Resulta que la supuesta legalidad madrileña era ilegal

Madrid

Hace dos años, bajo el título Madrid de Chiste, preguntamos a la consejera de Turismo de la Comunidad de Madrid qué arcano explicaba la limitación legal aprobada por su departamento en el alquiler turístico de viviendas particulares:

«Ignoramos en qué caprichosa circunstancia las autoridades turísticas madrileñas decidieron imponer a las viviendas turísticas un alquiler mínimo de cinco días. No he escuchado, ni leído, ninguna explicación razonable de por qué van a ser cinco en lugar de cuatro o seis. Incluso nueve o diez. La cabalística asignaría a este número el símbolo de los cinco días laborables de la semana. Pero, ¿y los que trabajan seis días? ¿Y los que trabajamos los siete días de la semana? Hay quien apuesta por la unidad más premiada en el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional que, efectivamente, es el cinco. Probablemente, Mariño y su equipo nos quisieron transmitir su denodado espíritu de acción, que en numerología viene significado por el 5. Es el símbolo de la libertad, la adaptabilidad, el espíritu viajero y aventurero, pero también de la inconsistencia y del abuso de los sentidos. El número de la fortuna, la magia y la aventura, atribuido a personas a las que les atrae lo desconocido, lo extraño, lo misterioso».

El gobierno madrileño no respondió jamás a nuestra conjetura cabalística. Ahora sabemos por qué. La consejería de Turismo estaba cometiendo, a sabiendas, una ilegalidad. Lo acaba de elucidar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que Sigue leyendo

Cantabria y el dilema de la economía colaborativa

cantabria maquetaLa Asociación de Turismo Rural de Cantabria, a través de su presidente, Jesús Blanco, ha criticado la iniciativa de la Asociación de Casas en el Entorno Rural (ACERCAN), que exige al gobierno regional la regulación de las viviendas de alquiler turístico en el nuevo marco de la economía colaborativa. Blanco considera que la normativa del sector es suficiente, ya que «regula toda la casuística alojativa, sin necesidad de tener que crear a la medida un nuevo concepto de alojamiento, única y exclusivamente con la finalidad de dar cobijo legal a estas casas que», en su opinión, «se han dedicado a explotar sus viviendas de manera clandestina, sin declarar lo ganado y sin mantener unos estándares mínimos de calidad y, lo que es mucho más grave, sin ningún tipo de garantías para los clientes.»

El epicentro del debate sobre la economía colaborativa ya ha dejado de situarse en el turismo vacacional, en el urbano y corporativo, y, ahora, cobra plena actualidad en el Sigue leyendo