Bisagras chirriantes a la vista

Companhia das Culturas

La ruina deja de ser arquitectura y pasa a ser naturaleza, decía el Pritzker portugués Eduardo Souto de Moura durante los trabajos de restauración del monasterio cisterciense que terminaría convirtiéndose en la pousada de Santa María de Bouro. Este ‘acto mental’ amasa el espacio ideológico de lo ya construido para intuir una relación mucho más poderosa entre la ruina y el paisaje. El lugar es simplemente un pretexto para modelar vida, arte, fluido creativo. El sujeto se diluye en la lógica formal del objeto. Y el conocimiento intuitivo, el vector que permite trascender la apariencia de lo real.

Realmente estos portugueses entienden de arquitectura, como Távora, Siza Vieira o el propio Souto de Moura. Como Pedro Ressano Garcia, a quien se confió la Sigue leyendo