La alegalidad de la letra E

airbnb house
Errar es de humanos. Y también perder la cabeza en el yerro. Es lo que parece haberle sucedido al Gobierno de España el 4 de junio de 2013 cuando publicó en el Boletín Oficial del Estado la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en vigor desde el 25 de noviembre de 1994. Sin pensar demasiado en las consecuencias de su acto, el regulador de esta importante norma que rige los alquileres de viviendas introdujo una letra que ha desatado probablemente la mayor polémica de la historia del turismo.

Esta letra, la e), añadida al artículo 5º de la Ley, dice lo siguiente: Quedan excluidos del ámbito de aplicación de esta ley: (…) La cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada en canales de oferta turística y realizada con finalidad lucrativa, cuando esté sometida a un régimen específico, derivado de su normativa sectorial. Sigue leyendo

Airbnb compite con los hoteles en Nueva York

Con razón debe temer la industria hotelera neoyorquina a Airbnb. A corto plazo se está convirtiendo en un gigante de las preferencias de los viajeros que ya comercializa 27.000 unidades de alojamiento en la ciudad, según un estudio reciente efectuado por la consultora STR, Inc. De este inventario alojativo, el 55% corresponde a apartamentos de alquiler completo, el 42% a habitaciones privadas y el 3% a la modalidad de habitaciones compartidas. Indudablemente, la primera modalidad es la que compite directamente con los hoteles. Esto es, 14.850 unidades de vivienda turística frente a las 105.635 habitaciones de hotel disponibles en Nueva York.

Los precios de Airbnb no son tan diferentes al de los hoteles como muchos usuarios creen y el lobby hotelero defiende. STR ha calculado el ADR global de la ciudad, en el que el promedio de las habitaciones de Airbnb alcanza los 256 dólares, mientras que el de las habitaciones de hotel supera los 289 dólares. Sin embargo, en tres de los cinco distritos, el precio de Airbnb es superior al de la industria hotelera. Esto se debe a la calidad creciente de la oferta de viviendas turísticas en Nueva York, lo que ha dejado bastante descolocado al lobby hotelero, que ha templado la agresividad de sus proclamas en contra de Airbnb al entender que el precio no es siempre el motivo por el cual los viajeros escogen su alojamiento. Sigue leyendo

Airbnb no es una empresa de transportes

transportesRecuerda el experto en tecnología del New York Times Jim Kersetter que tras la hazaña de Charles Lindbergh en su vuelo en solitario a través del Atlántico, en 1927, las acciones de la compañía ferroviaria Seaboard Air Lines Railroad se disparó en Bolsa porque muchos inversores creyeron que el próximo objetivo sería su transformación en una aerolínea. En realidad, el nombre era una simple alegoría a la velocidad de sus locomotoras. Nada que ver con el naciente transporte aéreo. Pero sirvió para que el caso se estudiara luego en las escuelas de negocios como un desideratum tecnológico para cualquier empresa con vocación de estar a la última. Innovación y vanguardia, aunque la tecnología tenga un relieve marginal en el negocio.

Kersetter ironiza sobre la fiebre actual de las start-ups tecnológicas que ni en sus mayores iconos, como Airbnb o Uber, manejan la capacidad, profundidad, cantidad de inversión o desarrollo punta de algunos grandes fabricantes tradicionales como General Electrics o Siemens, que desde hace un tiempo basan su estrategia de gestión en el llamado Internet de las Cosas. Si estas marcas utilizan tecnologías a gran escala, ¿por qué empeñarnos en llamar a las start-ups empresas tecnológicas y a las tradicionales fabricantes de electrodomésticos?, se pregunta el tecnólogo neoyorquino. Sigue leyendo

El precio (escalable) de la hospitalidad

piedras escalaAlgunos hoteleros y expertos de reconocido prestigio en la economía del turismo siguen sin comprender la fenomenología de los nuevos conectores tecnológicos como Airbnb y Uber. Si no los detestan como intrusos en el sector, conminan a las autoridades turísticas a regularlos en las mismas condiciones que los operadores profesionalizados y desprecian a sus millones de usuarios con la coletilla de que «se mueven por el precio», entendiendo por tal el bajo precio de un subproducto cualquiera. Conviene, pues, que repasemos el concepto de precio desde la teoría económica y sus fundamentos jurídicos.

En derecho, el precio es la contraprestación monetaria de un contrato de compraventa o arrendamiento objeto de cualquier negocio jurídico que debe expresarse en dinero, Sigue leyendo

Las falacias de Exceltur

José Luis Zoreda
El sector hotelero en España estaría cometiendo un fraude a Hacienda de aproximadamente 2.490 millones de euros, a tenor de lo expuesto hace unos días por el lobby turístico Exceltur. Esta acusación temeraria se deduce de un informe encargado por dicha patronal a la consultora Ernst & Young, que se ha jugado su reputación con el argumento falaz de que los arrendadores de viviendas turísticas ingresan anualmente unas rentas de 2.054 millones de euros y que «en caso de que ninguno de ellos declarase el IRPF por los alquileres, aplicando un tipo medio del 21%, el potencial fraude (sic) ascendería a 432 millones de euros al año». Por esa misma falacia, si los ingresos anuales del sector hotelero rebasan los 14.000 millones de euros, Sigue leyendo

Cantabria y el dilema de la economía colaborativa

cantabria maquetaLa Asociación de Turismo Rural de Cantabria, a través de su presidente, Jesús Blanco, ha criticado la iniciativa de la Asociación de Casas en el Entorno Rural (ACERCAN), que exige al gobierno regional la regulación de las viviendas de alquiler turístico en el nuevo marco de la economía colaborativa. Blanco considera que la normativa del sector es suficiente, ya que «regula toda la casuística alojativa, sin necesidad de tener que crear a la medida un nuevo concepto de alojamiento, única y exclusivamente con la finalidad de dar cobijo legal a estas casas que», en su opinión, «se han dedicado a explotar sus viviendas de manera clandestina, sin declarar lo ganado y sin mantener unos estándares mínimos de calidad y, lo que es mucho más grave, sin ningún tipo de garantías para los clientes.»

El epicentro del debate sobre la economía colaborativa ya ha dejado de situarse en el turismo vacacional, en el urbano y corporativo, y, ahora, cobra plena actualidad en el Sigue leyendo