Me es difícil sintetizar sobre lo que se está manifestando en este debate virtual, pero creo que hay opiniones gratuitas vertidas sobre este congreso. Por manifestar una de ellas, a los 3.400 alojamientos dados de alta como turismo rural se les ha enviado carta con el programa del congreso, además de salir en medios de comunicación regionales, periódicos, agencia de noticias, tvcyl. La ignorancia no exime de la responsabilidad de no estar informado o mal informado. No se debe culpar a los demás. A veces es bueno mirarse en un espejo.
      ¿Dónde han estado escondidos los empresarios relacionados con el turismo en la provincia de Ávila? Quizás hayan tenido todos los días una ocupación del 100% y no han podido dejar sus negocios, quizás ya lo saben todo, dejamos la pregunta en el aire.
      A Francisco decirle que no se había enterado del congreso, pero sí se había enterado del precio para socios y para no socios. Evidentemente que había una diferencia de 15 euros… es el libre mercado. Nadie dice que las espigas y demás símbolos que menciona sean cojonudas, pero creo que en la diferencia de opiniones está la clave del éxito del turismo en general.
      A Carmen decirla que no es la única que no quiere más estrellas. Hay empresarios de turismo rural que tampoco quieren más espigas y es muy loable. Si no es bueno el tener tanta asociación y tanta división cuál es lo bueno?
      Espero y deseo que este debate democrático y libre nos permita avanzar hacia el objetivo deseado.

  18. ¿De qué asociaciones hablamos, de locales o nacionales? Si hubiere nacionales, ¿de veras son tan representativas en el cómputo general del Estado? ¿Quién gestiona las susodichas asociaciones? Si hablamos del Estado (el gran culpable, según todos), ¿de veras va tan perdido en la gestión del turismo rural o no será que el susodicho Estado no encuentra interlocutor válido porque las patronales, que en teoría representan a todos, tan solo lo hacen con las casas rurales, que es muy difícilmente exportable por su -hablemos claro, si todos los contertulios lo hacen- baja calidad en general -hay excepciones- y discutible capacidad de exportación?
    Que nadie se sorprenda: eso es lo que se piensa de las casas rurales, y eso es lo que se opina del TRE en general: no es competitivo, a grandes rasgos. Y no lo es por muchas razones, pero básicamente por no querer mirar hacia fuera. Y hacia fuera no quiere decir al extranjero, no necesariamente. Se me acusará de elitista, quizás. Pero no es exactamente así: no se debe confundir elitismo con una búsqueda más o menos afortunada de sensaciones…
    Estoy de acuerdo con FG: el turismo rural ha muerto, o está muy tocado. Con él, sus asociaciones regionales, de agroturismo, de TR, de Turismo Verde, de Turismo Alternativo… que poco suman ya, la verdad. Hace falta un corpus nacional que englobe a los productos de calidad españoles. Algo que englobe a lo que realmente se pueda exportar fácilmente. Diferenciarlos -eso sí- de lo que no es alojamiento hotelero. Y que el mercado dicte sentencia.

  19. Fernando has dicho anteriormente «Me gustaría un turismo más libre, más abierto, más innovador, más emprendedor y más humano. Me gustaría un país con menos instituciones y más personas. Me gustaría una España con más alma».
    Hoy opino yo lo mismo, por ejemplo mi caso, por NORMA es HOTEL RESIDENCIA ¿Dios mio que es eso? lo primero que piensan los clientes al ver la R , restaurante, residencia que son apartamentos, todo menos que es habitaciones y desayunos, ¿Por qué no puedo estar dentro de los alojamientos rurales? porque por las habitaciones debo tener restaurante para ser posada PERO YA ESTAMOS CON LAS OBLIGACIONES. Como has dicho antes EL CLIENTE ES EL QUE PONE LAS ESTRELLAS O LAS ESPIGAS, yo podría tener mas estrellas pero no las quiero con la opinión del cliente es la que me vale y la que cuenta para el trabajo. Quitemos tanta norma y obligación y QUE CADA UNO CUMPLA CON SU TRABAJO dentro de las leyes y ¿POR QUE VA SER INTRUSISMO? Todos tenemos derecho a trabajar con calidad y respeto. Yo pienso que no es bueno tanta asociación y tanta división pues al final lo único que se hace es liar mas la madeja.

  20. Estimado Antonio,
    te comento esa «normativa clara y sencilla de mínimos, seguridad, habitabilidad y responsabilidad y una buena inspección en defensa de los intereses de los usuarios» es la que tu das dia a dia a tus clientes, el criterio de los ususarios es muy loable y lo apruebo cuando dejan sus opiniones aunque algunas veces las menos y todos lo sabemos salen por «peteneras», sigo apoyando una clasificacion que cada uno puede adaptar a su criterio, como bien dice Javier tu rellenas tu propia encuesta y decides si quieres cambiar algo o no, siguiendo por supuesto una norma.
    Y por cierto la Guia Michelin no se como funciona en Restaurante pero en alojamientos auditan un año por escrito y el siguient personalmente y confrontan el escrito con el visual, no avisan cuando vienen y si no cumples los requisitos «normas» te echan.

