El inesperado fracaso de los mayordomos robóticos

Google se está replanteando el modo de funcionamiento de su nuevo asistente personal, Google Duplex, que lleva un año en pruebas en Estados Unidos. En mayo 2018, Google lanzó un nuevo chatbot para restaurantes reticentes a las reservas automáticas provenientes de plataformas como Open Table o Yelp. Con este servicio, el asistente llamaba por teléfono a los restaurantes y acometía todo el proceso de reservas desde su inteligencia artificial. Pero los resultados no han sido los esperados. Muchos encargados que cogían el teléfono colgaban enseguida asustados por una inteligencia que estimaban sobrenatural al otro lado del aparato. Otros colgaban directamente al creerse víctimas de spam. Y, mientras, sus negocios perdían reservas.

Google se ha dado cuenta de los problemas de empatía que generan su asistente Duplex y quiere ahora corregirlos. De entrada, la voz es tildada por el test como de ‘poco agresiva’ o impropia de una persona que llama por teléfono con la exigencia de Sigue leyendo

¿Qué error cometió el hotelero con la bloguera que pidió cinco noches gratis?

stenson darby

Es difícil pronosticar cómo funcionarán las cosas en el futuro si no se sabe cómo funcionan en la actualidad, ni tampoco cómo funcionaron en el pasado. Esto viene a colación de una noticia aparecida estos días en los medios acerca de un hotel en Dublín, el White Moose Café, que se ha descolgado en las redes sociales proclamando su veto a todos los influencers (prescriptores o influenciadores en la era digital) después de que una youtuber le pidiese cinco noches gratis. Según informan algunos diarios británicos como The Independent, The Telegraph, Evening Standard y la revista española Elle, entre otros, la bloguera Elle Darby, con más de 92.000 suscriptores en YouTube y 84.000 en Instagram, se puso en contacto con el dueño del local, Paul Stenson (8.000 seguidores en Twitter y 164.000 Me gusta en Facebook), para solicitarle una posible gratuidad a cambio de mostrar el hotel en sus redes sociales.

Conviene aclarar, antes de entrar en materia, que el White Moose Café como tal no es un hotel, sino una cafetería abierta a la calle con muchas críticas negativas en la plataforma de restaurantes y cafés Yelp. Este local soporta en los pisos superiores un Sigue leyendo

Hoteles diseñados por sus usuarios

dedoabajo dedo arriba

Que las Administraciones públicas sigan empecinadas en mantener unos sistemas de clasificación hotelera inventados décadas atrás es bisoño y, si se me permite, incluso extravagante. Que la calidad de una experiencia turística se mida por los metros cuadrados o que la exigencia para su promoción tenga que ser un teléfono fijo instalado junto a la cama no es menos estrafalaria que la imagen de una mujer hincada de hinojos en el pavimento con una bayeta en la mano. Aquello se acabó, y el sector no parece darse aún por enterado.

En múltiples ocasiones hemos sostenido que hoy la categoría de un establecimiento la otorgan los clientes, por fin reunidos torno a una misma mesa, llámese Tripadvisor, Booking o Airbnb. Y lo demás es opereta, zarzuela para los españoles (con todos los respetos para este antiguo y popular género musical). Sampha, The Killers o The Orwells esgrimen una opinión más en la onda millennial que si el lujo se expresara por un salón de peluquería en el hotel.

Así lo ha entendido el CEO de Loews HotelsPaul Whetsell, cuando encargó a su equipo de diseño la renovación del Loews Regency de Nueva York conforme a las quejas Sigue leyendo