Adiós al canal directo

adiosVi los ojos atónitos de todos. Pese a que el auditorio estaba en penumbra y el foco azul del fondo me deslumbraba, advertí en sus rostros la perplejidad causada por mi exhortación: «¡olvídense del canal directo!». Seguramente nadie comulgaba entonces con el pronóstico que me atreví a plantear a lo largo de la ronda de seminarios sobre innovación turística en los años 2013 y 2014: Amazon entraría en el negocio de las reservas hoteleras y el modelo predictivo Big Data centraría la estrategia de los nuevos intermediarios tecnológicos que dominarían el futuro del turismo.

«Prepárense para unas comisiones más altas a largo plazo, bajo el señuelo de un ahorro a corto plazo, porque el conocimiento del cliente a través de su monitorización social será la única posibilidad de vender una habitación de hotel», sentenciaba en todos los Sigue leyendo

Un esperpento italiano contra Tripadvisor

TripAdvisorEl organismo regulador de la competencia en Italia, AGCM (Autorità Garante della Concorrenza e del Mercato), acaba de imponer una multa de 500.000 euros a TripAdvisor por considerar que no ha aplicado los controles necesarios para evitar críticas fraudulentas. La iniciativa fue tomada a instancia de la reclamación formulada por la patronal hotelera transalpina, Federalberghi. Por supuesto, el portal de opiniones hoteleras ha declarado su intención de recurrir una sanción tan poco razonable como insostenible desde cualquier argumento. «Las recomendaciones de la AGCM están injustificadas y ajenas a las realidades comerciales, no sólo de un negocio de contenidos generados por los usuarios, sino de cualquier empresa de cualquier sector», ha puntualizado.

Antes que nada, conviene precisar que esta medida habría sido impensable en un país que defienda la libertad de expresión en su Carta Magna. Muy probablemente veremos en los próximos días a un tribunal italiano, o una instancia jurídica superior, tumbar la delirante amonestación de la AGCM a una empresa privada por no actuar con la diligencia debida en la evitación de un mal que, dicho sea de paso, no le incumbe al Sigue leyendo

28 comensales no se presentan en la mesa

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A principios de 2014 , bajo el título de Listas negras para clientes conflictivos, sugerimos en este Foro la necesidad de un TripAdvisor de usuarios en un mundo sin lugares para la privacidad. Explicamos que el mundo digital está relativizando el derecho a la intimidad con una nueva ley no escrita de la transparencia. Y que todos, empresarios, trabajadores y usuarios seríamos auscultados por todos en nuestros pensamientos, nuestras conductas y nuestras obras. Sí, algo así como un Gran Hermano orwelliano, pero a la vista de todos y con el control de todos. Porque en un escenario transparente cualquier movimiento de control personal es detectado inmediatamente por otros controladores. Y éstos, a su vez, por otros.

Naturalmente, esta democracia colaborativa echa por tierra todos los esfuerzos que los Estados nacionales han venido atribuyéndose en la protección del ciudadano, como si los Estados fueran ungidos por éste del monopolio garantista sobre las reglas de juego democrático. A lo largo de los últimos siglos, a través de la división de poderes formulada por Montesquieu y los críticos ilustrados de la Revolución Francesa, este sistema ha dado respuesta a las injustas prácticas feudales que concentraban en el dominus la administración de estos poderes omnímodos. La democracia, así constituida, permanece Sigue leyendo

Hoteles diseñados por sus usuarios

dedoabajo dedo arriba

Que las Administraciones públicas sigan empecinadas en mantener unos sistemas de clasificación hotelera inventados décadas atrás es bisoño y, si se me permite, incluso extravagante. Que la calidad de una experiencia turística se mida por los metros cuadrados o que la exigencia para su promoción tenga que ser un teléfono fijo instalado junto a la cama no es menos estrafalaria que la imagen de una mujer hincada de hinojos en el pavimento con una bayeta en la mano. Aquello se acabó, y el sector no parece darse aún por enterado.

En múltiples ocasiones hemos sostenido que hoy la categoría de un establecimiento la otorgan los clientes, por fin reunidos torno a una misma mesa, llámese Tripadvisor, Booking o Airbnb. Y lo demás es opereta, zarzuela para los españoles (con todos los respetos para este antiguo y popular género musical). Sampha, The Killers o The Orwells esgrimen una opinión más en la onda millennial que si el lujo se expresara por un salón de peluquería en el hotel.

Así lo ha entendido el CEO de Loews HotelsPaul Whetsell, cuando encargó a su equipo de diseño la renovación del Loews Regency de Nueva York conforme a las quejas Sigue leyendo

Por qué Airbnb es el enemigo

Airbnb o cadenas hoteleras internacionalesNumerosos hoteleros, más de los que me gustaría a mí, se equivocan cuando piensan que Airbnb es el enemigo número 1 de la industria hotelera. Una y otra vez se empeñan en identificar la libre concurrencia de intermediarios como un desprecio a la ley, el espíritu emprendedor como una contravención del espíritu corporativo, el régimen de tributación fiscal como un agravio comparativo al pago de impuestos preestablecido (que muchos se saltan en cuanto las cosas van mal, como les ha sucedido a los ‘turísticos’ Gerardo Díaz Ferran y Arturo Fernández. Ya hemos analizado suficientemente en pasados artículos (Airbnb y el inalienable derecho a existir¿Será Airbnb el próximo Booking?) los cambios profundos que se vislumbran en el horizonte 2020 de la distribución turística y quiénes serán los nuevos protagonistas de este futuro tan inmediato.

Se equivocan los hoteleros confundidos con la aparición de este nuevo actor en la intermediación turística porque el sello Airbnb acabará siendo tan codiciado por todos Sigue leyendo

El declinante poder de la institucionalidad

críticosHace unos años, la revista DT entrevistó a los críticos más rutilantes del momento: Carlos Boyero, cine; Víctor Lenore, música; Rosa Belmonte, televisión; y quien esto escribe, en hoteles. Nuestras opiniones gozaban de un alto crédito entre la población interesada en estas disciplinas, que sumaban cientos de miles o, muy probablemente, millones de lectores. Recomendar un establecimiento hotelero otorgaba un gran favor tanto a su propietario como al que lo disfrutaba después como huésped, y no había día en que mi buzón —el electrónico y el físico— se llenara de agradecimiento, cumplidos y experiencias contrastadas que servían para incrementar el acervo personal de información turística organizada en una potente base de datos.

Hasta que aterrizó Tripadvisor y toda su artillería tecnológica haciendo enseguida pequeña esa base de datos de 13.000 hoteles a razón de 280 datos sobre cada establecimiento. Me imagino que ninguno de mis colegas convocados por la revista DT Sigue leyendo