Un artículo leído esta mañana en La Vanguardia ha suscitado mi inquietud por el debate ético surgido a raíz de unas innovaciones tecnológicas que están siendo tan difícil de digerir como muchas de las que se producen en el terreno político, social, económico o cultural.
De esta publicación extraigo los siguientes comentarios realizados por eximios científicos, tecnólogos o docentes acerca de la atención personalizada en los call center de las grandes compañías que nos prestan hoy variados servicios: Sigue leyendo