Agosto: bajas ocupaciones en hoteles, más altas en viviendas turísticas

Era una crisis anunciada. Los destinos aislados están alcanzando unos registros de ocupación muy superiores al resto. Y los de estancias en apartamentos y viviendas turísticas, muy superiores a los hoteleros. Como consecuencia de esta crisis pandémica, que tiene visos de convertirse en otoño en una monumental crisis económica, las grandes cadenas hotelera están abriendo menos establecimientos de los que quisieran y tenían previsto en junio, cuando el fin del estado de alarma inyectó optimismo a raudales en todos los operadores turísticos. No contentas con ello, estas firmas están descentrando su estrategia de canal directo a toda costa y abriéndose cada vez más a los intermediarios, llámense OTAs o agencias de viajes tradicionales, en busca de un cliente que nunca ha sido cautiva de dichas cadenas. Meliá Pro ya se ha conectado, por ejemplo, a 42.000 agencias de todo el mundo.

El panorama ya fue anticipado durante las múltiples reuniones online de la red #RenacerDelTurismo que organizamos entre marzo y junio de este año. Además de los elementos disuasivos para la práctica jocosa del turismo (distanciamiento físico, uso de mascarilla, limitación de celebraciones y concentraciones festivas, controles en playas y áreas de esparcimiento turístico, etc.), los numerosos rebrotes de Covid-19 y su afectación entre los jóvenes están sometiendo a todos, o casi todos, los destinos turísticos a un estrés incurable de cancelaciones y aplazamientos de reservas. A ello se le une una desconcertante imposición de cuarentena o restricciones al viaje por parte de los principales mercados emisores de turismo: Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica…, amén de otros 104 países que mantienen sus prohibiciones de viajes a España. 

Continúa la percepción general de las cancelaciones alcanzan ya un 70% de las reservas, al menos en el sondeo semanal que estamos realizando entre los 1.220 empresarios y profesionales del sector turístico organizados en los grupos de Telegram correspondientes a la red #RenacerDelTurismo.

BARCELONA Y EL LITORAL CATALÁN

En la ciudad de Barcelona existen unos 80 hoteles abiertos, que suponen un 25% del total, con una ocupación media de apenas un 20%. Si a Cataluña arribaron el año pasado 19,4 millones de viajeros extranjeros, que hicieron un gasto de 21.360 millones de euros, en lo que llevamos de año la cifra queda rebajada a solo 2,2 millones, y eso que los dos primeros meses de este año se volvieron a batir récords. En estos momentos, con la mitad de los establecimientos cerrados, la demanda en la costa de Tarragona está un 70% por debajo de un año normal. Los rebrotes en Aragón y Lleida han tenido la culpa,mientras que en la Costa Brava se nota el déficit de franceses tras las recomendaciones del gobierno galo de no traspasar la frontera con España. En la Associació d’Hostaleria del Alt Empordà advierten que los alojamientos de su zona apenas gozan de una ocupación del 30%. Algunos de ellos que se arriesgaron y abrieron en julio ya tienen previsto el cierre de la temporada a mediados de agosto. 

CENTRO PENINSULAR

El panorama en la capital de España no es más alentador este verano. Con el aeropuerto a medio gas y los rebrotes disparados esta última semana, solo se han animado a reanudar su actividad 100 de los 322 hoteles que forman la Asociación Empresarial Hotelera madrileña. La ocupación media en ellos ni siquiera llega al 22%, lo que significa una caída del 60% con respecto al año pasado.

