Consumo energético casi cero en Europa

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La Organización Mundial del Turismo (UNWTO, en sus siglas en inglés) acaba de lanzar una herramienta que ayuda a los hoteles a su autoevaluación energética y propone medidas de sostenibilidad medioambiental tendentes a rebajar su consumo a niveles de cero o casi cero. El sector turístico se suma así a las preocupaciones de los gobiernos y sociedad civil por el cambio climático.

Financiado por la Unión Europea, el programa neZEH (nearly-Zero Energy Hotels) evalúa la eficiencia energética de los establecimientos hoteleros a través de un cuestionario y selecciona las mejores opciones de ahorro energético, que incluyen una mejora en el uso de fuentes no renovables y una aplicación didáctica dirigida a incrementar la conciencia sobre el tema a través de casos específicos. Todos los alojamientos turísticos en los Estados miembros de la UE estarán obligados a cumplir con estos patrones a partir de 2020. Esto es, deberán ser edificios nZEB (nearly-Zero Energy Building o edificio casi cero en consumo energético), cuya sostenibilidad estaría garantizada por un bajo consumo energético procedente de fuentes de renovables, incluidas las producidas in situ o en sus cercanías. Sigue leyendo

El primer biohotel de España

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Yo que tú poseería un biohotel. Los hoteles bio son aquellos que tanto su construcción como su funcionamiento han sido diseñados con el máximo respeto por el medio ambiente. Están de moda y son tendencia. Los huéspedes aprecian los materiales ecológicos con los que están construidos, la incorporación de energías renovables que los hacen sostenibles, irresistibles al cambio climático, al calentamiento global y a la cría de patos malvasía. Los hoteles bio se preocupan también por la alimentación saludable de sus clientes. Productos de la huerta, una vez más ecológicos. Huella de carbono, cero. Proteínas, las justas. Brócoli antioxidante en raciones abundantes. Poco jamón ibérico, que los cerdos —ya lo sabemos— son muy guarros. Por eso en algunas zonas se les llama cochinos.

En contraste con los que brotan en el asfalto, hijos de apestosas ciudades o urbanizaciones de adosados, y no digamos aquellos que viven pegados a gasolineras de Sigue leyendo