El XI Congreso de Empresarios Hoteleros Españoles, que organiza la patronal CEHAT, ya ha nacarado su perla habitual, como viene ocurriendo cada vez que estos empresarios se reúnen. De todo se habla estos días en Santiago de Compostela, pero me ha llamado mucho la atención la pertinaz reivindicación de este colectivo por la privatización de la cadena hotelera estatal Paradores de Turismo. El argumento es invariable: la competencia que supone para el sector privado el modelo de Paradores.
Es cierto, mil veces cierto, que los Paradores de Turismo supone para el sector privado una competencia estimulante, innovadora, emblemática y emocional. Sin ellos muchos hoteles privados no existirían. Sin ellos, muchos hoteleros de los que se dan cita estos días en Compostela estarían aún con chupete en la boca y otros tantos ya se habrían arruinado por incompetentes. Porque en los negocios está claro que hay que ser competente. Y nuestros Paradores de Turismo compiten, y bien que compiten.
Gracias a los Paradores del marqués de la Vega Inclán nuestro país inició su revolución turística. Se abrió una nueva era en la que el turismo empezó a ser considerado un actividad cultural y un motor económico de primera magnitud. Durante los años de la explosión turística, el franquista ministro del ramo, a la sazón Manuel Fraga Iribarne, extendió con decisión la red de Paradores por todas las provincias españolas, incluidas las islas Canarias. Todavía se recuerda la odisea que fue la construcción del parador de El Hierro, cuando muchos de los materiales empleados fueron transportados en helicóptero hasta aquel inaccesible lugar, donde incluso el dinámico Fraga llegó a hincar sus posaderas en volandas. Como consecuencia de aquella iniciativa, España empezó a ser un destino considerado mundialmente y alcanzó pronto el podio de las grandes potencias turísticas.
Paradores de Turismo ha sido y sigue siendo la bandera del turismo de calidad en España. Su flamear se divisa en todo el orbe, y muchos son los países que sueñan –la Francia de Sarkozy ya lo programa– con poseer una cadena tan deslumbrante, culta y salvaguarda del patrimonio histórico como Paradores. Otrosí digo: no existe en el mundo una cadena tan completa ni más bonita que la de nuestros Paradores de Turismo, fermento de la buena hotelería en España.
Por eso, la reiterada acusación de CEHAT a la ilícita competencia de Paradores no se entiende, pues ya hemos dicho que la mayoría de sus miembros lo son gracias a la existencia de la red estatal. Bueno…, no lo entiende un marciano, porque nosotros sí sabemos por qué se quejan los empresarios de la CEHAT. Que frente a los 15.000 hoteles en concurrencia legal hoy existentes en España, una cadena de 100 establecimientos haga daño a la iniciativa privada quiere decir que esa iniciativa ni es iniciativa ni es tan privada. No puede ser iniciativa porque solo el tiempo empleado en asistir a un congreso para proclamar semejante estulticia revela que no tienen mucho que hacer en sus casas, siquiera para salvarlas de la crisis que hoy los atormenta. No es tan privada porque una de las tablas de salvamento a las que más rápidamente se han agarrado estos empresarios han sido los créditos subvencionados por la misma entidad pública que ostenta el título de propiedad de sus odiados Paradores de Turismo.
Los empresarios juiciosos que asisten a este congreso de la CEHAT deberían organizar sin dilación un homenaje público a los Paradores de Turismo, sin cuya existencia ellos no estarían allí. Y los no juiciosos deberían hacerse revisar, entre sesión y sesión, por un siquiatra de la escuela de Buenos Aires.
Fernando Gallardo |
Fernando, qué acertada me parece tu reflexión. Poco a poco me voy adentrando en este mundo y se ven cosas curiosas.
Felicidades
Suscribo lo dicho por Fernando. El fenómeno Paradores ha sido el mejor invento de España del siglo XX y algo por lo que, efectivamente somos envidiados en muchos países. Un proyecto que ha dinamizado turísticamente un país, que lo ha puesto en el mapa turístico mundial y que, de paso, ha salvado un patrimonio que en muchos casos estaba condenado a desaparecer. ¡Ahí es nada!