ANDALUCÍA

Tanto en la Sierra Norte madrileña como en la de Guadalajara, gracias al vacío de población que levanta quejas como en Soria y Teruel, el mes de julio ha superado las expectativas, aunque en agosto se nota cierta contención en las reservas. La proximidad a la capital impone respeto. En Sigüenza, sin embargo, la ocupación media ronda el 75% con unos próximos día de agosto más que inciertos. Muchas reservas son de último momento, pero a partir de la mitad de agosto las expectativas se reducen a un 15% en un marco de incertidumbre continua y sin visos de remontar lo más mínimo en otoño. En la Alcarria, alrededor de Brihuega, el miedo para salir se volvió locura a partir del 10 julio con el florecimiento de la lavanda, aunque este año el famoso festival de música ha tenido que ser suspendido. Con todo, la ocupación en la comarca ha descendido más del 25% con respecto al año pasado. Los ingresos, por el contrario, han caído solo un 12%.

Al sur, si en julio de 2019 se habían registrado ocupaciones del 70% en Jaén y provincia, este verano de 2020 dichas ocupaciones no llegan al 22%. Y para agosto no se espera ni un 15% de ocupación, puesto que las cancelaciones son continuas y las reservas, muy esporádicas. En septiemtre toca cierre de todos los negocios, por lo visto. El calor en la provincia tampoco está ayudando demasiado. Muchos menos clientes buscan el auxilio de las visitas guiadas.

Granada y provincia arrojan unos datos escalofriantes. En la Costa Tropical, la mayoría de los hoteles están abiertos con ocupaciones en torno al 20%, pese a los repuntes de hasta el 50% los fines de semana. En la capital, la mitad de los hoteles permanecen cerrados, pero la ocupación en los abiertos no superan el 20%, con un 40% en fines de semana los más céntricos y precios claramente a la baja. El centro de la ciudad está vacío. Las cancelaciones de los mercados internacionales superan a las reservas después de las manifestaciones de los gobiernos europeos. El segmento del ocio nocturno está bajo mínimos después de que en los últimos días/semanas haya pagado los platos rotos de los innumerables botellones que se han visto en todo el territorio nacional.

La brisa atlántica de Cádiz y la mayor afluencia de turismo nacional que exterior están beneficiando a los alojamientos gaditanos con ocupaciones altas, de hasta el 95%, en julio. Y algo menores, pero también elevadas, en agosto. El calor y, sobre todo, la incertidumbre de los rebrotes, castigan al interior de la provincia. Nos informan de que en La Línea de la Concepción, junto a la frontera con Gibraltar, el turismo internacional no semueve como debería, pero la clientela local sale a cenar al fresco y da mucho ambiente a las terrazas y los restaurantes de proximidad. La facturación ha descendido apenas un 20% con respecto al mismo periodo de 2019. Lo mismo sucede en Sanlúcar y en Arcos de la Frontera, donde algunes establecimientos multimodales (hotel + apartamentos) mantienen una ocupación media del 58% este verano.

En las playas, agosto supera el 80% de ocupación, pero soportando una constante ida y venida de cancelaciones y ventas con estancias más cortas. Vejer ha tenido una ocupación del 74% en el mes de julio y presenta un inmejorable aspecto en agosto, con picos de hasta el 90% si no se producen cancelaciones de última hora.

La Costa del Sol mantiene el castigo del mercado británico, que reduce el turismo a una demanda más local y reservas centradas en el último minuto, con precios a la baja. Esta última semana ha sido catastrófica en cancelaciones y reservas casi inesxistentes para la primera quincena de agosto. Si en julio se esperaban ocupaciones superiores al 50% en Marbella, agosto ha arrancado con fuertes decepciones. El presidente de AEHCOS evalúa la situación como muy negativa y de difícil superación mientras no haya un rescate en toda regla al sector turístico. Como ya informamos la semana pasada, algunos establecimientos de Torremolinos han asistido a recortes de más del 30% precisamente en un año que comenzó con llenos históricos, pero que ya solo puede atraer por fidelidad a clientes repetidores y, por precio, a clientes nacionales de menor nivel económico que los centroeuropeos.

