Los recientes escándalos sobre la falsificación, plagio o invención de títulos universitarios delatan la incapacidad de los gobernantes españoles en adaptarse a la nueva realidad tecnológica, económica, social y, también, política. Cristina Cifuentes, presidente de la Comunidad de Madrid, o Carmen Montón, ministra de Sanidad, ha tenido que dimitir por supuestos fraudes en la Universidad JuanCarlos I. Mientras que Pablo Casado, presidente del PP, Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, y Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, han estado bajo sospecha de lo mismo.
La denominada ‘titulitis’ es un mal endémico en España. No, desde luego, como expresión de un deseo por saber mucho y estar bien dotado intelectualmente para afrontar las tareas políticas y sociales. La titulitis representa una cúspide en la jerarquía de la influencia que nos remonta a tiempos pretéritos en que los blasones Sigue leyendo