Nuestro tío en América

De vuelta a la península Ibérica confieso que este viaje a Chile ha sido más productivo de lo que esperaba. El Cono Sur americano está ahí, como diciendo: ¡descúbreme! Ya lo vi el año pasado en mi largo periplo por Chile y Argentina. Están surgiendo con mucho brío los hoteles con encanto. Argentina cuenta ya con una red estructurada de haciendas en los confines de lo imaginable, pues allí estos hotelitos no tienen problemas con el vecindario. Figuran insertos en heredades de cientos, miles de hectáreas. Y te lo cuentan como si fuera lo natural. Y los visitas como si visitaras otro planeta. Qué diferentes son las cosas en España donde, si un hotelito triunfa, el vecino se coloca a diez metros de distancia… Allí lo remoto es un inconveniente, piensan.

En Chile, los hoteles con encanto están por nacer. Ya los hay, pero aún no constituyen un fenómeno. Salvo en valparaíso, donde nadie concibe ahora otro tipo de hoteles para disfrutar de la ciudad de los 42 cerros. Es lo que siempre he dicho: lo primero es asentar un modelo, que luego ya todo siguen con él. Si en la costa española el modelo hubiera sido el de los hoteles con fundamento, si allí se hubiera propuesto un Sigue leyendo