COSTA VALENCIANA

Tampoco le va mucho mejor al sector hotelero de la Costa Blanca, donde Benidorm no supera el 40% de ocupación y los precios están en caída libre de hasta el 40%. En cambio, el sector de las viviendas turísticas, como estaba previsto, respira con mucho más oxígeno: aproximadamente el 85% de la oferta está alquilada en agosto, aunque también empiezan a verse un aumento en las cancelaciones por temor a los rebrotes últimos. Es muy probable que este porcentaje haga caer las actuales ocupaciones un 10% a partir de la semana próxima.

En Denia, la ocupación de viviendas turísticas es alta, en torno a un 90%. Mientras, los apartamentos reglados registran ocupaciones del 50% y menos del 40% los hoteles.

Lanzarote

Tenemos noticias de que las cosas no mejoran en las islas Canarias. Incluso empeora con el ‘embargo’ británico en Lanzarote, con unas previsiones de entre un 29% y un 40% a lo largo de este agosto, aunque con multitud de cancelaciones de última hora. En algunos hoteles vacacionales el desplome ha sido del 50%. Otros muchos no abren hasta septiembre e incluso octubre. Para sumar otra desgracia, aquellos establecimientos que extrajeron a su plantilla del ERTE vuelven a someterlos a esta figura proteccionista a partir de la semana que viene. La incertidumbre va a ser constante mientras no reviertan las restricciones británicas de viajar a las islas. Solo algunos hoteles con encanto difrutan en Lanzarote de alta ocupaciones (hasta un 90%) con clientela peninsular y canaria en fines de semana.

EXTREMADURA

En el costado opuesto de la Península, los alquileres de casas familiares se mantienen a buen ritmo. Mejor que en julio, La Vera, el Jerte, Plasencia, Ambroz y otros núcleos rurales de Extremadura registran estos primeros días de agosto una ocupación estimable de hasta el 30%. En las ciudades de Cáceres y Trujillo se registran datos semejantes a los de 2019 gracias a unos descuentos en el precio de hasta un 40% y con una clientela más complicada de atender, olvidadiza con las prescripciones de usar mascarillas y respetar el distanciamiento social.

MESETA CASTELLANA

Más al norte, en el Bierzo leonés las pernoctaciones se mantienen al mismo nivel que en 2019, aunque la facturación está siendo menor en un 10% o más baja. Agosto está en su primera semana al 90% y hasta el día 20 con un 60% de reservas. Algunos destinos poco conocidos todavía, como la ruta del Románico Norte, en Palencia, han permanecido llenos a rebosar desde julio a septiembre.

GALICIA

La región de las queimadas veraniegas soporta estos primeros días de agosto menos cancelaciones que otras regiones, dentro de las limitadas reservas que declaran tener sus establecimientos turísticos. En la Ribeira Sacra se está trabajando bien, al igual que en las casas rurales del Ribeiro, donde alguno que otro soporta, eso sí, cancelaciones del 70% en función de las noticias que llegan de los lugares de origen de los turistas. En el interior rural de las Rías Baixas se llega incluso a unas cifras de ocupación del 74% y subiendo…

ASTURIAS

Siguiendo el perfil de la costa cantábrica, el turismo rural de Asturias goza de buena salud hasta el momento. Se anuncian ocupaciones del 100% durante gran parte de agosto, si bien septiembre está completamente parado. Julio se saldó con un 80% de media, lo que infunde optimismo en los núcleos rurales asturianos frente a un otoño que, por climatología, suele ser siempre favorable a la región. Aunque, como exclama un propietario rural, “del rebrote gordo de otoño no nos libra ni Jesucristo! 😓”

Lo que sí se constata en Asturias es la complejidad que supone el trato al huésped, ya que la incertidumbre crea tensión, y el coronavirus sigue causando alarma y algo de estrés en los viajeros. La zona oriental ha comenzado muy bien, con ocupaciones de entre el 90% y el 100%, pero la tensión provoca que a partir del 20 de agosto estas reservas caigan al 30%, lo que retroalimenta este estado incómodo para unas vacaciones tranquilas. La tendencia a retrasar las reservas al límite o con pocos días de antelación no ayuda a tranquilizar el escenario turístico. A pesar de lo cual, Asturias conserva una buena imagen.

