
The Waterfall es un bar invisible en el centro de Tokio. Fue diseñado en 2006 por el genial arquitecto Tadao Ando con plaquetas de fibra óptica diseñadas por Tukojin Yoshioka y bajo una instalación creada por Olafur Eliasson. Toda la envolvente es transparente, de modo que espacio y bebidas se confunden en una misma apariencia líquida.
Estamos a punto de iniciar un nuevo Debate Mumm que versará en esta ocasión vez sobre los bares de hotel. En la habitación del AC Santo Mauro en la que me encuentro desde ayer instruyo los últimos detalles de este interesante diálogo que nos llevará a bucear por los líquidos espumosos y chispeantes que dan sentido a ese espacio a veces indefinido y casi siempre indefinible que es el bar. O eso que los británicos inventaron como el honesty bar. Es decir, una barra y unas mesas donde tomarse un piscolabis o, directamente, caerse al suelo por cogorza letal. No estamos en el bar de Rick, en Casablanca, sino en el hotel AC Santo Mauro, en Madrid.
Hablaremos de todo esto con algunos ilustres invitados: Lorenzo Castillo, interiorista que ha decorado espacios tan sugretes commo el hotel Room Mate Lola, en Málaga; Johan Walt, célebre ponedor de música, ahora denominado DJ; Diego Cabrera, propietario de Le Cabrera, uno de los más conocidos cóctel-bares de España; Óscar Durán, barman del Glass Bar del hotel Urban; Javier Rufo, barman de Le Cock; Francesco Cavaggioni, barman de Belmondo; Carlos Moreno, barman de O’Clock; y Víctor García, barman del hotel Puerta América, seleccionado por los miembros de nuestro Foro de la Ruina Habitada.
Me empeño ahora en completar el guión de lo que acontecerá a partir de las 13 horas en los salones regios del palacete de Santo Mauro.
– Un nuevo espacio, un nuevo ambiente, una nueva iluminación, una nueva musicalidad, un nuevo servicio. Cómo diseñar un nuevo estilo de bar.
– Más innovación en las bebidas. ¿Cabe más tecnología? ¿Se ha puesto el mundo de las bebidas en manos de la biología molecular y la nutrición, como sí han hecho los restauradores?
– Qué tipo de tragos seducen más a los huéspedes del hotel.
– Las barras del futuro. Cómo serán. ¿O no tiene por qué haber barra? Qué circulaciones se prevén en el espacio de un bar.
– Cómo darle una vuelta a la coctelería.
– Cuándo un local está lleno y ambientado.
– Qué música escoger para animar la velada.
– Hacia adónde tiene que mirar el bar… y los clientes de un nuevo concepto de bar.
– Tu bar ideal.
– Imagínate el no-bar.
Después de debatir, a las 14h30, nos sentaremos en otra mesa privada para compartir un almuerzo cocinado y servido en persona por los chefs Andoni Luis Aduriz (Mugaritz) y Juanjo López Bedmar (La Tasquita de Enfrente). Play it again, San… to Mauro.
Ya me lo decían los contertulios que tuve ayer en los Desayunos con champagne. Oye, qué lujo de debate Mumm…
Fernando Gallardo |
Todos esos puntos están muy bien. Los aplaudo. Pero hay uno que es mucho más importante que los anteriores, y es la honradez del empresario a la hora de poner precios a los caldos. Desde que me dedico en más profundidad al mundo del vino, me doy cuenta de que la historia de los sobreprecios no es precisamente una leyenda urbana. De asombrosos podríamos cualificar a algunos de ellos. Porque ver vino blanco chileno a 18€ cuando su coste en España es de 2.5€ ( y no es malo: sencillamente los costes de producción son mucho más bajos que en España )o un vino mallorquín de 7.5€ – hablamos de un vino excelente – a 45€….¡¡¡¡Pas mal!!!! Por tanto, lanzo una propuesta: ahora está de moda segmentar hasta el infinito y hacer webs de ello. Como sabemos, existen portales para todos los segmentos posibles: desde hotelessinniños.com pasando por hotelessinmascotas.com ,también viajacontumascota.com hasta la ya célebre hotelesconwifigratuita.com. La última es un grupo de Facebook, pero podría ser un portal, visto el éxito. Pues bien, podríamos hacer una web de hoteleshonrados.com: seríamos aquellos que no cargáramos los precios de los vinos más allá de un x%, no superior al 120%, por ejemplo. Probablemente hubiera quien se enfade, pues objete que con el precio diferencia el «target» del cliente. Cierto. Pero convendremos en que hay unos límites: para diferenciar clientela no hace falta servir un cubalibre a 15 euros.
Buenas vibraciones para todos. Mi bar favorito sería aquel en que un trago me permitiera beber más cosas que las que hay en el vaso, como p.e el origen del coktail, una visión 3D del país donde nació (Cuba, Puerto Rico, Escocia), una música brasileña cuando desgusto una caipirinha, etc. La barra sería ondulada entre las mesas como si fuera un laberinto y de la misma altura que las mesas, de donde saldrían las propuestas de botellas, copas y coktails via pantallas táctiles.
La No Recepción, el No Bar… Lo siguiente será el No Hotel??? Siempre me sorprenden positivamente sus artículos. Yo ya me imagino ese holograma en el que disfrutar de una copa al volver al hotel.
Interesante tema, necesario debate, bueno como todos los que surgen en este foro y la iniciativa de Fernando. Las cosas más importantes que hacemos en la vida casi siempre van acompañadas de una buena mesa, una buena copa y una buena cama, casualmente los componentes principales de un buen hotel. Habitualmente hablamos más de uno de los componentes, dejando en segundo plano los otros dos. ¿No son igualmente importantes? Este creo es un debate que puede traer muy buenas ideas sobre cómo tratar el bar en nuestros hoteles, porque en este tema como en muchos otros necesito conocer nuevas ideas y agradecer a los que las tienen, que las compartan en este foro.