«De nuevo tenemos sospechas de que el alojamiento ilegal en viviendas se está quedando con esta parte de demanda que no viene a los hoteles», se lamenta el presidente de la patronal hotelera HOSBEC, Toni Mayor, al referirse a la evolución negativa del número total de pernoctaciones este mes de marzo, un 3% más bajas que las registradas en el mismo periodo del año 2016.
Cuestión aparte el desplazamiento de la Semana Santa este año de marzo a abril, que merece ser considerado el factor principal del descenso, las palabras de Mayor son una clara advertencia sobre el futuro del sector hotelero de la comunidad valenciana, parte del cual se ha cegado a la compensión del fenómeno colaborativo en la economía turística mundial.
Si analizamos lo que viene sucediendo en Estados Unidos y en otros países desarrollados, debemos concluir que el denominado ‘alojamiento ilegal de viviendas’ se quedará con una parte aún mayor de la demanda que antes frecuentaba los hoteles. La demanda de este tipo de alojamientos crece exponencialmente y acabará siendo mayoritaria por mucho, como mayoritarios por mucho son ya los vehículos de Uber frente al taxi tradicional en Nueva York.
Al igual que Toni Mayor, también nosotros venimos advirtiendo que el crecimiento de esta modalidad de alojamiento turístico está siendo imparable. Si bien, frente a lo que piensa el presidente de HOSBEC, creemos que el sector hotelero tiene aún tiempo de convertirse en multimodal, ampliando su unidad física de negocio a la gestión profesionalizada de viviendas particulares. Eso o dejar de existir por falta de clientes, tras un vía crucis lacrimógeno de lamentos y jaculatorias ilegalizadoras ante los reguladores de no se sabe qué.
En el futuro, la autoridad turística legal será la comunidad de usuarios de Airbnb.
Fernando Gallardo |
Aquí cada uno lo ve desde la perspectiva que le interesa. En Canarias también se quejan de la proliferación del alquiler Vacacional alegal (porque aún no se ha legislado definitivamente) pero los hoteles y apartamentos están con lleno absoluto y el número de turistas no para de aumentar hasta el punto de que lo que se pide es que se aprueban más camas alojativas. Así que, si baja el número de pernoctaciones un 3% que busquen los hoteleros qué están haciendo mal y dejen de demonizar a la vivienda vacacional cuyo cliente natural es totalmente distinto al turista de hotel.