Airbnb es una fuente extra de ingresos para la tercera edad

Valerie Valdez

Valerie Valdez tenía 58 años cuando su marido, Ted, murió de un ataque al corazón en 2014 dejándole solo un garaje transformado en apartamento en Santa Cruz, California. La casa que tenían en Noe Valley, un barrio exclusivo de San Francisco, estaba alquilaba con un contrato a largo plazo. Como consecuencia del súbito fallecimiento, el poder adquisitivo de Valerie se resintió tanto que optó por rescindir el contrato con su inquilino y reformarla, invitando al amigo de un amigo como huésped de fortuna a razón de 60 dólares la noche, tras lo cual se animó a anunciarla en Airbnb. Inmediatamente recibió dos reservas, lo que la hizo reafirmarse en su propósito de obtener unos ingresos suplementarios a su pensión con esta práctica de hospedaje turístico. Sigue leyendo

Airbnb no es una empresa de transportes

transportesRecuerda el experto en tecnología del New York Times Jim Kersetter que tras la hazaña de Charles Lindbergh en su vuelo en solitario a través del Atlántico, en 1927, las acciones de la compañía ferroviaria Seaboard Air Lines Railroad se disparó en Bolsa porque muchos inversores creyeron que el próximo objetivo sería su transformación en una aerolínea. En realidad, el nombre era una simple alegoría a la velocidad de sus locomotoras. Nada que ver con el naciente transporte aéreo. Pero sirvió para que el caso se estudiara luego en las escuelas de negocios como un desideratum tecnológico para cualquier empresa con vocación de estar a la última. Innovación y vanguardia, aunque la tecnología tenga un relieve marginal en el negocio.

Kersetter ironiza sobre la fiebre actual de las start-ups tecnológicas que ni en sus mayores iconos, como Airbnb o Uber, manejan la capacidad, profundidad, cantidad de inversión o desarrollo punta de algunos grandes fabricantes tradicionales como General Electrics o Siemens, que desde hace un tiempo basan su estrategia de gestión en el llamado Internet de las Cosas. Si estas marcas utilizan tecnologías a gran escala, ¿por qué empeñarnos en llamar a las start-ups empresas tecnológicas y a las tradicionales fabricantes de electrodomésticos?, se pregunta el tecnólogo neoyorquino. Sigue leyendo

Metrópoli de los mares

Oasis of the Seas

Ni con tragedias náuticas como la del Costa Concordia el turismo de cruceros deja de crecer año tras año. Su alta demanda propicia la construcción de buques cada vez más grandes y costosos en un número tan relevante en los últimos años como 400 cruceros de lujo que cubren ya los siete mares. Sí, la Antártida igualmente se está llenando de grandes barcos acorazados contra el invierno.

Desde la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA en sus siglas inglesas) se estima en 23 millones de pasajeros lo que va a mover esta industria durante 2015, lo que representa un incremento del 4 por ciento sobre el ejercicio anterior. La contribución económica global fue de unos 120.000 millones de dólares (109.000 millones de euros) y un millón de empleos relacionados. Sigue leyendo

El rock-star del jamón ibérico

Un gran reportaje a toda página le dedicó hace poco el New York Times a la figura de Florencio Sanchidrián, a quien considera el embajador español del jamón. Un pata negra de la gastronomía española que se promociona solo en el mercado estadounidense, pues aquí es donde Steve Jobs demostró que el buen paño en arca se vende. Esto es, que el buen producto no necesita promoción. Son los consumidores sus mejores embajadores cuando alcanzan, como en el caso de Apple, la categoría de fans y no de simples clientes.

Junto al artículo, el periódico de referencia neoyorquino -que viene de reestructurar su web para hacerla más vistosa para la publicidad y la imagen en movimiento- publicó un video referido exclusivamente a la figura del cortador de jamón, que antes fue novillero hasta que una cogida lo llevó de unas tablas a otras, de la plaza redonda a la cuadrada en Sigue leyendo