Javier Mariscal (Valencia, 1950) diseñó para las Olimpiadas de Barcelona 92 una mascota que rompió los moldes ‘disney’ del grafismo publicitario y cinematográfico. Cobi representaba a la ciudad del mar en su plenitud con ilusión, versatilidad y sentido del humor. Es reconocido que esta disrupción plástica proporcionó al Comité Olímpico Internacional el mayor éxito de márketing de su historia.

Desde entonces, Mariscal ha acaparado portadas en todo el mundo. Y las ha conceptualizado, como EL PAÍS Semanal y The New Yorker. También ha diseñado objetos, eventos, portadas de discos, películas de animación y todo cuanto pueda contener un punto y una raya.

Menos conocida es la trayectoria del artista en la hotelería, aunque la mascota Cobi protagonizó los carteles que el gremi de hoteles de Barcelona distribuyó en las fechas previas al acontecimiento olímpico para la promoción de la planta hotelera de la ciudad. En 1997 crea la colección de muebles Hotel 21 para Moroso, quizá como preludio de su obra en la cadena Silken. Tras el éxito conceptual del Gran Hotel Domine Bilbao, el grupo hotelero de Antonio Hiráculis le encarga una de las plantas del Silken Puerta América, junto a la pléyade mundial de la arquitectura y el diseño interior. Desde entonces, sus intervenciones en fachadas, mobiliario y recreaciones visuales siembran los hoteles de la mencionada cadena, como el Puerta Valencia, el Puerta Málaga, el Río Santander, el Amara Plaza de San Sebastián y otros.

Lo que pocos saben es que de casta siempre le viene al galgo su energía para corretear. A un hermano del artista, Nacho Errando Mariscal, le dio por comprar un pueblo abandonado de Castellón y reconstruir sobre sus ruinas un hotel gastronómico para los amantes del turismo rural: Aldearoqueta. Un lugar para vivir la ilusión, versatilidad y buen humor que requiere el orbe ibérico para curarse de su depresión actual.

Buenos días, familia.

Fernando Gallardo |