Mal servicio con nocturnidad y alevosía

Egon SchieleEn uno de los foros hoteleros existentes en Facebook, donde la profesión turística encuentra un libre canal de opinión en el que efectuar consultas o comunicarse sus cuitas gremiales, saltó a mi pantalla el siguiente texto, publicado hace unos días y cuyo autor no es necesario que revele:

Pareja de pasantes que llaman sobre la media noche para preguntar por disponibilidad y que llegan al hotel sobre las 2 de la madrugada…. Rusos. A las 4.15 AM llama ella desde la habitación y la cosa va así: (conversación en inglés) …

Riiin riing!!!

– Recepción, buenas noches.

+ Hola, buenas noches, mira, es que tengo una… hhhmmm… URGENCIA femenina y necesito ayuda.

– De qué se trata? ¿Podemos ser un poco más concretos al respecto para que pueda ayudarla?

+ Cómo te diría… Una urgencia femenina, ¿entiendes lo que digo?

– Pues sinceramente, si no concretamos la urgencia, no podré ofrecerle más ayuda.

+ Hhhmmmm… Una urgencia sobre… hhhmmmmm, «el periodo».

– Correcto, entiendo, podría facilitarle alguna toalla en todo caso, por si quiere esperar hasta mañana para comprar tampones o compresas en la farmacia más cercana.

+ ¿Y no hay ninguna mujer a la que puedas llamar o despertar que pueda ayudarme?

– Pues, sinceramente, son las 4.15 de la madrugada y no creo estar en disposición de despertar a nadie por esa urgencia.

+ De acuerdo, ¿y la farmacia de guardia más cercana?

– Pues, efectivamente, puede acercarse a ella en todo caso.

Y, así, a las 5 AM han salido a la farmacia de guardia más cercana a por tampones.

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Hoteles con Encanto 2011

Tiempos nuevos, tiempos salvajes. Así comenzaban Los Ilegales su duro manifiesto nihilista en los años 80. Por aquellos días, nadie regala nada, alumbrábamos un concepto hotelero casi inexistente en España que reclamaba espacio para el turismo de interior, un modelo de explotación familiar y anárquico, aunque refrescante, unas capacidades exiguas para que aquellos negocios fueran negocios, un canal de comercialización diríase esculapiano –boca a boca– y HotelesConEncantocierta mística new age entre sus promotores. Lo describimos así: “pareja de urbanitas estresados que escapan al campo ya no para cultivar un huerto, sino para vivir de la hospitalidad; son los nuevos hippies…”

Era nuestro amanecer de la iguana. En la fertilidad del tiempo observamos que la España interior estaba aún por descubrir y nos echamos a la carretera, 80.000 kilómetros al año, en la busca de un hotelito con gavillas del que informar a nuestros lectores. Cuando reunimos los suficientes, apenas un centenar en aquellos ingenuos días, ideamos un compendio de los mejores (la Guía de la Buena Vida, ¿recuerdan?) y luego otro más centrado en la fórmula campestre y neojipiosa al que, después de mucho discurrir durante varios meses, acuñamos con unas palabras mágicas: Hoteles con Encanto.

Aquellos tres vocablos recorrieron el éter y las redacciones a la velocidad de la luz. No recuerdo cuántas entrevistas tuvimos que conceder para explicar lo obvio: a qué sabían esas palabras, a qué olía la marca creada, qué atmósfera destilaban, qué texturas evocaban, de qué color era el caballo blanco de Santiago… Hoteles con Encanto, sí; y lo registramos. Para nada en particular, pues sabíamos que el tiempo y el uso popular acabaría sobando esa idea como los Kleenex o la Termomix. Pero lo registramos, Sigue leyendo

La paradoja de la flecha del tiempo

Fue en 1928 cuando el astrónomo británico Arthur Eddington publicó su libro The Nature of the Physical World en el que hizo una inteligente referencia a la paradoja de la flecha del tiempo.

