La fuerza del diseño interior

La industria hotelera, con tendencias conservadoras debido al coste de su inmovilizado más que al operativo, acelera su paso para adaptarse a los nuevos gustos viajeros y a una competencia creciente por parte de los más flexibles alquileres turísticos cuya eclosión mundial se debe a plataformas tecnológicas como Airbnb o HomeAway. El avance hacia la ruptura de la unidad física del hotel o la multimodalidad hospitalaria ha espoleado a muchas cadenas internacionales como Marriott, Hyatt y Hilton al rediseño estructural de sus establecimientos abriéndolos más a la ciudad y a la socialización de los huéspedes.

Como tendencia general se observa una eliminación progresiva del mostrador de recepción o la transformación de esta función en un unidad móvil de recepción de viajeros. El recepcionista se transforma, igualmente, en un gestor de la experiencia del huésped, que une a su ensayado oficio de atención personal una nueva habilidad en la Sigue leyendo

Las mismas reglas para todos

las mismas reglas para todosLiberté, égalité, fraternité. ¡Qué bonitas palabras emergieron de la Revolución Francesa! Aunque no fueron adoptadas como lema oficial hasta el advenimiento de la Segunda república, su espíritu democrático redimió la primera proclama revolucionaria, que no fue otra que «liberté, égalité, fraternité, ou la mort!» (¡Libertad, igualdad, fraternidad o la muerte!). Las mismas reglas para todos o la muerte.

El discurso igualitario cobra vigor en esta nueva sociedad digital que estamos creando como una respuesta atribulada de los viejos gremios al agravio que supone para ellos la irrupción de las nuevas tecnologías creadoras de nuevas actividades, muchas de ellas competitivas con las vigentes, cuando no claramente sustitutorias. La tasa Google, las trabas a Amazon, Airbnb, Uber, etc. no son más que la expresión de los viejos recelos ante lo nuevo, el temor de un mundo frágil por sumergirse en lo desconocido.

Y eso tiene despistados a muchos de nuestros conciudadanos. No solamente a la clase política, sino también a los jueces, como lo prueba hoy el pimpón al que están jugando en Sigue leyendo