En un artículo anterior escribí que en buena parte de los hoteles que visito acabo siendo reconocido y que por eso me extienden de vez en cuando la alfombra roja: una botella de champán en la habitación, wifi de banda ancha en funcionamiento cierto, vistas más seductoras desde mi habitación, reserva en el restaurante confirmada, el coche guardado en el garaje por un menestral y unas algunas prebendas más… También advertí que, por modestia o rectitud, nunca ha sido ésta una prerrogativa que yo haya utilizado con alevosía. Quizá porque mi ética reconoce en los demás la misma credencial VIP a la hora de hospedarse en un establecimiento hotelero.
¿Es factible esta práctica de manera generalizada? Yo creo que sí…, mientras el huésped agasajado no lo chive a los cuatro vientos y reste valor a la exclusividad de este trato. En Sigue leyendo
Éste no es un juego de adivinanzas. No anticipamos el futuro. Nunca tuvimos una bola de cristal. Aquí detectamos tendencias. Observamos lo que pasa, estamos atentos a lo que se mueve, cruzamos los datos obtenidos y, ordenada la casa, nos atrevemos a pronosticar qué puede ocurrir en los próximos meses. Porque quedarse en el pasado no hace vivir el futuro.
Hace cuatro años animábamos desde estas misma páginas a invertir en Chile. Santiago, la capital del país, que concentra a más del 40 por ciento de su población, padecía una carestía importante de plazas hoteleras frente al fuerte desarrollo que se preveía, mientras que los europeos entraban en la crisis profunda que hoy se manifiesta con inesperada virulencia precisamente en sus regiones más avanzadas. Por aquel entonces, el suelo santiaguino costaba la mitad en incluso la tercera parte menos. Los inversores
Uno de los aspectos clave que analizamos los propietarios y directores de hotel reunidos en las Jornadas de Innovación #Hotel2020 de Lisboa 2012 fue el diseño de servicios (design thinking) para provocar emociones diferentes y su transcrecimiento conceptual hacia una estrategia de liturgias. Comprender la geografía oscura en que se desarrollan las sinapsis es vital para programar unos contenidos litúrgicos que conviertan la estancia en el hotel en una experiencia emocional de recuerdo imborrable.