En cuanto escuché los primeros balbuceos, decidí que permanecería expectante por lo que pudiera suceder. Algo se movía en algún lugar de Asturias, y yo no me lo quería perder. Una palabra por aquí, un mensaje más completo por allá… Un runrún de ideas, un pensamiento de acero, un ánimo crucial… Circunloquios cruzados en Twitter… ¡Yeoh…! Nada indicaba que fraguaría tan pronto, pero heme ahí descifrando el jeroglífico de la escaramuza inicial. Y, luego, la primera fotografía colectiva publicada en Facebook. Días atrás me había soltado la melena y largado al éter (a la nube, más bien) un comprometido Manifiesto sobre el turismo rural. Ya está, me dije, se ha producido la necesaria reacción.
#yenatural que el empresariado del turismo rural se conozca y dialogue entre sí. #yenatural que los propietarios de alojamientos rurales se conozcan en lo que hacen y compartan sus experiencias. #yenatural que las sombras de un sector doliente por el desmoronamiento del mercado interior en España provoquen una reacción de sus principales víctimas. #yenatural que antes de la bancarrota algunos prefieran gastar sus últimos cartuchos en una lid contra la desidia de quienes los han guiado (mal) hacia un paraíso saturado de emprendimientos subvencionados, las Administraciones públicas. #yenatural que ahora quieran ponerse el yelmo, la armadura y enarbolen contra el resto un pico y una pala. #yenatural que todo eso sea lógico, comprensible, consecuente, abnegado, valiente, generoso y que, como el propio grito indica, nazca naturalmente Sigue leyendo