Sin embargo, como todo en esta vida, son objetables algunas cuestiones puntuales. Así a veces cuesta entender la puesta en marcha de un nuevo parador en zonas donde el desarrollo turístico ya es suficiente o excesivo y donde a veces ya existe un anterior parador. Por otra parte, cuando sale a otros países a promocionar su turismo interior, muchas veces da la impresión de que sólo existiesen los paradores. Todos sabemos que hay una gran hostelería de calidad, con sus asociaciones, clústeres y marcas de calidad. Habría que exigir un espacio en esas ferias y tendríamos por nuestra parte que hacer también los deberes en ese sentido.
Quizás los empresarios se quejen de esto: de la diferente manera que se tiene de ver cómo se salvaguardan los dineros públicos a un lado y otro de la Península Ibérica. Quizás debamos aprender algo de los portugueses, quizás. Quizás se quejen de la diferencia de trato financiero entre un grupo público y uno privado (el Plan Paradores incluye una inversión de 300 millones en 5 años, algo inasumible para las empresas privadas). Quizás se quejen por quejar, cierto. Quizás alguno de los quejicas sean muy poco aptos para mandar sus naves en medio de la tempestad de la crisis, quizás sí. Pero la crisis se hace mucho más llevadera con 300 millones de papá Estado, eso es inapelable, y quien niegue eso es que no quiere reconocer lo que es el mundo real de portazos en las entidades de crédito y en el propio ICO para esos planes RENOVE.
Por cierto: Sarkozy quiere instaurar el modelo Pousadas, el portugués. Mixto, por supuesto. Adecuado a la europa del s. XXI. No el español, más propio de unos tiempos pretéritos y felizmente pasados.
Hemos cambiado, hemos suprimido los monopolios, las empresas públicas de gestión, y de hecho tan sólo quedan las golden shares -una aberración al libre mercado- y… Paradores.
¿Cambiamos? Quizás sí, ¿no?
Querido Fernando, muchas gracias por tus acertadas plabras. Que razón tienes y que lógico les parece a algunos hoteleros del ladrillo y a otros de familia de siempre el quitarse «competencia» o mejor «comprar la competencia». Como nuevos ricos, qué equivocados me parecen. Algunos han olvidado las aportaciones que muchos de los paradores les han ayudado para crecer y desarrollarse, además de las aportaciones de los profesionales de los propios paradores que, como norma general, intentamos hacer para lo mejor que sabemos para mejorar en las zonas donde nos toca trabajar. Ejemplos se pueden dar muchos, pero «no hay más ciego que el que no quier ver». No se puede querer tener la misma rentabilidad en un hotel que en una inmobiliaria. Y muchos, con el afán de diversificar, han llegado tarde y los otros «negocios demasiado rentables» les pasan recibo ahora. Gracias otra vez por el claro y contundente artículo.
Después de haber promocionado en Europa, América, Asia y Oriente Medio durante más de 9 años Paradores de Turismo, puedo afirmar que somos la envidia universal y que todo país culto quiere tener una cadena así. Desde Francia os diré que el proyecto está aún bastante verde por falta actual de money, pero el Jefe está vendiendo a particulares muchos establecimientos pertenecientes a Patrimonio Francés, como antiguos hospitales, cuarteles, casas, etc., para recaudar fondos en una operación nunca antes acometida por ningun presidente francés. Las Pousadas de Portugal copiaron el modelo español y hace 7 años se abrieron (obligados por una cuentas de resultados muy rojas) a un sistema mixto de gestión, por lo que por concurso publico la cadena Pestana consiguió hacerse con un contrato de gestion de 20 años renovables (quedan 13) y con obligaciones de inversión anuales y el 49% de las acciones de la sociedad estatal de gestión ENATUR.
Creo que lo que nadie sensato pondría en peligro es la continuidad de Paradores. Lo que sí se pone en cuestión -otra cosa son las formas- es el modelo de Paradores. Porque hay muchos empresarios que quizás también apuesten por un turismo cultural. Muchos a su vez han levantado hoteles singulares con un esfuerzo encomiable, sin demasiadas ayudas. Hoy dichos hoteleros ven cómo sus años de esfuerzos se ven en dificultades, como muchos otros. Hoteleros cultos, inteligentes y quizás muy comprensivos con Paradores en público. Pero que en privado manifiestan su sorpresa por la gestión llevada a cabo hasta ahora por la SE de Turismo, muy estatalista y nada abierta a la iniciativa privada. Puedo dar buena fe de ello. Nada más que eso. Por ello pongo el énfasis en el ¿cambiamos? y no ¿suprimimos?, que no es lo mismo. Lo que digan en la CEHAT, pues más de lo mismo, en eso estoy de acuerdo con el señor Gallardo.
