Nueva entrega de una serie fotográfica basada en la provocación. La arquitectura al descubierto. Una invitación desinhibida a la reflexión por parte de nuestro arquitecto de cámara, Jesús Castillo. Lo que se ve es lo que hay, y nada más. Pero el llegar a ese nada más les ha supuesto a los propietarios una verdadera subversión de lo existente. Con el riesgo añadido de una instalación que, si bien por otro motivo, venía funcionando con mucho éxito en el panorama turístico español.
Jesús Castillo Oli, arquitecto: “Existe en esta actuación un intento de crear un telón de fondo sobre la representación de las mesas bajo el soportal, aunque quizás también podíamos pensar más en una falsa fachada que anticipa la reforma de un local.
Siempre es difícil intervenir en un local ya que la fachada principal, el entorno inmediato, la envolvente, al fin y al cabo, está determinada y puede descontextualizar por completo la actuación. En este caso se hace muy obvia la zona de intervención y el concepto que se tiene del entorno; además hay que diferenciarse del resto de locales…
Solo pienso en esta imagen cuando las puertas se cierren. Se me hace mucho más sugerente la fachada ciega con el despiece de rastreles de madera a través de los cuales puedo ver el paisaje y la luz exterior. Desde el exterior, un panelado de madera. Desde el interior, luz a través de las grietas.
La zona posterior al ornamento lígneo es bastante menos sutil: la piedra beige, las bases de enchufes, los stores… Todo este tratamiento guarda más relación con ciertos detalles que evidencian el alcance de lo que encontraremos en el interior: el felpudo, el cartel anunciador, el mobiliario…
No sé. Creo que esta actuación tenía más posibilidades.”
* nota: estos comentarios están hechos desde el sillón de la buena intención. ¿Quién, a la vista de esta imagen, no siente unas ganas terribles de visitar este sitio único esté donde esté? Perdóneseme la ironía, pero seguramente el único atractivo de la habitación es lo que se vislumbra fuera, un atisbo de frescura vegetal. Con el cariño que me brinda la ironía, pero nunca el sarcasmo.
Jesús Castillo Oli, arquitecto |
Sin estar bajo el soportal,de planta baja y en una playa caribeña,podría hasta estar bien¡pero aún así,haría mas separación entre el tableado(efecto líneas de luz).Bueno mejor allí estarían de cortes longitudinales de ancho bambú.
Total,sólo me “gusta” la idea,pero el efecto desde la fotografía,me parece un desperdicio.Si es en el norte,como parece por la piedra y el emparrado interior,unos buenos cortes de tablones madera,muy lisa y tal vez color azul-danés u obscuras como las vigas del techo.
De todos modos pienso que el efcto visto de frente ,mejora.
Hola a todos,
Ciertamente no dejamos de recibir opiniones sobre nuestra última reforma, que como se sabe, forma parte de un proyecto de mejora de toda nuestra casa.
Ya han sido tres las que se han ido realizando a lo largo de la historia del Echaurren y todas, absolutamente, han sido comentadas por la gente que nos quiere. Así debe ser y así lo entendemos mi hermano y yo con lo que agradezco los comentarios de Jesús sobre esta actuación. Nos agrada, y mucho, que este medio que devoramos y que nos mantiene tan activos sirva para opinar desde ese sillón de la buena intención que nos une a todos.
Y un solo comentario: Gonzalo Ocio e Irene Abadi están sentados en una de las mesas al fondo, lo que es una alegría para mi y una oportunidad para deciros que los dos son propietarios de un hotelito en Uruguay llamado Posada Paradiso y que se encuentra en Maldonado, Faro Jose Ignacio cercano a Punta del Este. No suelen venir mucho a España por lo que me hace ilusión comentarlo.
Un abrazo a todos y gracias por estar ahi.
No queríamos señalarlo con el dedo, pero ya ha salido a la luz pública. En efecto, la imagen que protagoniza el Veo Veo de hoy pertenece al hotel Echaurren de la familia Paniego.
Las opiniones aquí vertidas con el cariño que me consta en todos servirán no solo a los Paniego para seguir con su plan de reformas del hotel, sino a otros hoteleros que ante la explicación documentada por un arquitecto como Jesús Castillo Oli tendrán que reflexionar sobre las posibles obras que deba a cometer. Su visión es la visión de muchos aquí. Su estética, también. Su instrucción, la de pocos. Por eso esta sección les permitirá reflexionar con algunos elementos de juicios más.
Ya sé que muchos alegarán que sobre gustos no hay nada escrito. Pero en este punto he de referirme a algo que nuestro arquitecto reitera en todos nuestros encuentros:
«Sobre gustos hay mucho escrito, pero muy poco leído».
Solo aclarar algo que no se ve en la foto y que suscita debate: no hay lineas de luz entre el juego de tablas de madera.
Es importante, también, ver el interior de la primera parte de la reforma para entender eljuego maravilloso que nos han propuesto nuestros arquitectos.
Se agradece,como no,el interés por movernos a reflexionar más sobre este proyecto y sobre todo lo que supone reformar con sentido. Seguro que lo hacemos.