La revolución turística pendiente

Aquí viene la séptima y última pregunta de las que se abordaron en la entrevista que el Conde Nast Traveler publicó hace unas semanas con motivo de la campaña #ministeriodeturimoya en las redes sociales. Una campaña que, a la vista del proceso electoral en España, adquiere una especial relevancia en la actualidad turística española.

Lo que cuesta crear un ministerio

Pregunta 7:
¿Cuáles tendrían que ser las preferencias en política turística en el momento actual?

Respuesta:
La crisis en España exige percutir directamente y sin preámbulos en el producto turístico. Se ha acabado la prórroga para la ociosidad institucional. Ya no estamos para planes de marketing, ni para la promoción en mercados exteriores, ni para la comercialización subvencionada. Si el diagnóstico que tenemos sobre la mesa es un desfase notorio entre las características oferta y los nuevos hábitos de la demanda tenemos que volver a enfocar el objetivo de la actividad turística que es el producto. Modificarlo en muchos casos, afinarlo en otros.

Debemos renunciar de una vez por todas al binomio sol y playa. Esto significa superar a cualquier precio la visión cortoplacista del verano en la playa porque es lo que la gente quiere. Mucha gente quiere pan y circo, pero la industria debe ir más allá en esa atención y asegurar el futuro con una idea más refinada, culta, amable, estupenda y redonda de España y sus diferentes destinos turísticos. Hace 30 años se marcaba el objetivo (el Gobierno, los actores turísticos) de ampliar el horizonte turístico español con alternativas de interior como el turismo rural, aunque sin renunciar Sigue leyendo

El valor del palo de chonta

Me he echado las manos a la cabeza en cuanto Facebook me ha enviado la primera alerta del día. Soy un seguidor impenitente de Gastón Acurio, no solo en sus proyectos culinarios, sino también en la gestión que él mismo hace de su nombre en las redes sociales. Ya lo he comentado alguna vez en este Foro. Pero esta mañana hemos amanecido con las ideas torcidas:

Un palo de chonta está en Lima a 10 soles. Un kilo de paiche, a 50 soles. Ojalá algún día, el íntegro de ese dinero llegue a quien extrajo la chonta de la selva, a quien pescó el paiche en madrugada. Dudo que eso suceda hoy. Seguro que cambiará mañana.

Así rezaba su hilo en Facebook esta mañana, que devoro con la fruición del que suspira por el desayuno nuestro de cada día. Conocía su vocación altruista y sus cualidades de estadista (su padre fue un político relevante del Perú y él se marchó a estudiar Derecho a Madrid, aunque luego sus apegos coquinarios lo llevaron al Alto de Miracruz, donde Juan Mari Arzak lo pulió como el excelente cocinero que es hoy). Pero jamás habría imaginado que alguien de su talento cayera públicamente en un populismo tan barato como incomprensible para la ciencia económica. Puede que Acurio haya sufrido alguna pesadilla nocturna… Sí, eso debió de ser.

El caso es que su hilo se ha llenado, como siempre, de apoyos incontenidos y, esta vez, de pronunciamientos escasamente instruidos. La fábrica de ideas de Gastón Acurio se ha convertido así en un Hyde Park Corner de religiosidad comercial autóctona y equitable, es decir, lo que en los países consumidores algunos se afanan en denominar comercio justo, como si las clases menos favorecidas que acostumbran a comprar más barato en la cadena Día tuvieran un comportamiento… injusto.

Jorge Álvarez escribe: “acá en Iquitos el Presidente Regional apoya con la realización de ferias donde los productores de las chacras (pescadores, agricultores) traen sus productos de manera directa sin pasar por los intermediarios. Fela Kuwae aplaude la idea: “lo mejor sería del productor al consumidor, y así se evitaría el intermediario y ellos recibirían un pago justo y no migajas”. Obertila Perret propone que “el Gobierno Sigue leyendo

Dodecálogo del buen restaurante de hotel

Una encuesta avanza algunas ideas sobre la cocina que deberían ofrecer los hoteles a sus clientes para retenerlos más tiempo en sus instalaciones. El empeño no es menor cuando se trata de atacar los paladares con las únicas armas de la cotidianidad. A diferencia del restaurante, que puede expresarse a su antojo de autor, el hotel está obligado a emocionar en la mesa, pero también a cumplir las necesidades de abastecimiento alimentario. He aquí lo que nos anticipa buenamente este sondeo norteamericano.

  1. Jean-Pierre Etcheberrigaray, responsable de Alimentos y Bebidas del hotel The Americas, sostiene que el hotel debe orientar al cliente sobre aquello que debe comer mediante un ejercicio de responsabilidad sobre una dieta saludable y también debe informarle sobre lo que come, de dónde procede y cómo se elabora. Por tanto, la alimentación del futuro en un hotel exige una mayor información y autenticidad sobre lo que se ingiere en los desayunos, los almuerzos y las cenas.
  2. El chef Rocky Rocha, del Hotel Magnolia Omaha, opina que la dieta hotelera debería garantizar unos productos de temporada en honor a lo que se denomina cocina de mercado. Ya no solo por un interés salutífero, sino por otorgar mayor variedad a los platos y propiciar que el huésped permanezca expectante sobre lo que el hotel le puede regalar a diario.
  3. Menús fáciles de cambiar para adaptarse a las distintas preferencias del comensal, aboga el presidente del grupo Puccini, Bob Puccini. Es decir, personalización de la ingesta.
  4. La única manera de conservarse estupendamente es reducir las dosis a las que nos tienen acostumbrados los restaurante, sobre todo aquellos volcados hacia el menú degustación que persiguen epatar al comensal por encima de todo. Cierto es que en el hotel emocional eso de sorprender y emocionar es una condición sine qua non, pero una buena alimentación, como el perfume, se ingiere mejor en frasco pequeño. Además, una cintura prieta ayuda a ahorrar unos euros, que en estos tiempos de crisis es algo muy de agradecer. Esto lo sostiene el mismo Puccini del párrafo anterior.
  5. Nuevas propuestas culinarias. Más innovación y más investigación. Taperío imaginativo, medias raciones, maridajes inconfundibles… Esto lo digo yo, claro está, después de un homenaje en ElBulli.
  6. Hay que arriesgarse con nuevos formatos. Medias botellas de vino. Un obsequio de la casa al final de la comida. Evitar el despilfarro mediante un envase hermético que el huésped puede llevarse a la habitación con los restos de la cena. ¿Por qué se ha perdido el Sigue leyendo

A favor de la gastronomía molecular

Electrolux_molecular La cultura vudú está reñida con el progreso, sostiene Eduard Punset en un reciente artículo sobre los fundamentos del desastre en Haití. Se tiende a responsabilizar a las multinacionales y a los Estados Unidos del desorden reinante en el Tercer Mundo, y muy especialmente en este país caribeño desde que asumiera su carta de independencia, en 1804. La culpa, sin embargo, apunta hacia otros factores más profundos, como es el grado de incultura en que ha vivido la sociedad haitiana y la lisérgica religión que practica, el vudú, importado de la costa africana.

Hace años visité su cuna, Portonovo, en el litoral esclavista de Benin. Ahí se me cayeron repentinamente todos los principios de buenismo humano que llevaba en el equipaje de mi educación burguesa europea y comprendí que el verdadero opio del pueblo es la falta de educación, la indolencia ante la desgracia, la humildad frente a las injusticias y el pertinaz abrazo al dogmatismo en que caen las sociedades atrasadas.

“Hará falta reformar desde cero los sistemas de enseñanza; introducir desde la infancia más tierna el aprendizaje social y emocional; Sigue leyendo