Diferenciación o igualamiento, el turismo según la tesis de Piketty

La tesis de Thomas Piketty acerca de la desigualdad en las rentas de las sociedades avanzadasLa globalización y el desarrollo tecnológico están transformando aceleradamente el mundo que conocemos. En múltiples foros se analizan y debaten los profundos cambios económicos que se suceden sin tiempo apenas para digerirlos. Mientras el factor trabajo cede cada día más espacio a la mecanización de los procesos y a la robotización de la industria, los poderes establecidos, incluido el financiero, asisten impávidos al nacimiento de una nueva economía colaborativa y una cultura de la gratuidad inesperada por nuestra incipiente sociedad digital.

En esta revolución silenciosa aparecen voces autorizadas que someten a revisión la estructura capitalista heredada del fin del milenio. Algunas tan jóvenes y audaces como la del economista francés Thomas Piketty, cuyos trabajos estadísticos y predictivos gozan de un gran seguimiento estos días en las principales Universidades norteamericanas. Tanto como el éxito repentino de su último libro, Capital in the Twenty-First Century (el Sigue leyendo

¿Será Airbnb el próximo Booking?

iPadUno de los artículos más leídos en este Foro ha sido el que publicamos un tiempo atrás sobre Airbnb y su inalienable derecho a existir. En él reflexionábamos sobre la imparable expansión de esta plataforma digital, no ya como empresa, sino como un modo disruptivo de entender el turismo. Hoy nos toca disertar sobre lo que puede llegar a ser, si es que el ejército enemigo —cada día más numeroso y mejor pertrechado— no lo tumba.

Al principio, yo mismo pensé que Airbnb venía a ocupar un nicho de alojamientos que nadie había querido, o podido, gestionar digitalmente, dada la dispersión de oferta y la variedad de caracteres que se les supone a los dueños de viviendas interesados en ponerlas en alquiler por periodos. Pero, después de una profunda reflexión sobre el enfoque estratégico de esta compañía, diferentes intercambios de pareceres con agentes del sector turístico en Nueva York —origen de su fundador, Brian Chesky— y el seguimiento interesado del estratega hotelero norteamericano Chip Conley, con quien he mantenido algunos intercambios epistolares sobre la materia, confieso que mi impresión hoy es radicalmente distinta a la original. Airbnb quiere entrar, no solo en el Sigue leyendo

El futuro Big Data de la hotelería

Si el hotel ha dejado de ser un repositorio de camas para pasar la noche para convertirse ya en una fábrica de emociones, está claro que la comprensión de las emociones puede ayudar a los hoteles a mejorar la experiencia de sus huéspedes. big dataUno de los aspectos clave que analizamos los propietarios y directores de hotel reunidos en las Jornadas de Innovación #Hotel2020 de Lisboa 2012 fue el diseño de servicios (design thinking) para provocar emociones diferentes y su transcrecimiento conceptual hacia una estrategia de liturgias. Comprender la geografía oscura en que se desarrollan las sinapsis es vital para programar unos contenidos litúrgicos que conviertan la estancia en el hotel en una experiencia emocional de recuerdo imborrable.

Fruto de una investigación en diversas cadenas hoteleras internacionales, la doctora Kathy Pui Ying, adscrita a la Universidad de Loughborough (Leicestershire, Reino Unido) Sigue leyendo

Las mil y una noches de Paradores

Carlos Matz llamó al parador de Zafra para efectuar una reserva. Habitación doble para él y su mujer. Mejor, con vistas. El desayuno, como de costumbre. Y una cena algo especial. Una cena con velas para festejar… ¡su noche número 1.001 en la red nacional de Paradores de Turismo!

Amigo de Paradores acreditado, Matz recordará de por vida cómo transcurrió esta noche única en abril de 2012. El director del parador dispuso para el acontecimiento la mejor habitación, la 303, y un recibimiento de gala con 30 velas encendidas, el privado de las grandes ocasiones con una mesa larga ceremonial, un candelabro en el centro y servicio de guante blanco.

Como Sherezade, Carlos Matz y señora se han pasado casi tres años de sus vidas recorriendo España de parador en parador. Más que simples clientes, Paradores tiene en ellos a unos verdaderos fans de su marca, como ha logrado Apple con la suya. Sienten los Sigue leyendo

Paradores en huelga

Un total de 4.476 empleados de Paradores de Turismo están convocados a huelga durante éste y otros puentes que se celebrarán lo largo de 2012, en toda la geografía española. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras quieren mostrar así su oposición a las intenciones del actual equipo rector de aplicar al conjunto de los trabajadores el RD-Ley 20/2012 por el que se elimina la paga extra de navidad, se restringen los derechos sindicales, los premios de jubilación y otros permisos retribuidos, al igual que otros trabajadores públicos.

Estos sindicatos alegan que la plantilla de Paradores no es equiparable con el cuerpo de funcionarios públicos, y, por tanto, las medidas dirigidas hacia éstos no cuentan como las dirigidas hacia aquellos. Los sindicatos han intentado infructuosamente negociar con la dirección de la red estatal, pero se ha encontrado en reiteradas ocasiones con una posición tan irreductible como carente de ideas para el futuro. Y, si el futuro de la red es incierto para sus gestores, por qué no oscurecerlo también para quienes representan a los trabajadores. Después de mí, el diluvio…, dicen.

Desde hace ocho décadas, el devenir de esta empresa pública es objeto de debate por parte de hoteleros, sindicatos y cargos públicos de manera reiterada. Tanto como la renovación de sus dirigentes ligada al poder político. Hace 25 años, cuando Ignacio Fuejo Sigue leyendo

Esas pequeñas cosas

Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Joan Manuel Serrat

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¡Y por qué no en un hotel! Arquitectura, decoración, instalaciones a lo grande, atenciones de manual… Pero lo inolvidable son siempre esas pequeñas cosas. Son los pequeños detalles los que crean grandes emociones. Una sonrisa, una mueca simpática, un gesto. O un pañuelo desinfectante, una toallita húmeda, un carrito portaequipajes.

Nunca olvidaré aquel pequeño descuido que tuve en la mesa del hotel Palacio de Seteáis, cuando me disponía a apurar el café tras una suculenta cena. El mantel, blanco inmaculado, se ensució. Sin verlo llegar, no sé si por vergüenza, el camarero se aprestó a limpiarlo. Muy delicadamente. Con la simple ayuda de una servilleta enrollada y un cuenco de agua con gas en el que flotaba… ¡un pétalo de rosa fresca! Así, como quien no quiere la cosa. Sin más ditirambo. Paciente y elegantemente.

Ya no reparé más en la mancha sobre el mantel. Aquella liturgia me ensimismó, me elevó desde el prosaico descuido hasta el altar mismo de la gestualidad. Parecía tan natural, tan Sigue leyendo