Mi reflexión no es si el modelo de gestión de Paradores debe ser público o privado. Desde hace 25 años, Paradores de Turismo se rige por una sociedad privada de derecho público. La idea de privatizar esa sociedad entra dentro de lo razonable, aunque no sé si tanto de lo deseable. Es altamente probable que una licitación a cadenas privadas (como Pestana, en Portugal) quedase desierta a poco que fuésemos exigentes con la preservación de nuestro Patrimonio histórico. De hecho, tengo mis dudas acerca de la continuidad del contrato que el Estado portugués mantiene con el grupo Pestana… A menos que Portugal renuncie a tener un patrimonio bien conservado o una cadena hotelera de calidad. Desde que Pestana gestiona las Pousadas observo un decaimiento en el estado de conservación de gran parte de sus edificios. Amén del incumplimiento de su misión como empresa que ha supuesto el cierre de varios establecimientos cuya existencia solo se sostenía en la puesta en valor de zonas geográficas de baja intensidad turística (uno de los enunciados copiados a aquellos que formuló en su día el marqués de la Vega Inclán para los Paradores de Turismo). La tendencia razonable para la empresa Pestana -e inconveniente para la vertebración económica del territorio portugués- es que las Pousadas se mantengan en las zonas geográficas más rentables y utilicen los canales de distribución del grupo vacacional Pestana en detrimento de otros más novedosos como los circuitos de amigos de la historia, por ejemplo.
La reflexión que me hago es otra muy distinta basada en el estupor que nos produce una patronal hotelera miedosa y conservadora en su crujir de dientes frente a la divinidad todopoderosa de Paradores de Turismo, que al parecer monopoliza el mercado turístico hasta hacer inviables sus 15.000 hoteles. O la inmensa mayoría de los hoteleros en este país necesita ir a un psicoanalista (El miedo a la libertad, Erich Fromm) o urge sustituir esa cúpula aterrorizada debido a algún trauma de la infancia por otros líderes más capaces y con más arreos para conducir al sector hotelero español hacia la salida al túnel de la crisis.
Tiene buena parte de razón Fernando en cuanto al experimento de gestión de Pestana sobre las Pousadas de Portugal. Los tres primeros años de contrato (en los que estuve trabajando allí) se respetó bastante bien el carisma y el factor diferencial de las Pousadas, pero a partir del 4º año éstas pasaron a ser un renglón más en el cuadro macro-económico de de sociedades del Grupo Pestana, junto a negocios como la aviación (Euroatlantic), hoteles de perfil diverso en tres continentes, multipropiedad, etc. En este momento solo los números y el ROI a corto plazo son las líneas a seguir, y poco a poco las Pousadas se están rigiendo con un modelo de gestión, y lo que es peor, un modelo operativo derivado de la hotelería urbana o del hotel de vacaciones que está provocando una pérdida de calidad general y sobre todo un lavado del «alma» de esta marca, que está perdiendo fuerza y color. Las nuevas aperturas en estos últimos años son efectivamente espectaculares por los monumentos que ocupan, pero ya nacen con la carga congénita citada anteriormente.
La verdad es que Paradores tiene la etiqueta «estatal» incluso con el estatuto jurídico más moderno de S.A. estatal, pero considero que es un valor tan grande para España que podríamos ponerlo a la misma altura de instituciones tan importantes como la Corona, el Ejército, el Banco de España, la Flora y Fauna Ibéricas… Y sería un riesgo enorme dilapidar esta obra de arte otorgando su gestión a un grupo hotelero que hoy puede ser el bueno y mañana quebrar. O descentralizar su gestión entre las 17 comunidades autónomas cada una de su padre y de su madre. Si queda algo en España que cubra a todos los españoles, los represente a todos ellos, tanto en España como en el Mundo, esto es la Red de Paradores de Turismo de España, a pesar de que siempre todo es mejorable en su gestión y en sus actuaciones como empresa.