CANTABRIA

Lo mismo cabe señalar de Cantabria, donde el llenazo absoluto del turismo rural obliga a un sobreesfuerzo en la atención de las reservas y en el desvío de las mismas hacia otras regiones. Claro que perturba mucho el hecho de que muchas de estas reservas son para una sola noche. Viajes de arrebato. En San Vicente de la Barquera, en Cabezón de la Sal, en Santillana del Mar y otras localidades de costa e interior rural las ocupaciones de agosto están al 100%, si bien la última semana del mes se derrumban hasta la mitad y aún peor se esperan para septiembre.

En Santoña, los veraneantes copan alegremente los restaurantes y las terrazas. Pero, al decir de los empresarios, se trabaja sin estrés y el precio medio se ha mantenido. Y, como señalamos en el parte de la semana pasada, los establecimientos que decidieron instaurar el check-in online están generando una satisfacción tan alta que incluso ha provocado un aumento en la clientela internacional, sobre todo franceses, alemanes y suizos.

LA RIOJA, NAVARRA Y VASCONGADAS

Por el contrario, la lentitud en las reservas y las altas cancelaciones persisten en La Rioja.

Respecto a Navarra, cabe decir que la ocupación rural ha arrojado cifras del 89% en julio y del 92% durante esta primera quincena de agosto, descediendo ligeramente las reservas al 78% en la segunda quincena y al 68% en septiembre. Aún así, las cancelaciones persisten en gran número.

Muy por debajo de las cifras de años anteriores, Euskadi resiste este verano con mejor ocupación en el ámbito rural que en el urbano. Bilbao tiene aún cerrado una buena parte de su parque hotelero, y las perspectivas para septiembre tampopco son muy halagüeñas. Con los rebrotes, las cancelaciones continúan ofreciendo un mayor porcentaje que las reservas.

PIRINEOS

Los Pirineos tuvo un débil mes de julio con el cierre perimetral de Lleida y la retrocesión a la fase 2 de Huesca. Sin embargo, agosto exhibe un mejor tenor, empezando por la buena ocupación que registran el valle de Benasque, si bien más floja que años anteriores, el valle de Tena, el valle de Aneu y la Cerdanya, donde se registra un pleno notorio en apartamentos y bungalós. Esta comarca es todavía una “montaña rusa de reservas y anulaciones”, pues algunos hoteles a pie de pistas han permanecido cerrados todo este verano.

En el valle de Aran existe fundadas alegrías, ya que se está notando un verano de apartamentos, sobre todo intermediados, que prolongan sus reservas incluso más allá de septiembre. Agosto se está mostrando bonachón en ocupaciones y precios medios, salvo para los hoteles, cuyas series y grupos han terminado por caerse y no les está funcionando ajustar precio para incentivar demanda. Algunas escapadas de fin de semana y poco más.

Al otro lado de la frontera, en Hautes Pyrénées, solo el 2 % de hoteles han abierto. Mejor está yendo la cosa en los alquileres de viviendas en montaña, e incluso en los hostales de cama y desayuno a costa de muy bajos precios. Las reaperturas programadas para agosto han dado marcha atrás debido a la complejidad de la situación y el miedo a un otoño caliente para el virus y los dineros. El horizonte se fija en la primavera de 2021 y, en Lourdes, se reza más de lo habitual.

[Estos datos provienen de un sondeo genérico efectuado entre el 31 de julio y el 4 de agosto en las 16 redes colaborativas de la plataforma #RenacerDelTurismo, creadas durante la pandemia en 16 destinos españoles, excluidos por razones organizativas las islas Baleares y las Canarias, salvo Lanzarote. Las anotaciones son meramente orientativas, ya que no reúnen las condiciones para ser un cuadro estadístico ni para inferir conclusiones más allá de las meramente expositivas

Fernando Gallardo |

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