El debate raya lo absurdo. Y se acaba de producir en las redes sociales tras mi aviso de que el chef belga, Fredrick Dhooghe, que dirige un restaurante en la región de Flandes reconocido con una estrella Michelin, ha solicitado su retirada de esta guía. No es la vez que se produce una solicitud de este tipo, ni la primera que a mí me ha llegado por parte de establecimientos hoteleros reticentes a mis críticas. «Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar», ha sido mi lema durante las tres décadas largas que llevo publicando mis opiniones en guías y en la crítica semanal de EL PAÍS. «Fácil: que cierre el restaurante», ha sido mi respuesta en el tuit de hoy.
Dhooghe, dueño del restaurante t’Huis van Lede, situado en Wannegem-Lede, cerca de Gante, ha solicitado también no aparecer en la guía francesa Gault & Millau, mediante una carta certificada en la que asevera que su decisión es inapelable. No aclara, empero, si la decisión inapelable corresponde a la suya de enviar la misiva o la predeterminación de injerirse en los asuntos privados de la publicación neumática, en cuyo caso su desideratum sería una clara amenaza contra la libertad de empresa y la libertad de expresión.
«Su respuesta me parece fuera de lugar», «suelo estar alineado con tus comentarios pero este linda con lo absurdo. Que lo retiren. Y punto», fueron las apostillas que inmediatamente recibí en Twitter por dos conocidos profesionales del sector turístico Sigue leyendo →