Desobedecer una normativa obedeciendo a una Directiva

¿Se imaginan ustedes una alianza entre una de las compañías hoteleras de lujo más importantes del mundo y una empresa dedicada a la gestión de los apartamentos turísticos surgidos de la nueva economía colaborativa?, se pregunta Kike Sarasola en un reciente artículo publicado por el diario El Mundo. En efecto, nos la llevamos imaginando desde hace años cuando abogamos sin concesiones por los alojamientos multimodales, el híbrido turístico nacido de la gestión de habitaciones de hotel y viviendas particulares. 

El empresario madrileño alude a la ampliación que la cadena estadounidense Marriott hace de su start up Hostmaker, dedicada al alquiler de casas compartidas iniciado en Londres el año pasado y extendido ahora a París, Roma, Barcelona y Lisboa. En total 340 apartamentos, que podrían haber sido mucho más en caso de no haber Sigue leyendo

Madrid de chiste

madridLa carga más pesada de un cargo público es el trabajo. Aunque parezca de perogrullo, lo más tortuoso de su función es tener que funcionar. Y, además, exhibir su trabajo ante los demás, especialmente en periodo electoral. Porque una autoridad política, una vez celebrado su nombramiento, debe enfrentarse al escrutinio público con la misma exigencia que la de un escritor cuando se pone delante de un papel en blanco o de la pantalla (blanca) de su ordenador personal. Lo perverso de este trance es la obligación de producir resultados, que desde la óptica administrativa consiste más que nada en generar, modificar o reeditar un cuerpo normativo. Reglamentar, normalizar, regular las actividades de los ciudadanos.

A veces, el capítulo se extiende hasta los límites casi siderales de una novela. La fiebre reglamentista conduce inexorablemente a la regulatitis o manía por regularlo todo, aunque no haga falta. Esta enfermedad no tiene color político. Ataca a todos por igual. Y Sigue leyendo