
2018 ha cerrado su ejercicio con un nuevo récord del turismo en España. La ministra del ramo anunció a mediados de enero un balance positivo, aún con carácter provisional, de 82,6 millones de turistas internacionales, lo que supone un 0,9 por ciento más que el año anterior, y un volumen de ingresos en torno a los 90.000 millones de euros, que incrementa en un 3,1 por ciento el gasto turístico. Todo concierne específicamente a 2.560.000 trabajadores, que reafirma en un 2,89 por ciento el incremento del empleo turístico. En un resumen publicado casi al mismo tiempo por la Mesa del Turismo, el profesor Manuel Figuerola estima en 271.699 millones de euros la producción turística española, lo que coloca a este sector como el más dinámico de la economía española, en la que repercute un 11,8 por ciento de la actividad total.
Estos datos, que hoy satisfacen a todos, constituyen para muchos algo tan inesperado como inexplicable. A principios del verano 2018, los grandes responsables del turismo hispánico alertaban de un desplome progresivo en las llegadas de turistas y, por tanto, Sigue leyendo




Me llegan noticias fúnebres sobre lo mal que le está yendo a la que hasta hace no mucho era mi ciudad. Madrid se queja y se duele de la pérdida acelerada de turistas y su repercusión en muy diversas industrias de la capital. Mientras en España se baten récords de llegadas foráneas, Madrid se derrumba este año en un 6,7%. Y la cosa pinta peor en 2014. Madrid ya no mata.