He aquí la segunda cuestión que se abordó en la entrevista que el Conde Nast Traveler en español publicó con motivo de la campaña #ministeriodeturimoya en las redes sociales. Una campaña que, a la vista de la proximidad de las elecciones generales en España (20 de noviembre), adquiere una especial relevancia y es de rabiosa actualidad.
Lo que cuesta crear un ministerio
Pregunta 2:
En estos tiempos en los que la palabra «crisis» es una realidad constante, ¿causaría más gasto que beneficio la creación de un Ministerio de Turismo?
Respuesta:
Por supuesto, un ministerio propio requiere una estructura burocrática necesariamente costosa. Algunos piensan que bastaría con la reconversión el organismo Turespaña en una institución gubernamental y la traslación a ella de las actuales competencias del organismo público. Para ese viaje no se necesitan tales alforjas, digo yo.
En cualquier caso, esto no constituye un argumento de peso, pues el gasto burocrático nunca sería tan superior al que hoy existe en la Administración pública con competencias en turismo. A mi entender, la pregunta que habría que hacerse no es con cuánto dotar a un hipotético nuevo ministerio, sino qué competencias asumiría. De entrada, muy pocas, ya que el total de competencias turísticas están transferidas a las Comunidades Autónomas. Y al Estado central solo se le reconocen atribuciones en la promoción exterior de España, que es como no decir nada, puesto que España como marca total no es un producto turístico. Al final, lo que hacen las campañas de promoción lideradas por Turespaña es fijar una imagen-país, lo cual es peor, ya que Sigue leyendo