Más por sus efectos psicológicos y su tradición cultural que por la temperatura del color y su iluminancia en las curvas de Kruithof, la madera ha desempeñado un rol ambiental de suma importancia en la decoración de interiores. Mientras el nivel de iluminancia adecuado en las zonas de cocina, almacenes o talleres debe aproximarse a los 5.600 K (grados Kelvin), en las habitaciones y salones de relax de los hoteles se aconseja un ambiente no superior a 2800 K, iluminancia que la mente asocia con una atmósfera confortable y cálida. Así, para el científico alemán Wilhelm Wien (1864–1928) la invariante adiabática energía/frecuencia es únicamente función de esa otra invariante adiabática que es la frecuencia/temperatura.
→ Consultar la Ley de Desplazamiento de Wien: λmax T = 2,9 10-3 m K