Gastronomía del espíritu

Salotto Monti

Decía Adolf Loos que quien considera sagrado el ornamento como signo de la superioridad artística de las épocas pasadas reconocerá de inmediato, en los ornamentos modernos, lo torturado, lo enfermizo y lo penoso de los mismos. Y que la falta de ornamentos es un signo de fuerza espiritual (Sämlitche Schriften, Ornamento y Delito, 1908).

Porque en un habitáculo como el de la imagen (hotel Salotto Monti, Roma), lo funcional es el condumio esparcido por sobre la mesa. Alimentos destinados a reponer energía desde la frugalidad de unos cuencos y unas copas de vino, con una botella a mano para Sigue leyendo

Desde dentro, desde fuera

Nueva entrega de una serie fotográfica basada en la provocación. La arquitectura al descubierto. Una invitación desinhibida a la reflexión por parte de nuestro arquitecto de cámara, Jesús Castillo. Lo que se ve es lo que hay, y nada más. Pero el llegar a ese nada más les ha supuesto a los propietarios una verdadera subversión de lo existente. Con el riesgo añadido de una instalación que, si bien por otro motivo, venía funcionando con mucho éxito en el panorama turístico español.

demadera

Jesús Castillo Oli, arquitecto: “Existe en esta actuación un intento de crear un telón de fondo sobre la representación de las mesas bajo el soportal, aunque quizás también podíamos pensar más en una falsa fachada que anticipa la reforma de un local.

Siempre es difícil intervenir en un local ya que la fachada principal, el entorno inmediato, la envolvente, al fin y al cabo, está determinada y puede descontextualizar por completo la actuación. En este caso se hace muy obvia la zona de intervención y el concepto que se tiene del entorno; además hay que diferenciarse del resto de locales…

Solo pienso en esta imagen cuando las puertas se cierren. Se me hace mucho más sugerente la fachada ciega con el despiece de rastreles de madera a través de los cuales puedo ver el paisaje y la luz exterior. Desde el exterior, un panelado de madera. Desde el interior, luz a través de las grietas.

La zona posterior al ornamento lígneo es bastante menos sutil: la piedra beige, las bases de enchufes, los stores… Todo este tratamiento guarda más relación con ciertos detalles que evidencian el alcance de lo que encontraremos en el interior: el felpudo, el cartel anunciador, el mobiliario…

No sé. Creo que esta actuación tenía más posibilidades.”

* nota: estos comentarios están hechos desde el sillón de la buena intención. ¿Quién, a la vista de esta imagen, no siente unas ganas terribles de visitar este sitio único esté donde esté? Perdóneseme la ironía, pero seguramente el único atractivo de la habitación es lo que se vislumbra fuera, un atisbo de frescura vegetal. Con el cariño que me brinda la ironía, pero nunca el sarcasmo.

Jesús Castillo Oli, arquitecto |

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