    • Una precisión, Montse, para no confundir las churras con las merinas. ¿Tú apoyas el proceder de la guía Michelin o prefieres que, independientemente de sus inspecciones anuales, el Gobierno te diga cómo debes adaptar tu establecimiento a su ley?
      Una precisión porque si sostienes que tú rellenas tu propia encuesta y decides qué quieres cambiar o no mal puedes defender entonces un sistema oficial de clasificación, ya sea con espigas o con estrellas. Si prospera la Ley de Turismo de la que hablamos tú no vas a poder decidir si cambias algo o no en tu establecimiento. No te confundas. Cuando decimos «norma» debemos precisar si esa norma debe ser de aplicación obligatoria o voluntaria.

      • Yo a estas alturas ya no se realmente donde voy a estar por que soy una de las pocas Casas Rurales de alojamiento compartido que existen en Castilla y Leon y debido a ello nos van a englobar en Hoteles, ves no estoy de acuerdo, no estoy ciega y soy consciente del perjuicio que me generara, ademas no se como piensan que nos podremos adaptar a este tema, se que al final sere lo que soy y hare lo que hago independientemente de lo digan pero, con esta ley si que se pierde la esencia del B&B, hasta ahora cuando rellenamos la encuesta no es lo que yo quiero cambiar sino las cosas que he mejorado desde la primera vez que nos visitaron, con las espigas es algo parecido hice la encuesta y estudie lo que mas me podia interesar, fui o asi lo creo consciente de a donde podia llegar y como podia mejorar pequeños aspectos, no voy a tener baños mas grandes por que hay lo que hay, ni mas salones, etc. pero si puedo mejorar una luz, una mesa, unas facilidades añadidas para que mis clientes disfruten de su estancia, con unas comodidades, pero sobre todo esta basado en como me gustaria que me trataran a mi, claro asi me pasa que cuando salgo me llevo unos chascos que para que.
        Y el Gobierno queramos o no, nos obligara, ahora tenemos la lucha de algo tan simple como la fosa septica, despues de 10 años nos obligan a modificarla o nos la precintan, no por que este mal simplemente han cambiado las normas, pues mucho me temo que lo demas sera igual.

  21. Fco Javier Herrera :
    No entiendo qué es eso de salir a pecho descubierto al mercado. Todos estamos en el mercado, y no hace falta salir a pecho descubierto. Hace falta estar con rigor, con profesionalidad, con honestidad y con legalidad. Clasificación no es sinónimo de tutelas ni miedo. Todo lo contrario, es sinónimo de transparencia profesional.

    Xacto, a pecho descubierto en el mercado, sin obligaciones normativas que coarten las relaciones con los clientes, entre clientes y tu, es decir transparencia y buen hacer profesional, sin tanta normativa burocrática que impide hacer las cosas en tiempo y acorde a lo que uno se plantea en su negocio, por esa burocracia normativa, nuestro hotel tardó 2 años mas de lo previsto, por esa burocracia normativa, no nos dieron una suvbencion de 25 millones de pesetas, toda esta burocracia ha hecho posible abrir nuestro hotel en plena crisis, no cuando tenia previsto, toda esa burocracia normativa, nos dió una calificacion de 3 estrellas y no de 4, por el simple hecho de no poner aire acondicionado en las habitaciones (imposible de ejecutar, precisamente por la normativa que limita las actuaciones en un edificio inventariado por los mismos que crean las normativas), aire acondicionado en Asturias donde la temperatura en pleno mes de Agosto, en un edificio con muros de piedra de 100 cm de ancho, no pasa de 23º, temperatura por cierto recomendada por otra normativa, para no consumir energia. Solo pido que me dejen, que no me hechen una mano a salvarme, que para eso ya estan mis enemigos. Alguien da mas????

  22. Desde mi humilde punto de vista, que obviamente es personal, me parece que tenemos suficientes clasificaciones oficiales que confunden a clientes y usuarios y dificultan a los propietarios en la creación de las estrategias de sus negocios. Ya sean estrellas o espigas, no reflejan la calidad del servicio de los establecimientos, que es en realidad lo que marca la diferencia entre una categoría u otra. Mas todavía si nuestra meta es lanzar nuestro producto al mercado internacional que entiende de una manera distinta las clasificaciones.
    Apruebo obviamente que se quiera diferenciar los distintos establecimientos surgidos, algunos como negocios turísticos y otros como mejoras personales en sus propias residencias, pero lo importante no es establecer una categoría «de por vida» basada en las instalaciones, que obviamente deben irse mejorando con el paso de los años y no siempre se cumple, ni establecer leyes estáticas que diferencian ya sean hoteles, casas rurales… tan sólo por tener 1o no un ascensor (la junta de Andalucia concede 5* si se tienen 2 ascensores independientemente del resto de servicios del hotel) o tantos otros casos absurdos en las diferentes legislaciones de este país. Y digo diferentes porque has de ir remitiendote a la general, local o autonómica dependiendo. Porqué no simplificar y actualizar la legislación existente???????