Como este tema me interesa, sigo el debate. Rafa, una pregunta: ¿no echarías de menos más colaboración entre Paradores y la iniciativa privada? Por cierto, estoy de acuerdo en lo de que sería una lástima partir Paradores en 17, sí. Señor Gallardo, otra cuestión: ha reiterado diversas veces con su mención al marqués de Vega-Inclán y sus principios. ¿Cree que estos son válidos ahora que cuando fueron formulados, es decir en los albores del s. XX? Miro y observo con preocupación las obras que Paradores lleva a cabo en Ibiza. A los dos: ¿el interés patrimonial justificaría que cada habitación pueda llegar a salir a lo que va a salir finalmente? Quizás no se trate de dar Paradores a nadie. Ni de darlo a manos privadas, si se me apura. Sencillamente, quizás de lo que se trate es de crear sinergias entre iniciativas públicas y privadas. Quizás de lo que se trate es de escuchar a la competencia, – Paradores tiene una dura competencia en la figura de ciertos Clubs de Calidad- sentarse y hablar con ellos.
Quizás sea eso, nada más. Y también – es una posibilidad – si Paradores no estuviera en España, ahora sería mundialmente reconocida. Pero es un producto muy local, dicho con todo mi respeto y cariño hacia sus gestores. Saberse vender, posicionarse, esa es la clave. ¿Se sabe vender Paradores?
Totalmente de acuerdo con Fernando y con todos los que defienden Paradores, que es posiblemente la única marca verdaderamente española de prestigio en todo el mundo. Pero (siempre puede haber un pero) no siempre algunos empleados están a la altura de la «marca», algunos -funcionarios- con puesto fijo y muchos trienios pasan de los clientes.
Me gustaria hacerte una pequeña aclaración, los empleados de paradores no son funcionarios y no tienen en sus nóminas el concepto de antiguedad, este no existe. Quizás si fueran funcionarios y tuvieran los salarios de los mismos y todos los complementos, como el de la antigüedad, que estos poseen, estarían más a la altura de la marca, como tú dices. Con los salarios que tienen, bastante profesionales son.
Querida Maria Luisa, siento llevarte en parte la contraria, pero entre los trabajadores de Paradores los hay funcionarios, aunque la mayoría son Personal Laboral, los hay con triénios y sin ellos, pero, digamos no por su condición laboral, si no porque en su día, hace ya unos 20 años a todo el personal laboral de todas las administraciones les empezaron de una forma u otra, por un Decreto u otro, por un convenio colectivo u por otro, les fueron congelando los triénios si no quitándoselos, (antigüedad en el caso de trabajadores de Paradores), hubo quienes lo recurrieron y ganaron y siguen con sus triénios (antigüedad), Si no crees que eres personal laboral mira con quien has hecho tu contrato de trabajo. Una victoria más de los sindicatos.
Por cierto desde mayo 2007, fecha en la que se aprobó el Estatuto del Empleado Público estas de hecho incluida en él.
Creo que hay gran parte de razón entre todos los que estáis comentando por aquí. Los Paradores de Turismo son un sello distintitivo y de calidad de nuestro país. Creo que son el rasgo diferenciador en oferta turística respecto a otros… y los hoteles no han de tener esa sensación de competencia ilícita. Ellos forman parte de nuestro país, sí; pero no son patrimonio de nuestro país, que es diferente.
Estoy de acuerdo. Los paradores son la mejor imagen de hotelería que tenemos en el exterior, y creo sinceramente que debe seguir siendo una empresa estatal. ¿Que debe optimizar sus resultados? Naturalmente, pero no estar tan pendiente de la cuenta de resultados. Nuestros impuestos son los que sostienen a los Paradores y los pago con gusto, igual que lo hago para que se mantengan buenas carreteras, hospitales, escuelas y todo lo demás. Yo quisiera que los Paradores fuesen todavía mas y mejores. Esto me ayuda a mí y a mi establecimiento. Y no son competencia. Son un estímulo y muchas veces un colaborador de nuestro negocio, como experimentamos en nuestro caso haciendo cosas en conjunto con el Parador de Gredos, que lo tenemos al lado.
¿Que los Paradores pueden ser prepotentes, su personal, burócrata, por aquello del funcionariado? Pues como casi todos los que tenemos establecimientos hoteleros y nos creemos que somos los reyes del mambo.