Dibujemos una flecha del tiempo arbitrariamente. Si al seguir su curso encontramos más y más elementos aleatorios en el estado del universo, en tal caso la flecha está apuntando al futuro; si, por el contrario, el elemento aleatorio disminuye, la flecha apuntará al pasado. He aquí la única distinción admitida por la física. Esto se sigue necesariamente de nuestra argumentación principal: la introducción de aleatoriedad es la única cosa que no puede ser deshecha. Emplearé la expresión “flecha del tiempo” para describir esta propiedad unidireccional del tiempo que no tiene su par en el espacio.

Cuando Robin Hood, siglos atrás, disparaba sus flechas contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra el recorrido que seguían los dardos podría ser el mismo que siguiera el arquero de Sherwood si hubiera preferido un combate cuerpo a cuerpo. Con la única e importante diferencia de que a Robin no le habría costado nada recular ante la adversidad y emprender el mismo itinerario de vuelta. Las flechas, no. Las flechas solo tienen un vector, sin ninguna posibilidad de retorno. Igual que un plato al romperse contra el suelo o un líquido al mezclarse con otro. No hay involución posible.

flechaDerecha

Una flecha es el vector del tiempo. Y su dirección es entrópica, el movimiento hacia el desorden, la uniforme distribución de la energía por todo el espacio. La senda y no la huella. La tendencia… Conocer su sentido es entrar en la cuarta dimensión, apuntar al futuro, colimar el objetivo inmediato, el pasajero y el definitivo.

Por eso tenemos apuntada esta flecha en la dirección correcta: las encuestas del Clúster de la Ruina Habitada. Una información objetiva, un conocimiento sustantivo. Contribuye con tus datos a que la flecha siga apuntando hacia la diana del turismo de los sentidos.

 

La tierra está como una moto

Aquí nadie se acostumbra a un terremoto. Eso fue lo primero que escuché de un chileno al aterrizar en este país andino que hoy me acoge. Puedes silbar al aire, anticiparte al descuajeringue de puertas y ventanas, salir a la calle con paso firme pero no veloz, sudar sin que el vecino te lo note, pero miedo… vaya si se pasa miedo. Aunque los hayas vivido otras veces nunca sabes cuando se te derrumbará el techo o se abrirá el suelo a tus pies. Puedes controlarlo, pero no vencerlo. Y quien afirme lo contario, engaña.

El príncipe Felipe mira despavorido la gran lámpara de cristal que se le podía venir encima durante el terremoto Hoy hemos vivido todos un rosario inédito de sacudidas que ha alcanzado en su mayor expresión el dígito 7 de la escala de Richter. Por la mañana fueron tres temblores seguidos, en apenas media hora, que trufaron de inquietudes y perplejidad a las delegaciones extranjeras durante el relevo presidencial en el Congreso de los Diputados en Valparaíso. La foto del día, de esas que escriben la historia, es la del Príncipe Felipe mirando al techo con gesto despavorido. La gran araña de cristales que pendía del techo amenazaba con desplomarse sobre su occipucio y el de los egregios presidentes de siete repúblicas latinoamericanas, sin contar el de los presidentes saliente y entrante de Chile.

Enseguida, mi teléfono dejó de funcionar, como el de todos los chilenos. Ni los fijos, ni los móviles. Otra vez… Lo único que nos mantenía enlazados era Twitter y su traslación inmediata a Facebook. Twitter, como lo fuera el pasado 27 de febrero, fue el eje vertebrador de la jornada. Quienes lo utilizamos por costumbre sabemos que sirve para muchas cosas, además de haberle puesto la alfombra roja a Barack Obama. Se lo advertí al embajador del Perú en cierta ocasión en que almorzamos en casa de unos amigos: si no trabajas con Twitter hoy no sabes nada de lo que ocurre a tu alrededor. Él me mostró su excepticismo, y así les van las cosas por allí.

