Vi los ojos atónitos de todos. Pese a que el auditorio estaba en penumbra y el foco azul del fondo me deslumbraba, advertí en sus rostros la perplejidad causada por mi exhortación: «¡olvídense del canal directo!». Seguramente nadie comulgaba entonces con el pronóstico que me atreví a plantear a lo largo de la ronda de seminarios sobre innovación turística en los años 2013 y 2014: Amazon entraría en el negocio de las reservas hoteleras y el modelo predictivo Big Data centraría la estrategia de los nuevos intermediarios tecnológicos que dominarían el futuro del turismo.
«Prepárense para unas comisiones más altas a largo plazo, bajo el señuelo de un ahorro a corto plazo, porque el conocimiento del cliente a través de su monitorización social será la única posibilidad de vender una habitación de hotel», sentenciaba en todos los Sigue leyendo