Opiniones con nombre y apellido

databaseIII Ya casi ningún hotelero, salvo los extravagantes, amenaza con la visita de sus abogados a quien escribe una opinión desfavorable sobre su establecimiento en Notodohoteles, Tripadvisor o el portal de turno. La cultura de Internet parece ya sedimentada en los moldes del negocio turístico, y todo el mundo entiende que la red es el escenario donde se produce, anuncia y comercializa el turismo al día de la fecha. Ha habido mucha leña que cortar hasta llegar a ese punto en que el hotelero y sus clientes conversan, se critican y se piropean sin conocerse siquiera, en el limbo de los bits.

La reputación online ya no es un misterio, sino un requerimiento. Y su cuidado, un gaje del oficio. El siguiente paso al del refunfuño o la amenaza con abogados ha sido, por parte de casi todos los hoteles, la réplica cortés y decidida. Una explicación convincente, una disculpa sentida, un acto de contrición… Escapar, a veces. O, las más, afrontar la realidad como se debe. Los hoteleros y sus gestores de redes sociales (para qué decir bread cuando está claro que queremos pan) perpetran hoy imaginativas estrategias para asegurarse un buen posicionamiento web y una inmejorable reputación empresarial.

Internet es ya el territorio de una fecunda conversación que llevará a mejorar la cultura turística en todas sus facetas. Al hotelero, porque le dota de información valiosa sobre sus talones de Aquiles. Al viajero, porque le previene de los malos hoteles o los destinos desaconsejables. Y este diálogo tiene lugar en el espacio y en el tiempo. Se graba en la memoria colectiva y en la virtual. Ambas bases de datos confluyen, se relacionan y se enriquecen. Es, por tanto, un valor imperecedero en la industria del turismo.

Por consiguiente asistiremos dentro de poco al entrecruzado de todos estos datos, de manera que la valoración de las opiniones sea biunívoca entre el viajero y su hotel elegido y entre el Sigue leyendo