En Chile, Twitter y Facebook constituyen una herramienta de uso mucho más extendido y relevante que en otros países del mundo, incluido España. Ello se explica, quizá, porque el país andino carece de esa red vertebradora y real traban el AVE, las autopistas y autovías o la Sigue leyendo

Del hotel experiencial al hotel experimental

Nos hemos pasado la semana metidos en un hoyo. Jesús Castillo Oli, arquitecto de cámara, y este servidor nos hemos escurrido por todos los subterfugios posibles en la ciudad chilena de Valparaíso para anticipar visualmente algunos rasgos característicos del Proyecto de un Hotel de los Sentidos. La condición era leer el terreno, sin planos, sin trazos, sin números. Y en las calles por donde bajaba el viento de Neruda, sin esa lluvia que traía hilos celestes, desentrañamos el misterio de las arquitecturas sin sentido que nos devolverá el placer de los sentidos.

Lo primero que vi fueron 
árboles, barrancas
decoradas con flores de salvaje hermosura,
húmedo territorio, bosques que se incendiaban,
y el invierno detrás del mundo, desbordado.
(Canto General, Pablo Neruda)

Nuestro proyecto avanza. En lo que puedo contar, por ahora, el básico de arquitectura se halla en su fase inicial, que concluirá probablemente a finales de abril 2010. Enseguida iniciaremos el proyecto de ejecución, una vez se hayan definido todos los pormenores y elevado a trámite sus pliegos antes las autoridades competentes en la plaza. Si todo sale según lo previsto, la construcción de este hotel experimental en Valparaíso podría iniciarse en abril/mayo de 2011.

Los conceptos espaciales y arquitectónicos que definen este proyecto son los siguientes:

L12003771) Hotel de geometría variable. Vamos a innovar un concepto de yield management no solamente sobre la gestión del hotel, sino también en su arquitectura.

2) Idea de capacidad flexible. Un programa de gestión determinará a según qué horas del día el espacio concedido a cada pasajero en función de su reserva. A las 18 horas, el hotel dará opción al viajero de poder ampliar su habitación 1/3 o 2/3 más sobre el tamaño reservado.

3) Subversión sin freno. Al menos un 50% de los elementos que posea el hotel serán diseñados con criterios transgresores del espacio y de las instalaciones. Haremos especial hincapié en su iluminación diurna y nocturna, el paisaje interior, la articulación de las camas, los módulos de higiene y la conectividad tecnológica.

4) Todos los espacios habitacionales dispondrán de una zona interior ajardinada en diferentes cotas.

5) Existirá una suite de referencia en la que se experimentará una arquitectura fragmentada con zona de trabajo, zona de relax, zona de esparcimiento gastronómico y un espacio aéreo en conexión con el perfil de la ciudad.

6) El hotel dispondrá como zonas comunes de un comedor escénico, un lounge vespertino ceremonial, una terraza mirador extensible, un Sigue leyendo

El cóndor pasa, el milano se queda

Parque Nacional de las Torres del Paine

Chile va a cambiar la vida de muchos. No es casualidad lo que está sucediendo, sino el fruto de mucha ilusión, una gran dosis de curiosidad, serenidad y templanza suficientes… y esa pasión que nos hace vivir cada día un poco más y un poco mejor. Mi idilio con el país andino comenzó un 31 de julio de… ¿Para qué dar fecha? La room mate de mi novia de aquel entonces, a fuerza de compartir muchas horas de pisito de estudiantes en Madrid, me convenció para emprender un viaje por la Araucanía y visitar su padre, ex ministro de Educación, en la metrópoli chilena. Anduve un mes por la región de los Grandes Lagos en contacto con los indígenas mapuches y sus tradiciones de insurgentes, beodos o nigromantes aniquilados. Un año después regresé en compañía de dos colegas periodistas por el confín planetario de los fiordos magallánicos. Esta vez, el viaje constituyó una expedición en toda regla de tres meses de duración que nos llevó a Sigue leyendo