Si estuviera en papel se lo tildaría de prensa amarilla. The Huffington Post, la sensación del nuevo periodismo digital, llama la atención por su franqueza, su rapidez y su desparpajo a la hora de contar historias. También, gracias a la ocurrencia de sus periodistas, capaces de sacarle punta a todo. Me sumo entonces a esa visión desinhibida que juega a denunciar los malabares del marketing científico en escamotear la verdad de un hotel. Porque todos sabemos que la postal de un viaje no es necesariamente lo que se ha vivido, sino el cómo se ha vivido. La imagen del paraíso no es la que es, sino como uno se lo imaginaría si se cumplieran al cien por cien las premisas que nos han llevado hasta él.
Cuántas veces no habremos utilizado el Photoshop para borrar un poste eléctrico que se nos cruza en la foto de aquella montaña inolvidable. Cuántas veces no nos habremos movido del punto de observación para evitar ese rascacielos en primera línea de playa. Cuánto no habremos dicho cheese para que el sujeto esboce una sonrisa amable en vez de fotografiarlo con cara de circunstancias.
Y en los hoteles de nuestra vacación, lo mismo. Así lo refleja el diario de Arianna Huffington cuando denuncia el mensaje publicitario de muchos establecimientos hoteleros en contraste con la realidad vigente:


Uno se imagina un complejo de piscinas tan espectacular como para andar con una tabla de surf en el hotel Aqua, de Miami, y la triste realidad es que el piscinón afrodisiaco no es más grande que nuestra bañera de casa…


Lo mismo sucede con esta sugerente fotografía del hotel Blue Moon, de Miami. Chica mona, amante apuesto, bordes a ras de agua, palmeras tropicales… una composición sexy. Sin embargo, la piscina es una bagatela en un entorno feo y descuidado del hotel.


Y qué decir de este arrebol en el Breezes Montego Bay jamaicano, que se parece al jacuzzi de Mr. Heffner en la casa Playboy… Pues no, la verdad de la milanesa (dicho chileno) es esta bañerita sin más pretensiones que el asomarse a la bahía desde su plataforma de madera.


Qué lujuriante comedor el del folleto, ¿verdad? Pertenece al Gran Palladium Bávaro, en la República Dominicana. Pues así se queda después de la cena…


¿Qué puede esperarse de un hotel Hyatt en Washington? Su emplazamiento junto al Capitolio, ¿no es cierto? La realidad es otra cuando no se usa teleobjetivo. El edificio capitolino se encuentra al cabo de un buen paseo, como queda constancia en la imagen.

Y esta playa paradisiaca del hotel Gran Bahía Príncipe Punta Cana… No difiere mucho de cualquier playa mediterránea en pleno mes de agosto (antes de la crisis).
Por cierto, Arianna Huffington ocupa actualmente el puesto nº 12 entre las mujeres más influyentes del mundo según la lista Forbes.
Fernando Gallardo |