  23. Nos encanta medir todo lo que nos rodea…El beneficio que aporta esa clasificación es mayor que el esfuerzo que supondrá tanto para las instituciones como para los establecimientos? O quizá sería suficiente con simplificar los trámites del sistema actual?

    Estaría bien hacer un listado de las necesidades reales del Turismo Rural y posteriormente ordenarlas según importancia. Creo que la del asunto que nos ocupa no estaría en los primeros puestos. Si se va a gastar dinero, dedicarlo a los primeros puestos.

    Esta mi humilde opinión.

  24. Es posible, Begoña, que tu establecimiento no se clasifique por espigas, pero hay en estos momentos un porcentaje más alto de que se clasifique por espigas. Los clientes no clasifican, los clientes dan su opinión, pero si quieres que los clientes clasifiquen pues no te preocupes que seguro que te clasificarán en su momento. Te acuerdas cuando estabas implicada en amapola calitat, lo que se pretendía era una clasificación de alojamientos de un cierto nivel. Tener una actividad complementaria es muy importante, no deja de ser una diversificación de la economía.
    Las espigas son unas espigas vanguardistas, quizás no las conozcas, y son espigas porque nosotros decimos que son espigas, pero bien pudieran ser lo que cada uno de nosotros quiera interpretar. Te animo a que las veas en el portal http://www.ecoturismorural.com
    Reitero: es bueno no confundir churras con merinas. Hay espacio para todo y para todos, y estos espacios iran modificándose en función de infinidad de matíces y de percepciones. Respeto y tolerancia, para las flores secas, para la arquitectura de los sentidos, para la diferencia y para la pluralidad. Hay infinidad de variables que nos hacen llegar al sentido común. Lo importante es aplicar el sentido común, que es el mejor de los sentidos.
    Pasaré por tu establecimiento para clasificarte como cliente, por supuesto con espigas.

  25. Por cierto, además de las espigas, también estamos trabajando con la central de reservas http://www.castillayleonesvida.com. Otro paso más de innovación y de desarrollo tecnológico para el turismo rural, y encima gratis. Qué interesante es que te gestionen tus reservas y encima de forma gratuita, con la que nos está cayendo. Aún algunos no se han enterado que hay otras formas de llevar tu negocio, sin costarte dinero.
    Como comentario, ¿sabeis que las casas clasificadas por espigas tienen más reservas que las que no están clasificadas? Quizás sea una casualidad o quizás coincidencia. O quizás que a los clientes les interesa conocer qué establecimiento es el que van a elegir.
    Seguiremos informando sobre las espigas y la central de reservas.

  26. Voy a hacer una pregunta un tanto malévola, pero que espero no siente mal: ¿existe algún país europeo que regule el TR – Turismo Rural – como el turismo convencional? Si no es así, ¿han reflexionado los gestores de Castilla León el porqué de tal no regulación? Si tal legislación se llevare definitivamente a cabo, ¿han pensado los actuales gestores de la cosa pública castellano leonesa el montante que va a suponer la promoción nacional e internacional de las espigas en ciernes? Porque eso supongo que los políticos contarán con ello, que esos normativos cereales van ser publicitados por toda Europa, y no tan sólo en Fitur y alguna feria más: no, deberá ser una tarea de entrevistas explicativas, de llevar periodistas, prescriptores extranjeros y nacionales….Como dice el señor Gallardo, posicionar una marca lleva un tiempo a veces demasiado largo para la celeridad del mercado, de la industria….¿ De veras han pensado que tres espigas traerán beneficios a corto y medio plazo?
    Realmente, si aún están a tiempo, lo reflexionaría un poco más, a no ser que se quiera correr el riesgo de acabar como la Q del ICTE…..
    Muchas gracias

  27. Sí existen países europeos que regulan el turismo rural y los gastos de promocionar el turismo rural en el territorio nacional e internacional serán los mismos que actualmente. Miento, serán menores por la crisis económica, cual es el motivo para hablar de tres espigas, de donde sale ese número. Cuando se habla y se escribe sin conocer la realidad se corre el riesgo de hablar de forma equivocada. Querer comparar el sistema de clasificación en cinco niveles con la famosa Q es cuanto menos un malísima comparación.

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