Fisiología del olfato

Vomeronasal, trigeminal y olfatorio. Estos son los tres sistemas por los que el ser humano detecta los estímulos químicos presentes en el medio ambiente. El primero percibe las feromonas cuyo cometido principal es asegurar las funciones reproductivas y de preservación dentro de la especie. El trigeminal alerta y protege de la exposición a irritantes que podrían causar perturbaciones en otros órganos. Mientras que el tercero, de vital importancia para la supervivencia humana, percibe los olores desagradables que generalmente se asocian a sustancias nocivas, gases contaminantes y alimentos en descomposición. Igualmente, colabora con el sentido del gusto en la percepción de los sabores y refuerza la memoria de los olores (entre 5.000 y 10.000 matices diferentes) y los eventos asociados a éstos.

El proceso se inicia con la inspiración de los odorantes presentes en el aire a través de los receptores olfatorios de la mucosa nasal, lo que desencadena un flujo nervioso entre las neuronas existentes en el epitelio nasal y sus axones que, en grupos, atraviesan la lámina cribosa del hueso etmoides hasta alcanzar el bulbo olfatorio. Esta Sigue leyendo