Ahora, no sé qué pintan las Comunidades Autónomas haciendo esperpentos como las Casonas, las Posadas Reales, por citar aberraciones políticas que también salen de nuestros impuestos y que no ayudan para nada a una buena imagen de la hotelería, como sí lo hacen nuestros Paradores.
Gracias a todos por estas interesantes aportaciones, e insuflar ánimo, en un momento en el que todo vale y se dice de todo en aras de captar votos, sin pensar que detrás de esta gran empresa hay 4.300 trabajadores del turismo con un indice de rotación empresarial muy bajo, que sentimos Paradores como nuestra piel y que somos conscientes de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Somos muy conscientes que un ojo lo tenemos que tener puesto a nuestra cuenta de resultados. La gestión económica, cuando nuestro capital está suscrito por el Estado debe ser cuidadosa y auditada hasta su último euro. Pero, además, tenemos que tener otro ojo puesto a nuestro entorno, de forma que aportemos valor turístico-económico-cultural a cada lugar donde nos instauramos, creando riqueza, calidad, atención, poniendo en el mapa lugares desconocidos que ahora son flujo continuo de turistas, pertenecer a todas las asociaciones hoteleras y turísticas intentado ser partner de hoteleros y del resto de agentes turísticos. Y, sobre todo innovar, ser conejillos de indias en tecnología, gestión, operativa… Ya no vale haber sido la primera cadena en certificarse en excelencia o ser la primera cadena del mundo en certificaciones ambientales. Hay que seguir apostando por el I+D+i hotelero, de forma que el resto del sector se encargue de copiar y mejorar lo que Paradores arriesgue.
No debemos dejar de mencionar que algo tendrá Paradores cuando tantos países se han interesado por comprar su Know How para aplicar esta receta de éxito que no para de reinventarse.
Ahora, más que nunca, MAS PARADORES.
Soy trabajador de Paradores desde hace 12 años y nunca he tenido la curiosidad de rabajar en otra cadena. No soy funcionario. Mi sueldo es casi mileurista, pero soy feliz en esta casa porque es la esencia de la cultura, la gastronomía, de los entornos naturales; es decir, la España que nuestros clientes pueden ver estando en Paradores. En cuanto caiga en manos privadas tan solo serán números, como otras cadenas hoteleras, y entonces tendré otras inquietudes, las puramente económicas, y seguramente no haré el trabajo con el cariño y esfuerzo que hoy hago.
Seguro que cuando se privaticen lo primero que harán sus dueños es cerrar los paradores menos rentables y lo segundo es despedir a toda esos trabajadores eventuales para conseguir el ratio habitaciones/trabajadores, que en Paradores está en el 0,70 cuando en la privada está en el 0,30. Y la calidad ya sabemos quien la dan, sus empleados…
Defendiendo como defiendo la utilidad de la red de Paradores de Turismo, no puedo sino considerar una afirmación precipitada la de Samuel Margar, que no tienen ningún fundamento para proclamar lo que van a hacer los dueños de Paradores de Turismo, que somos todos, a través de nuestros nuevos representantes políticos. Además no sé de dónde extrae que «en la privada» la ratio de habitación por empleado sea de 0,30 cuando cada establecimiento o cadena hotelera tiene la suya en función del nicho que ocupa y la categoría de sus productos. Estas valoraciones precipitadas hacen, como han hecho siempre, mucho daño a la gestión eficiente de nuestros Paradores de Turismo.
Querido Angel Blasco, solo hacer hincapié en que los trabajadores de Paradores no son funcionarios, y por lo tanto no tienen ni trienios ni nada parecido. Paradores de Turismo es una S.A.
Querida Rocío, igual que le dije a María Luisa, siento llevarte en parte la contraria, pero entre los trabajadores de Paradores los hay funcionarios, aunque la mayoría son Personal Laboral, los hay con triénios y sin ellos, pero, digamos no por su condición laboral, si no porque en su día, hace ya unos 20 años a todo el personal laboral de todas las administraciones les empezaron de una forma u otra, por un Decreto u otro, por un convenio colectivo u por otro, les fueron congelando los triénios si no quitándoselos, (antigüedad en el caso de trabajadores de Paradores), hubo quienes lo recurrieron y ganaron y siguen con sus triénios (antigüedad), Si no crees que eres personal laboral mira con quien has hecho tu contrato de trabajo. Una victoria más de los sindicatos.
