El triángulo de la buena vida

Inteligencia colectiva. Es el nuevo fenómeno de la red, la tendencia más nítida a seguir, la revolución digital en marcha que nos está conduciendo a la sociedad del siglo XXI. Y el gran cambio que nuestra guía de Hoteles con Encanto pedía a gritos para seguir publicándose. La próxima edición, en 2011.

Las votaciones continúan a buen ritmo. De hecho, se incrementan cada día desde que hicimos público este experimento: los usuarios participan en la selección de los hoteles. Y se ve que muy animosamente, a juzgar por los resultados y el tiempo que le dedican a puntuar un formulario tan largo. Hoy, sin ir más lejos, se ha producido el mayor número de votaciones. Y, aunque es prematuro dar resultados, sí que se observan ciertos comportamientos muy claros.

Por un lado, el gusto de la mayoría de los usuarios coincide grosso modo con el del prescriptor de la guía, señal de que nuestros viajeros tienen un nivel cultural y una percepción del turismo verdaderamente envidiables. Alguien ha señalado en Facebook que mediante este procedimiento tan democrático al final acabará ganando Belén Esteban… Afortunadamente, los huéspedes de los establecimientos seleccionados en la guía de Hoteles con Encanto durante los años pasados no tienen mucho que ver con los telespectadores de esos programas.

Por otro lado, los votantes se están inclinando manifiestamente por aquellos establecimientos que hacen un buen trabajo en las redes sociales. Debemos recordar que la propuesta de votación salió publicada en este Foro de la Ruina Habitada antes que en cualquier red social, por lo que cabe deducir una favorable interconexión de plataformas de expresión, que es el territorio natural en que ahora habitamos Internet.

La cuestión más delicada ha suscitado un debate en Facebook sobre la idoneidad de abrir la guía a la gente de la calle y disminuir el protagonismo en ella de su prescriptor, este servidor. “¿Tiene sentido una guía personal condicionada por votaciones populares? ¿Hasta dónde llegará la opinión del prescriptor y hasta dónde la presión popular (más o menos orquestada)?”, se ha preguntado alguien. Estos son precisamente los interrogantes a los que debe dar respuesta este experimento.

“La contribución indiscriminada de la calle seguro que posiciona a Belén Esteban…, pero afortunadamente la guía tiene firma y la seguirá teniendo, aunque no cabe duda de que así subirá su audiencia, una estupenda forma mantener posicionado el papel frente a los bytes” ha respondido otra lectora de nuestro Foro.

Enseguida ha terciado otro forista: “A mí me parece muy acertada la iniciativa de involucrar a la gente. Estamos hablando de definir, junto con su autor, una guía de Hoteles con Encanto (hablo de definir «junto» no «sobre»). En este tipo de hoteles es vital la relación hotelero-cliente (a mí me gusta más hablar de huésped), y la percepción que el huésped ha tenido durante su estancia, pues lo que diferencia Hoteles con Encanto de otro tipo de hoteles es el trato personalizado, el cuidado por el detalle, el trato cercano que el huésped percibe y que le hace repetir, y que permite al hotel crear una «familia de clientes». En este tipo de hoteles creo que debemos hablar de «familia de clientes» más que de «cartera de clientes». (Aplaudo)la iniciativa de considerar la opinión de los huéspedes de los hoteles, ya que han vivido el hotel y es un valor más que el autor puede considerar para definir la guía”.

En efecto, creo por ahí avanzamos. Igual que el hotelero debe escuchar a su cliente, conversar con él, el prescriptor hará bien probablemente en escuchar a su lector, conversar con el huésped, para publicar con más brillantez la guía y redondear ese triángulo de la buena vida que forman el hotel, el huésped y el prescriptor.

Por supuesto que los riesgos de este experimento conciernen a la limpieza del proceso electoral, como siempre que se somete a votación una cosa. El prescriptor no solo es consciente de ello, sino que incluso ha advertido algunas irregularidades como voto sin firma (no se contabiliza), firma falsa (detectable automáticamente mediante un programita de email verifier), que también las ha habido, votos en oleadas (muy fáciles de detectar) y, lo más controvertido, el voto inducido. Es cierto que muchos hoteles han movido a su gente (clientes, conocidos, amigos de Facebook) para que voten a su favor, pero este “efecto Doppler” podría resultar muy beneficioso para los hoteleros, que estrechan así su relación con el cliente, y para el prescriptor, que suma adeptos a su guía.

Lo más excitante, en cualquier caso, es que un experimento así, como todos los experimentos, engendra ideas, debates, reflexiones y mucha innovación. Porque si le estamos pidiendo a los hoteles que innoven mal podríamos justificar esta doctrina si no nos animáramos también a innovar en nuestra propia casa.

Fernando Gallardo |

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Por qué lo llaman spa si se llama piscina

Contrito, y no sé si tan preocupado, me llama esta semana el bueno de Fernando Iranzo para reconocerme que se ha equivocado. Que, ufano él, se anuncia en la web de su hotel, Santa Cristina Spa, como eso mismo: ¡un hotel spa! Y, claro, viene enseguida lo que viene. Que no es otra cosa que la queja formal de unos huéspedes desilusionados por sumergirse en las aguas termales del Pirineo aragonés, frente a las montañas del Anayet, después de una jornada ideal en las pistas de esquí de Candanchú, porque apenas les dio la piscina para estirar los brazos y la sauna para entrar en calor de la invernal gelidez pirenaica.

Morrocotuda faena… Morrocotudo el disgusto. Iranzo me pregunta si es que lo que tiene puede llamarse spa. Más aún, si le debe cambiar el nombre a su hotel sin que pierda su ventaja competitiva frente a los demás del valle, ninguno de los cuales acredita disponer de un spa. Me pide, igualmente, que lea su diatriba expuesta con luz y taquígrafos en el blog del hotel. Qué valiente, Iranzo. Qué honrado y qué inteligente. Pocos hoteleros se atreverían a tanto.

En su blog apunta Iranzo lo siguiente:

Spa dicen que viene del latín "salus per aquam". En el hotel Santa Cristina hicimos una zona con sauna, baño de vapor, bañera de hidromasaje, piscina cubierta climatizada y gimnasio para que los clientes pudiesen tonificarse, relajarse y desconectar después de su jornada de esquí, senderismo o excursiones. Esa zona la hicimos con vistas a la piscina_santacristinamontaña para que los clientes pudiesen disfrutar del paisaje desde la piscina y entrara luz natural en todas las subzonas.

A la zona decidimos llamarla Zona Spa-Fitness y es de acceso gratuito para los clientes alojados en el hotel y no incluye toalla, ni albornoz, chanclas, etc. El hotel se publicita como Santa Cristina Spa y es el único hotel en varios kilómetros que tiene estas instalaciones.

Esta temporada de invierno estamos teniendo algunas  quejas sobre el tamaño del Spa y la temperatura del agua de la piscina. Las quejas sobre el tamaño de la zona Spa vienen porque consideran pequeña la zona y las expectativas del cliente no se

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