La recepción de hotel a debate

¿Una recepción sin recepcionistas?

Un tuit sobre el proyecto de la cadena española NH Hoteles de ofrecer en 2017 la posibilidad de elegir habitación y check-in online, considerado por quien suscribe como un paso más en la sustitución de la recepción, ha desatado una jugosa polémica en las redes sociales. Especialmente, en LinkedIn, donde se puede leer la posición de algunos profesionales reconocidos en el sector turístico español.‬

Mi respuesta a todos los comentarios requiere, por su amplitud, el traslado temporal del debate a este foro. En primer lugar, veamos qué argumentos contienen el hilo LinkedIn sobre la posible sustitución de la recepción en el futuro de la hotelería: Sigue leyendo

El Camino con Correos

correos

Con más de 260.000 peregrinos certificados cada año, el Camino de Santiago lleva camino de convertirse en uno de los grandes recursos turísticos del mundo, si no lo es ya. Como señalamos en un artículo anterior, la Ruta Jacobea podría multiplicar por 10 su demanda en las próximas décadas con la exigencia de una aceleración semejante en el crecimiento de la oferta. No existen términos medios en la aceleración que este auge está cobrando en el presente y se prevé que cobre en el futuro. O la cifra de visitantes se queda como está o se multiplica extraordinariamente, ya que de no alcanzar los 40.320 kilómetros por hora ningún objeto escapa a la gravedad de nuestro planeta.

Sorprende que con semejantes perspectivas nadie se haya afanado aún en caracterizar y menos aún en fomentar una tipología propia de alojamientos del Camino, más allá de Sigue leyendo

El huésped no tiene la culpa

El huésped no tiene la culpaLa dura contestación a mi artículo Mal servicio con nocturnidad y alevosía, escrito el pasado 17 de junio pero resucitado sospechosamente dos meses después, debe conducirnos a una nueva reflexión sobre el trabajo de recepcionista de hotel. No entro a valorar los numerosos exabruptos recibidos —y no publicados—, ni siquiera a criticar la dislexia contestataria de quienes se esfuerzan en la sátira de frases y ejemplos contrarios a los expuestos en el artículo. Se comprende que la ofuscación de su lectura les ha llevado a interpretar el texto en las antípodas de cómo está escrito.

Así, la befa en torno a la factibilidad de que un familiar o amigo del recepcionista acudiera en su ayuda para resolver el problema de la huésped fue iniciada sin advertir que el párrafo siguiente invalidaba tal posibilidad mediante su inicio:

Sin embargo, la solución más adecuada a este problema obliga a la previsión de todos los problemas que pudieran ocurrir en un hotel y haber almacenado, en el botiquín pertinente, aunque no preceptivo, las compresas solicitadas por ser algo de interés general y de uso bastante habitual entre los clientes de sexo distinto al del recepcionista o el encargado del almacén.

La ocurrencia a la hora de sugerirlo por mi parte no fue una banalidad, pues sucedió ante mis ojos una vez en un hotel asiático en que el recepcionista recurrió a un familiar suyo Sigue leyendo

Prohibido ser antipático

Definitivamente, la crisis está golpeando los bolsillos y también las meninges de muchos españoles. No puede ser cierto que al Partido Popular se le haya ocurrido, después de contradecir su programa electoral con la reciente subida del IVA y tolerar los exabruptos del ministro Soria sobre la nacionalización del turismo, un proyecto de ley en Murcia que multaría con hasta 1.000 euros a los trabajadores del sector hostelero que se muestren antipáticos, desagradables o malhumorados cuando atienden a la clientela. No resulta creíble porque, en primer lugar, es una solemne chuminada y sería un engaño para la ciudadanía que sus gobernantes empleasen el tiempo en decir chuminadas en vez de en trabajar seriamente. Y, en segundo lugar, porque esa ley sería claramente inconstitucional.

La chuminada del PP de Murcia no resistiría un análisis profano de nuestra Constitución, que consagra el principio de la libertad de expresión. Uno puede ser todo lo antipático que quiera mientras no haya calumnia o difamación y medie, por tanto, denuncia previa por parte del ofendido. Uno puede mostrar en público su mal humor porque sí, porque sufrir la necedad de la clase política y su manifiesta incapacidad para sacar a este país de Sigue leyendo