Lo de que trabajes o no trabajes en una empresa de “gestión” privada da igual. Hay muchas personas así. De todas formas en el estatuto jurídico más moderno “PARADORES DE TURISMO DE ESPAÑA, S.A. es una sociedad mercantil estatal, con forma de sociedad anónima, cuyo capital es, en su totalidad, de titularidad de la Administración General del Estado, Grupo Patrimonio, y cuyo régimen jurídico es el establecido por el Título VII de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, de Patrimonio de la Administraciones Públicas, y por el ordenamiento jurídico privado, salvo en las materias en que le es de aplicación la normativa presupuestaria, contable, de control financiero y de contratación”. Esta contratación no se refiere al personal, sino a contratos para la adquisición de los bienes y recursos necesarios para la actividad de la empresa. O sea, se supone que trabajas para el Estado.
Por cierto y seguro que no lo sabéis muchos, desde mayo 2007, fecha en la que se aprobó el Estatuto del Empleado Público, estás de hecho incluida en él.
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Felicito a Fernando Gallardo por sus análisis, y añado. Cuarenta y cinco años en Paradores, percibiendo la crítica y el ataque continuado de quienes deberían de rendir homenaje a Paradores por la promoción y conocimiento de todas las comunidades que a nivel mundial han hecho los Paradores, dando a conocer sus riquezas culturales y gastronómicas, para que la industria privada y el conjunto del turismo se beneficie, como debe de ser; uno de los fines para lo que fueron creados.
Si el objetivo de Paradores fuese prioritariamente competitivo, utilizando la profesionalidad de sus trabajadores y creando establecimientos en lugares estratégicos como hacen la mayoría de los empresarios, nadie dude que habría capacidad para hacerlo. Aun abriendo nuevos Paradores en lugares considerados poco productivos hay ejemplos palpables de la riqueza promocional y económica que generan en la zona donde se instalan. Quizás nuestros directivos políticos promocionen algún parador por su ego personal, localista o por presiones políticas, incluso así son un bien para la comarca. Solo las ambiciones y desmanes políticos son capaces de desintegrar esta emblemática y ejemplar marca y luego lamentarnos todos.
Los paganos de la injusta y continuada crítica, sus consecuencias, son los trabajadores. La gran mayoría con una dedicación y profesionalidad contrastada, que demuestran continuamente a clientes y a nuestros interesados detractores su capacidad. Considerados por desconocimiento funcionarios, con muy buenos sueldos, y en la realidad sufriendo restricciones en sus nóminas y condiciones de trabajo, siendo además los que de verdad dependen del buen funcionamiento de sus queridos Paradores. Los directivos cambian casi siempre cada cuatro años.
A todos estos intentos de desestabilización ayuda el temor de algunos periodistas del sector a ser etiquetados afines al partido que gobierna, y ejercen un freno a la hora de reconocer lo que Paradores significa y aporta al turismo. Puede que consideren que los hace más independientes. Deberían considerar a Paradores solo como lo que es, una marca que prestigia el turismo desde hace más de 80 años.
Yo no considero sean competencia desleal de hoteles. Es más, estoy segura de que algún hotel nació al amparo de un parador. En ciudades pequeñas, como Oropesa, con poco atractivo turístico, Tortosa, se crearon hoteles al subir el turismo gracias a los paradores, y la gente que trabaja en ese parador da vida al pueblo donde se ubica, empleados, tiendas, cafés. Es una pena que se cerraran algunos, pues ese pueblo o ciudad pequeña sin más monumentos que el parador (por ejemplo, Villalba y su magnífica torre, ¿quién pasaria por aqui?, ¿quien se desplazaría a este remoto lugar si no fuera por el parador, de no ser por Fraga que nació aqui). Por eso un parador. ¿Qué sería de este pueblito que encima queda apartado del camino de Santiago? Yo no pienso que haga competencia, ni siquiera los de playa. Unos dan vida a otros, y más sencillos o más lujosos todos pueden convivir. En León no se concibe una visita sin pasar por el parador. Hay muchos hoteles, quizá tantos que suelen estar semivacios en invierno. En cambio, el parador se llena en verano e invierno, claro está con la ayuda de la ingente cantidad de japoneses. Toda esta gente deja mucho dinero en la ciudad. Y si sirven para que no muera una ciudad, bienvenido sea un Parador.